“Si Alemania ahorra de forma inteligente hasta 2014 y logra poner freno a su deuda, creará mayor crecimiento y empleo”: en esta frase de la canciller alemana, Angela Merkel, se refleja bastante de la postura que la Unión Europea lleva a la cumbre del G-20, las mayores economías del mundo, que tiene lugar en Toronto el último fin de semana de junio. Aunque la unidad de los europeos no está acabada de cristalizar, en resumen se podría decir que básicamente están a favor de un mayor control y del lado del ahorro.

La tasa a las transacciones financieras

En la reciente cumbre del Consejo de jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la Unión Europea se decidió poner el punto sobre una i: una mezcla de tasa a las transacciones financieras y a los bancos logró imponerse –una medida que costó mucho acordar y la que tanto Estados Unidos como Canadá, Brasil como India o Australia rechazan.

No obstante, al interior de Europa los planes para esta tasa no son idénticos en todos lados: “en Gran Bretaña se planea un impuesto que alimente su presupuesto; Alemania quiere que el ingreso de unos 1.200 millones de euros anuales por la tasa fluyan a un fondo al que se pueda echar mano en caso de una nueva crisis”, informa el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.

Con todo, los socios europeos, con Alemania a la cabeza, pretenden que la tasa a las transacciones financieras se imponga internacionalmente. “Tendremos que ver si conseguimos aliados para ello también fuera de Europa", declaró antes de su viaje a Canadá, la líder germana.

Medidas de ahorro

Las estrictas medidas de ahorro que proponen los socios europeos –no sólo los países amenazados por la quiebra como Grecia- han provocado críticas al otro lado del Atlántico. Al respecto, el Banco Central Europeo (BCE), por ejemplo, subrayó hoy que los planes de ahorro aprobados por varios gobiernos del Viejo Continente no supondrán un freno al crecimiento económico mundial, como asegura el presidente estadounidense, Barack Obama.

"El temor de que las medidas de ahorro lleven a un estancamiento es infundado", defendió el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, en una entrevista con el diario italiano La Repubblica. En su opinión, cualquier medida que sirva para reducir la deuda pública, fortalecer la confianza de los consumidores, empresas e inversores, es buena para la estabilización de la recuperación coyuntural y la reducción del desempleo. "La confianza es ahora mismo el factor clave", aseveró Trichet

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¿No habíamos quedado en mayor control?

“La quintaesencia de lo aprendido de la crisis financiera es: ningún mercado, ningún actor y ningún producto debe quedarse sin vigilancia. Por ello, la UE ha logrado con esfuerzo crear tres nuevas instancias de control para bancos, aseguradores y fondos de inversión”, dice por su parte el periódico Tagesspiegel. La decisión de Bruselas sobre estos últimos, sin embargo, acaba de ser postergada para septiembre : se trata de una instancia de autorización de los fondos especulativos de alto riesgo (hedge Fonds) y de los fondos que invierten en empresas que no cotizan en bolsa (private equity) en la cual aún no existe consenso entre las instituciones europeas.

En su cumbre de hace un año en Pittsburgh, los países del G-20 se comprometieron a realizar una serie de reformas financieras y controlar de cerca a los participantes del mercado, los productos financieros y las plazas; sin embargo, a las palabras han seguido hechos bastante tibios: los bancos centrales están negociando un acuerdo con regulaciones más estrictas; se aspira a que las nuevas reglas de liquidez y capital rijan a partir de fines de 2012; las reformas serán menos duras de lo esperado.

Finalmente, un pequeño logro concreto llevan a Toronto los europeos la decisión de publicar, a partir de julio, los test de estrés de los bancos; este modelo de control consiste en una serie de análisis realizados bajo supuestos negativos para detectar el grado de la entidad. Esta medida –surgida por la crisis del euro y su credibilidad en los mercados- estaría en consonancia también con la meta de lograr mayor transparencia en los mercados internacionales.

La caliente papa del mayor control

Así las cosas, aunque para los partidos en la oposición europea lo que se ha hecho es bastante modesto o como lo expresó Rebecca Harms de los ecologistas europeos, no es más que “pasarse una papa caliente de un nivel político al otro”, la oficialidad presente en Toronto resalta sus logros y aplaza toda crítica a la ausencia del ansiado cascabel en el gato financiero global a Seúl, en noviembre:

“En Europa, la UE ha logrado bastante en el ámbito de los fondos de alto riesgo, las primas a los ejecutivos bancarios y el aumento de capital de los bancos. En pocos meses también serán aprobadas las directrices sobre las ventas al descubierto y el comercio de productos derivados. Estamos a medio camino de la implementación y seguramente habremos avanzado unos pasos cuando se celebre la cumbre del G-20 en Corea del Sur", subrayó Merkel antes de embarcarse para Toronto.

Autora: Mirra Banchón
Editor: Enrique López