Con cuatro horas y media de retraso comenzó este jueves (07.02.2013) la reunión de jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea, quienes en Bruselas (Bélgica) deben negociar los presupuestos para el período 2014-2020. La demora se debió a reuniones de emergencia sostenidas entre las distintas autoridades, en busca de concordancias.

Los países del norte, los más ricos, y los del sur, los más afectados por la crisis, pusieron sobre la mesa todas sus diferencias, repitiendo el escenario vivido en noviembre, cuando fracasó la cumbre extraordinaria que buscaba zanjar el asunto. Entonces, el premier británico David Cameron pidió mayores recortes y más ahorro, lo que terminó por impedir un consenso.

La cumbre, que termina este viernes, ha desatado el escepticismo de muchos representantes, como la canciller alemana, Angela Merkel, quien poco antes de la reunión manifestó sus dudas sobre los resultados que entregarían las negociaciones. En caso de un nuevo fracaso, podría ser inevitable poner en marcha el debate sobre los presupuestos anuales. Y si hay acuerdo, éste deberá ser ratificado por el Parlamento Europeo.



La última propuesta de Perspectivas Financieras presentada por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, habla de un presupuesto de 972.000 millones de euros, el 1,01 por ciento del producto interior bruto de la UE, lo cual supone cerca de 22.000 millones de euros menos que en el presupuesto 2007-2013.

Confianza y amenazas

Pese al escepticismo que impera en el ambiente, Van Rompuy se mostró confiado la noche del jueves en que finalmente se producirá un acuerdo. "Tengo confianza en que en torno a esta mesa (negociadora) podemos ahora alcanzar un compromiso final, simplemente tenemos que lograrlo”, dijo el belga.

Sin embargo, Van Rompuy matizó que todavía queda mucho por conversar, en una noche que se vislumbra larga para las partes negociadoras. Está previsto que Van Rompuy presente una nueva propuesta de compromiso, que contente a los países del norte de Europa, especialmente al Reino Unido, paladín de los recortes.

"Creo firmemente que si todos hacemos gala del sentido de compromiso, está a nuestro alcance un presupuesto para la UE (que contemple los intereses de todos los socios)", agregó el presidente del Consejo Europeo.

Sin embargo, poco antes de entrar a la reunión, David Cameron bajó las expectativas: "Cuando estuvimos aquí la última vez, en noviembre, las cifras que figuraban sobre la mesa eran demasiados elevadas. Es necesario que bajen y si no se reducen, no habrá acuerdo", amenazó.

DZ (dpa, Reuters)