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Ultimátum al gobierno de Sudán

25 de julio de 2004

Washington presentó ante la ONU una resolución que otorga al gobierno de Jartum un plazo de 30 días para detener las milicias asesinas en Darfur, de lo contrario habrá sanciones.

El presidente Omar al-Bashir, niega que su gobierno apoye a las milicias.Imagen: AP

El Secretario de Estado norteamericano, Colin Powell y el Secretario General de la ONU, Kofi Annan exigieron al gobierno de Sudán a que detenga el genocidio en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, donde milicias árabes musulmanas, los llamados Yanyauid, aterrorizan a la población y han obligado a 1,2 millones de personas a abandonar sus hogares. "Las sanciones contra el gobierno de Sudán estarían plenamente justificadas si éste no reacciona", dijo Powell.

El gobierno sudanés minimiza la situación y recrimina a Estados Unidos y a Gran Bretaña de inmiscuirse de manera desproporcionada. "Lo que para unos es inmiscuirse, es para otros un intento por salvar vidas humanas", dijo Powell. Entre tanto, la sospecha de que el gobierno de Jartum pudiera estar involucrado con las milicias responsables de las masacres, aumenta. La organización Human Rights Watch declaró tener documentos que demuestran la complicidad de algunos funcionarios con las milicias árabes. Según la organización, el gobierno ha reclutado y armado a los Yanyauid. Amnistía Internacional denunció que las milicias estaban recurriendo a violaciones generalizadas de mujeres y niñas como táctica de guerra.

El fantasma de Ruanda

Soldado del gobierno prisionero.Imagen: AP

La situación se agrava dramáticamente no sólo en Sudán sino también en las regiones fronterizas con Chad, donde han sido acogidos decenas de miles de fugitivos. No hay suficientes víveres ni medicamentos y sobre todo falta agua potable. La comunidad internacional se hizo coresponsable del genocidio en Ruanda al no actuar a tiempo y esto no puede repetirse.

El Congreso de Estados Unidos aprobó una resolución por unanimidad en el que declara que en Darfur se está cometiendo un genocidio e insta al presidente, George W. Bush, a imponer sanciones contra los responsables por los delitos y a establecer una fuerza multinacional para proteger a los refugiados y a los miembros de organizaciones humanitarias.

La ministra alemana de Cooperación y Desarrollo, Heidemarie Wieczorek-Zeul.Imagen: AP

Ayuda alemana

La ministra alemana de Cooperación y Desarrollo, Heidemarie Wieczoreck-Zeul, exhortó al Consejo de Seguridad de la ONU a que apruebe el proyecto de resolución presentado por Estados Unidos que impone un embargo armamentístico a las guerrillas que operan en la región y que podría extenderse al gobierno de Jartum. El gobierno alemán aumentó en 10 millones de euros la ayuda a los refugiados. El ministerio del Exterior ya había enviado 12 millones a la región en conflicto.

La crisis en Darfur comenzó a principios del año pasado cuando las milicias Yanyauid lanzaron una campaña contra grupos rebeldes musulmanes de raza negra que acusan al gobierno de haberse olvidado de ellos. Unas 30.000 personas han muerto en el conflicto, y más de un millón han sido desplazadas de sus hogares. Los Yanyauid siguen arrasando aldeas y difundiendo el terror en las poblaciones de origen negro. El presidente de Sudán, Omar Hasan al-Bachir, se comprometió con la ONU a enviar tropas adicionales a Darfur para detener y desarmar a las milicias.

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