El alemán, de 33 años y que en 1997 ganó la prueba más prestigiosa de este deporte, dijo en una rueda de prensa en Hamburgo que trabajará como asesor en el modesto equipo austriaco Volksbank.

"Continuaré mi relación con el ciclismo, pero estoy poniendo fin a mi carrera como ciclista profesional", dijo Ullrich. "Seguiré como asesor del equipo Volksbank", agregó, y expresó: "No puedo vivir sin el ciclismo. Es mi pasión y mi vida."

Ullrich fue apartado del equipo T-Mobile en vísperas del comienzo del Tour del año pasado, después de que se relacionara su nombre con la llamada "Operación Puerto", una amplia investigación contra el dopaje desarrollada en España.

Fue suspendido y luego despedido de su equipo, a pesar de que el germano insistió en que no estaba implicado en caso de dopaje alguno. Desde entonces no volvió a correr en forma profesional, más allá de que no fue acusado de dopaje.

Triunfos y medallas

Ullrich, quien tenía 23 años cuando se adjudicó el Tour y muchos lo consideraban el nuevo fenómeno del ciclismo mundial, también ganó la Vuelta a España en 1999 y dos medallas en los

Juegos Olímpicos de Sidney en el 2000.

En aquella ocasión se alzó con una presea dorada en la prueba de ruta y una plateada en la contrarreloj. En 1998 tuvo problemas por una lesión y tuvo que conformarse con el segundo puesto en el Tour de Francia detrás de Marco Pantani.

Ullrich tuvo la desgracia de pasar la mayor parte de su carrera intentando llegar al nivel de siete veces ganador de la prueba francesa, el estadounidense Lance Armstrong, y además nunca logró estar en plenitud física.

Ícaro a tierra

El alemán acabó segundo detrás de Armstrong en el 2000, 2001 y 2003 y fue tercero en 2005. Tras el retiro de Armstrong, Ullrich hubiera sido un firme contendiente en el 2006 si la "Operación Puerto' no le hubiera impedido competir.

En mayo del año pasado, la Guardia Civil española registró varios domicilios y halló esteroides anabolizantes, equipos de transfusión, decenas de bolsas de sangre congelada y documentos que contenían los nombres de 200 atletas profesionales. Se sospecha que estos atletas recibieron productos ilegales del médico español Eufemiano Fuentes.