UE y OTAN buscan evitar otro conflicto entre Serbia y Kosovo
15 de agosto de 2022El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, y el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, mantendrán el miércoles (17.08.2022) encuentros por separado con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, mientras que participarán el jueves en una nueva edición del diálogo Belgrado-Pristina, que auspicia el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
Lo harán con "escepticismo", según Vucic, que el pasado jueves acusó a las autoridades kosovares de prepararse para matar ciudadanos serbios del norte de Kosovo, mientras que Kurti se ha referido recientemente a la posibilidad de que Serbia, alentada por Rusia, inicie una guerra contra Kosovo.
Las últimas tensiones en la frontera entre Serbia y su antigua provincia, autoproclamada independiente en 2008, han encendido las alarmas de la comunidad internacional, motivando la mediación de Estados Unidos y la UE, y poniendo en alerta a la KFOR, la operación de mantenimiento de la paz de la OTAN en Kosovo.
Tensión por documentos serbios
Las fricciones saltaron en la víspera del 1 de agosto, cuando Kosovo iba a empezar a aplicar la anunciada prohibición del uso de documentos de identidad y matrículas de Serbia en su territorio.
Entonces, se sucedieron bloqueos de los pasos fronterizos y las carreteras, pero tras la rápida mediación de la UE y de Estados Unidos, Pristina accedió a aplazar un mes, al 1 de septiembre, la entrada en vigor de las medidas restrictivas, en línea con otras decisiones que han hecho incrementar la presencia de fuerzas de seguridad en la frontera en los últimos meses.
En Kosovo —cuya independencia Serbia no reconoce, pero ha sido reconocida por EE.UU. y la mayoría de los socios de la UE, aunque no por Rusia, China, India, Brasil o España—, hay 1,8 millones de habitantes, de los cuales la gran mayoría es de etnia albanesa.
"Retórica incendiaria", con Ucrania de fondo
Este domingo, un portavoz de Borrell advirtió en un comunicado de la "retórica incendiaria" entre las dos partes y, en particular, consideró de "gran preocupación" las declaraciones sobre guerra y conflicto en los Balcanes Occidentales. Stoltenberg, por su parte, instó a las dos partes a "mantener la calma, evitar acciones unilaterales y apoyar el diálogo mediado por la UE".
Pese a que desde Bruselas insisten en que cualquier asunto pendiente en las relaciones entre Serbia y Kosovo tiene que abordarse en el marco de ese diálogo, Vucic expresa abiertamente su desencanto con ese formato y Kurti pone el acento en la cercanía entre las autoridades serbias y rusas, y en la posibilidad de que vuelva a estallar un conflicto en su territorio, especialmente después de que la guerra haya vuelto a suelo europeo con la invasión de Rusia a Ucrania.
Serbia ha defendido la integridad territorial de Ucrania pero no se ha alineado a las rondas de sanciones que ha ido aprobando la UE contra Moscú por la agresión a su vecino, pese a que Bruselas espera que los países interesados en unirse a la Unión —Serbia es candidato desde 2012— apoyen su política exterior. (efe)