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UE, América Central,huracanes: ¿mujeres y niñas primero?

25 de noviembre de 2020

En Centroamérica se perderá una década: la UE, principal donante de la región, lo tiene claro. Huracanes, pandemia, corrupción. Bruselas asegura su asistencia y cooperación, pero pone acentos en género y transparencia.

Nicaragua Zerstörung duch den Hurrikan Iota
Imagen: Osvaldo Rivas/Reuters

Toda acción de política exterior que salga de Bruselas tendrá en un 85% enfoque de género. La ayuda humanitaria que la Unión Europea envía a América Central por la crisis de los huracanes Eta e Iota también.

La noticia del nuevo plan de acción para lograr el balance de género llega en el momento oportuno. "Estamos viendo tasas sumamente altas de violencia de género y de feminicidio, especialmente en América Central”, explica a DW Garance Tardieu, secretaria Ejecutiva de la Red EU-Lat, una plataforma que aglutina a 40 organizaciones, en 12 países de ambos continentes.

Iota y Eta sumaron una crisis a varias anteriores

La devastación que han dejado tras de sí Eta e Iota en Guatemala, Honduras y Nicaragua se suma a las crisis ambientales por la sequía, a la crisis social y económica por el COVID-19. "En las últimas semanas hemos recibido múltiples quejas de organizaciones y comunidades señalando abusos de poder, actos de corrupción, discriminación”, señala la Red EU-LAT en un comunicado.

A Bruselas no le es ajena la situación. Los países de América Central han sido socios de la cooperación europea  por muchos años. Democratización y desarrollo sostenible, lucha contra el cambio climático, apoyo a la sociedad civil han sido los campos de acción.

La ayuda humanitaria, en situaciones de catástrofes como las actuales, también ha estado presente: la asistencia humanitaria por ETA ascendió a 1,55 millones de euros; siguió la de IOTA, con 1,65 millones para asegurar acceso al agua, a la sanidad y a sistemas de salud. En camino están otros 2,3 millonesde euros  destinados a paliar la crisis alimentaria originada por los desplazamientos forzados cuya fuente es multifactorial.

Queda claro: la suma de estas crisis destruye, por lo menos, una década de esfuerzos por el desarrollo de la región. Seguro es también: la cooperación europea continuará estando presente. Con algunos cambios.

Cooperación europea con acentos nuevos

Uno de los cambios: "Los proyectos de cooperación serán cortados a la medida de cada país, según sus datos de balance de género, siguiendo las prioridades del plan de acción”, explican a DW fuentes de la Comisión Europea. Asegurar los derechos reproductivos y la educación, liderazgo y digitalización son las prioridades.

Imagen: Jorge Cabrera/REUTERS

"La gravedad y la dimensión de los efectos, también la necesidad de rehabilitar y reconstruir hace necesario que la comunidad internacional y la UE den una respuesta urgente. Pero esta respuesta debe ser apolítica, igualitaria y articulada con la sociedad civil en los territorios”, puntualiza Tardieu. No han sido pocos los escándalos de corrupción en la región; tampoco los abusos de poder en algunos de esos países.

En esa medida, también llega a tiempo la resolución del Parlamento Europeo, adoptada esta semana, llamando a la Comisión Europea a velar por la efectividad de los fondos invertidos en cooperación. 

"Los desafíos que nos plantean el alcance, hasta 2030, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos fuerzan a maximizar la eficiencia y la efectividad de cada euro que invirtamos en cooperación al desarrollo”, subrayó en el pleno de la Eurocámara Tomas Tobé, eurodiputado sueco, ponente de un informe al respecto.

¿Quién asegura transparencia?

El informe de la Eurocámara resalta uno de los cinco puntos principales del nuevo plan de acción de la Comisión Europea, en cuanto a enfoque de género. También incluye el pedido de la sociedad civil, pues el nuevo plan de acción prevé la medición de resultados para incrementar la transparencia y la rendición de cuentas.

"La UE, con su enfoque global, puede empujar una rendición de cuentas sistemática. Es imperativo involucrar a las organizaciones de la sociedad civil que están en el terreno y monitorean cotidianamente”, afirma Garance Tardieu.

Juta Urpilainen, comisaria europea para Asociaciones InternacionalesImagen: picture-alliance/AP Photo/O. Matthys

Esto no es tan nuevo: en Nicaragua, por ejemplo, desde hace una década, los fondos europeos no pasan por el gobierno y se gestionan solamente a través de organizaciones de la sociedad civil. 

"La gestión de las crisis por los gobiernos de Centroamérica ha sido muy controvertida”, agrega Tardieu, cuya red agrega a México a su lista de países  en alarma.

 "La situación de millones de personas es sumamente preocupante en países en donde no hay ni la fortaleza estructural para hacer frente a desastres ecológicos ni la voluntad política de resolverlos”, concluye. En cualquier caso, el mecanismo de protección civil de la UE se encarga en este momento del 75% de los costos de transporte de la asistencia.

 

 

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