No habrá delegación europea en los comicios venezolanos por falta de garantías. Pero se avizora una misión en las fronteras para preparar el plan de ayuda humanitaria. ¿La UE va a desconocer los resultados electorales?
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A menos de un mes para la cita electoral en Venezuela, en Bruselas el tema no sale de la agenda. Representantes de cuatro de los partidos de oposición -Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo- tocaron esta semana a la puerta de la diplomacia europea y de la Eurocámara.
"La oposición venezolana nos trajo un mensaje y una petición para que reiteráramos nuestra posición contraria a un proceso electoral sin garantías. En concreto, los representantes de la Asamblea Nacional Venezolana trasladaron tanto a la señora Mogherini como a los diferentes grupos políticos del Parlamento Europeo (PE) su deseo de que se oyera la voz del PE reclamando la suspensión de las elecciones", explica a DW Ramón Jáuregui, presidente de la Asamblea EuroLatinoamericana.
Por su parte, Federica Mogherini, Alta Representante de la Política Exterior de la Unión Europea, reiteró su posición: su apoyo es para la Asamblea Nacional, que fue democráticamente elegida, y cuyos poderes deben ser respetados.
En cuanto a las elecciones, la jefa de la diplomacia europea volvió a insistir en la importancia de que los comicios sean creíbles en el marco de un calendario electoral consensuado y con garantías democráticas.
¿Qué significa esto? Por lo pronto, ni la Comisión ni el Parlamento Europeo enviarán una delegación oficial para acompañar los comicios. Durante su reciente visita a Bruselas (11.04.2018), el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza Montserrat, había invitado a Mogherini a enviar una delegación de acompañamiento electoral para cerciorarse de que los comicios se llevarían a cabo en total legalidad.
No estaba solicitando, así el ministro, una misión de observación electoral -como las que lleva a cabo la UE enviando un equipo por varias semanas al país en cuestión-, sino de acompañamiento. Pero no será así.
"De nuestro lado, la ausencia de condiciones y garantías de transparencia genera un descrédito", agrega Jáuregui. "Nuestro temor es que la celebración de las elecciones, con un boicot de un 80 por ciento de los partidos representados en la Asamblea Nacional, implique un gravísimo punto de inflexión tanto internamente como en el reconocimiento internacional", añade.
¿Desconocerá la UE los resultados?
¿Estamos hablando de que la UE desconocerá el resultado las elecciones? "La decisión sobre el resultado electoral, si se produce, se tomará después, no antes", responde Jáuregui. "Nuestra posición en este momento es pedir un aplazamiento electoral, es lo más conveniente. Y que sigan dialogando para lograr una situación de transparencia antes de la cita electoral", puntualiza.
Al respecto, el ministro Arreaza había dicho a la prensa europea que los únicos que tienen que reconocer los resultados son los venezolanos. Es decir, el reconocimiento de los resultados por parte de la UE no es de relevancia. ¿Es así? ¿Qué le pasaría a Venezuela si así fuere?
"Signficaría un mayor aislamiento del Gobierno de Nicolás Maduro. El no reconocimiento de un gobierno no implica la ruptura de relaciones, pero sí las dificulta", responde a DW Anna Ayuso, investigadora principal para América Latina del think tank europeo CIDOB.
Las consecuencias regionales se hacen sentir ya: "La expulsión del Mercosur y la suspensión de los países del Grupo de Lima en UNASUR. La crisis de Venezuela contribuyó al fracaso de la Cumbre de las Américas. Otro efecto que tendría el no reconocimiento de esas elecciones es que sería excluida de la cumbre entre la CELAC y la UE. Hay que tener en cuenta también que la alianza bolivariana se está debilitando con los problemas de Cuba y Nicaragua y los cambios en Ecuador", agrega.
En las fronteras
Por último, "el aislamiento sería lo último que le falte por sufrir a Venezuela", responde Jáuregui. "Por eso le pedimos a la oposición que se comprometa a apoyar para resolver la crisis económica del país. No se trata sólo de resolver la crisis política. También creemos que los ciudadanos están sufriendo enormemente la falta de aprovisionamiento, materias primas, medicamentos. Un plan de estabilización macroeconómica es imprescindible en Venezuela. Eso sólo se puede conseguir sobre la base de un compromiso de todos para que haya una intervención internacional que saque al país de la situación actual", añade.
Por lo pronto, es seguro que el Parlamento Europeo prepara una misión en las fronteras con Venezuela para mayo. Una a Cúcuta en Colombia, otra a Boa Vista en Brasil. "Se trata de materializar el plan de ayuda humanitaria que la UE está preparando con el comisario de Ayuda Humanitaria, Christos Stalianides. Estamos en conversaciones con el gobierno de Holanda para que ayude en Curazao y Aruba, territorios holandeses, que están recibiendo refugiados venezolanos", concluye.
Mirra Banchón (VT)
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Cúcuta: el desbordamiento del éxodo venezolano
Miles de venezolanos cruzan la frontera con Colombia. Muchos se instalan en Cúcuta, mientras que otros trabajan para ahorrar dinero y continuar su viaje hasta Ecuador, Perú o Chile.
Imagen: DW/A. Sáez
Un éxodo incalculable de venezolanos
Por el Puente Internacional Simón Bolívar que separa Cúcuta (Colombia) y San Antonio del Táchira (Venezuela) cruzan a diario numerosos venezolanos. Unos 5.000 se quedan en Colombia o siguen su viaje hacia otros países.
Imagen: DW/A. Sáez
Hacer la compra en la ciudad vecina
La mayoría de los miles de venezolanos que cruzan a Cúcuta suelen hacerlo semanalmente para realizar la compra de la cesta básica que no pueden obtener en su país y regresan el mismo día. Muchos viven en las ciudades venezolanas limítrofes, aunque cada vez vienen de más lejos y hasta hacen trayectos de un día.
Imagen: DW/A. Sáez
Cada vez más maletas
DW estuvo en mayo pasado en el mismo puente fronterizo y el flujo de personas con varias maletas era escaso y se limitaba a grupos de jóvenes, mientras que ahora es común observar un notable tránsito de maletas y familias con niños.
Imagen: DW/A. Sáez
La primera de muchas filas
El primer paso para un venezolano que desea quedarse en Colombia o seguir su viaje es pasar por el puesto migratorio para sellar el pasaporte, un trámite que hace pocos meses no se contemplaba. La primera fila en territorio colombiano se acumula en la misma frontera, donde centenares de venezolanos aguardan entre cuatro y seis horas su turno.
Imagen: DW/A. Sáez
Maletas al aire
El kilómetro que separa ambos accesos fronterizos (315 metros de puente más el ingreso) obliga a los venezolanos a cargar alzadas sus maletas para evitar deteriorar sus ruedas. Decenas de jóvenes aguardan tras los controles migratorios de ambos países para ofrecer carretillas o cargar los bultos a hombro por apenas 2.000 pesos (0,7 dólares).
Imagen: DW/A. Sáez
La venta ambulante copada por los venezolanos
Los venezolanos han copado la venta ambulante en los primeros metros de la frontera colombiana, en La Parada. La pérdida del valor del bolívar ha provocado que sea más rentable vender directamente en pesos. Los vendedores suelen ganar unos 25.000 pesos diarios (9 dólares). Eso ha disparado el microcontrabando de carne. Entre 150 y 200 kilos requisan a diario las autoridades aduaneras.
Imagen: DW/A. Sáez
Dos comedores sociales en toda la ciudad
La mayoría de los recién llegados pasan varios días en Cúcuta para lograr el dinero suficiente para continuar su viaje. Muchos llegan en condiciones de malnutrición, como cuenta Fabiola Ruíz, voluntaria de uno de los dos comedores sociales que han abierto las parroquias locales.
Imagen: DW/A. Sáez
Desnutrición
David Andrade, de 49 años, perdió 50 kilos en el último año debido a los problemas para conseguir alimentos en Venezuela. Vino desde Valencia hace un mes para poder seguir su viaje a Ecuador, pero antes espera recuperar algo de peso y ahorrar el dinero necesario.
Imagen: DW/A. Sáez
Obstáculos para dar comida gratis
El comedor de Diócesis de Cúcuta atiende a unas 500 personas diarias. Hace un año daban comida a más de 1.500 pero los vecinos se quejaron y tuvieron que limitarse a los más vulnerables. El alcalde de la ciudad, César Rojas, dijo que planteó la posibilidad de abrir un comedor municipal pero varios organismos internacionales le advirtieron que tal iniciativa requería de una preparación extensa.
Imagen: DW/A. Sáez
Más mujeres solas con niños
Leyvis Dorante, de 28 años, pasó de 65 a 40 kilos en los últimos meses por los problemas alimenticios. Acaba de llegar a Cúcuta sola con sus dos hijos, Junior de 12 y Zairi de 4, para buscar un trabajo en Colombia. Cada vez se observan más mujeres solas con niños que en muchos casos emprenden el viaje para reencontrarse con el marido que abandonó Venezuela meses antes para instalarse en otro país.
Imagen: DW/A. Sáez
Un trámite, una fila interminable
Las colas de venezolanos han copado el paisaje urbano de Cúcuta. Una de las más comunes se encuentra frente a la Registraduría, donde centenares de venezolanos aguardan hasta cinco días y pernoctan en la entrada para solicitar la doble nacionalidad colombiana. La ciudad se ve desbordada por esta llegada masiva y apenas se producen mejoras en la atención de la crisis.
Imagen: DW/A. Sáez
Las calles de Cúcuta, un albergue a cielo abierto
Tras el desalojo a finales de enero del llamado ‘hotel Caracas’, unas canchas donde pernoctaban unos 500 venezolanos, la mayoría buscó hostales baratos o casas particulares donde hospedarse, pero muchos otros malviven por las calles.
Imagen: DW/A. Sáez
Se dispara la prostitución
La necesidad ha llevado a decenas de jóvenes venezolanas –muchas son menores de edad– a vender sus cuerpos. Ofrecen sus servicios por 25.000 pesos (9 dólares), un precio cada vez más bajo. Algunas recaudan lo necesario para continuar su viaje, mientras que otras vienen por temporadas para ahorrar lo suficiente para regresar a Venezuela y mantener a sus familias.
Imagen: DW/A. Sáez
Entran materiales de construcción y sale comida
Durante la noche se cierra el paso peatonal por el Puente Simón Bolívar y se inicia el transporte de carga. Según datos de las autoridades aduaneras colombianas (Dian), en el mes de enero ingresaron 239 camiones con carga desde Venezuela, una media de unos ocho diarios. Casi todos transportan materiales de construcción. Los camiones colombianos que cruzan a Venezuela suelen llevar alimentos.
Imagen: DW/A. Sáez
Pernoctar en la misma frontera
Centenares de venezolanos duermen en la misma frontera colombiana de La Parada, una imagen inusual hace unas semanas. Algunos son vendedores que prefieren evitarse el trajín de ida y venida a Venezuela, mientras que otros lo hacen por falta de dinero para pagarse un alojamiento en el centro de Cúcuta, donde la policía los desalojará de parques y aceras.
Imagen: DW/A. Sáez
Aumenta el peligro en la frontera
En lo que va de año han sido asesinados, al menos, 20 venezolanos en varios puntos fronterizos. En varias ocasiones fueron hallados con signos de tortura. Las autoridades manejan la hipótesis que se deba a ajustes de cuentas entre las bandas que proliferan en esos lindes o bien acciones de grupos sucesores del paramilitarismo que controlan las trochas fronterizas ilegales.
Imagen: DW/A. Sáez
Una terminal dormitorio
Durante toda la jornada, centenares de venezolanos se aglomeran en la terminal de autobuses de la ciudad. La mayoría tiene que esperar al menos un día hasta lograr su pasaje y deben pernoctar en la terminal, uno de los lugares más seguros ya que están custodiados por agentes policiales.
Imagen: DW/A. Sáez
Bogotá o Rumichaca, los destinos predilectos
La mayoría de los venezolanos que aguardan en la terminal se dirigirán hacia Bogotá, la ciudad con mayor migración venezolana, o hacia Rumichaca, el paso fronterizo con Ecuador, que en los últimos meses comienza a presentar las mismas aglomeraciones que Cúcuta. Los principales destinos del éxodo venezolano terrestre: Colombia, Ecuador, Perú y Chile, en este orden marcado por la distancia.