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Ulrike y Volkan : rostros de la pobreza en el corazón de Europa

Carolina Tobo Tobo19 de noviembre de 2006

A pesar de que Alemania es uno de los países más ricos del mundo, el número de pobres crece y ya hay quienes hablan de una "clase baja". Un término no usado pero, sobre todo, una situación insólita en Alemania.

Del desempleo a la pobreza sólo hay un paso, sobre todo cuando se es madre soltera.Imagen: das-fotoarchiv.com

Las causas de la pobreza son múltiples, por esta razón Ulrike y Volkan son tan sólo paradigmas de un amplio espectro de lo que significa tener una vida precaria en un país como Alemania.

En uno de los pocos asientos perfectamente acomodados de esta sala que se asemeja en algo a la de un frío hospital, espera pacientemente Ulrike Klein, una mujer alta, rubia y algo reservada. Ella se encuentra en este lugar buscando un alivio para su "malestar" económico. Con dos hijos y una montaña de deudas, Ulrike acude regularmente a la oficina para asuntos sociales en el centro de Bonn, en la que cada día las horas de espera se hacen más largas.

Hace ya más de dos años que Ulrike perdió su empleo. Nunca se imaginó que sería tan complicado encontrar uno nuevo. Entre tanto, recibe aproximadamente mil euros mensuales del Estado, 500 de los cuales son para el pago del alquiler del apartamento de tres habitaciones, en el que vive con sus pequeños. El dinero que le queda es para comida, ropa, seguro médico y otros gastos.

Madre soltera en Alemania

Sobre vacaciones e idas al cine hace mucho que no se habla en el hogar de Ulrike, quien afirma con mirada mohína, que como madre soltera, sólo un trabajo de medio tiempo le vendría bien, pues se tiene que hacer cargo de sus hijos. Un dilema que se solucionaría con una escuela de tiempo completo.

En la pálida sala los niños han entablado amistad con algunos coetáneos y corren de un lado al otro aprovechando que su madre que fija la mirada en ell suelo al responder mis preguntas. Al despedirse, Ulrike concluye la conversación diciendo que se siente abandonada por el Estado.

Un turco-alemán sin perspectivas

Justo a su lado derecho, se sienta un joven delgado, con pantalones desteñidos y pelo engominado. Al igual que Ulrike no tiene empleo y su rostro enfurecido con la vida refleja su falta de perspectivas. Volkan nació en Alemania pero sus padres son turcos.

A pesar de que en su hogar nunca se ha hablado alemán, lo domina perfectamente. La causa de su desempleo no radica en el idioma, sino en una decisión algo precipitada, asegura Volkan. A sus 15 años prefirió empezar a trabajar y ganar dinero en el restaurante de su tío y nunca más regreso al colegio. Hace algunos meses su tío vendió el restaurante porque la competencia era cada vez mayor, señala mientras mastica chicle ágilmente.

Desde entonces, Volkan se ha convertido en un desempleado más, ahora aspira recibir algo de dinero en la oficina para asuntos sociales. Sus padres lo han dejado de apoyar económicamente y lo poco que le queda de sus ahorros no le es suficiente para sus gastos.

Lo que se esconde detrás de la pobreza

Para Volkan y Ulrike la existencia de una "nueva clase baja" en Alemania, señalada por el informe de la Fundación Friedrich Ebert, no es del todo "nueva". Según este informe, en Alemania cerca del ocho por ciento de la población pertenece a esta clase social.

Las estadísticas revelan que en la antigua RDA la cifra de desempleados es mucho mayor y cada día más personas viven bajo el umbral de la pobreza. Los más afectados por este fenómeno son familias con un gran número de hijos, padres y madres cabezas de familia, inmigrantes, desempleados y personas con un bajo nivel académico.

Sin embargo muchos expertos opinan que en Alemania solo se puede hablar de una pobreza relativa, pues el Estado así como algunas organizaciones privadas se encargan de satisfacer las necesidades primarias de las personas menos favorecidas.

La pobreza: una bomba de tiempo

En Alemania se es pobre cuando los ingresos son menores al 60% de la media mínima, es decir menos de 730 euros al mes. Una de las causas más comunes de la pobreza es que no existe una ley para regular el salario mínimo, esto conduce en algunos casos a salarios demasiado bajos.

Otro aspecto que contribuye a la expansión de la pobreza es la poca popularidad de las escuelas de tiempo completo que dificulta la vida laboral de los padres y madres solteros.

La pobreza supone un nuevo desafío para la sociedad y es sin duda una bomba de tiempo que si no se desactiva por medio de medidas preventivas, podría debilitar la democracia alemana. Pues seres que se sienten marginados y abandonados por el Estado, como Ulrike y Volkan, se hacen más susceptibles a las promesas salvadoras de ideologías extremistas y antidemocráticas.

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