De Volkskrant, de Amsterdam: “Wilders logró imponer algunos de sus objetivo en el tratado de tolerancia: reglas más esctrictas para la inmigración y el asilo (político), penalización de la residencia ilegal y la posibilidad de retirar la ciudadanía. Todavía queda por ver si la estrategia defensiva del designado primer ministro (Mark) Rutte (‘lo que cuenta no es el grupo sino el individuo’) basta para ofrecer protección suficiente a la gente contra las que Wilders arremete. Él no podrá promover o apoyar una moción de censura contra medidas del acuerdo de Gobierno, pero sí podrá votar en contra. En ese caso, (los gobernantes partidos conservadores) VVD y CDA tendrán que buscar otras mayorías en el parlamento. Esta es la parte más sensible de esta construcción. El gabinete podría quedar inmovilizado en muchos puntos, en los que la cooperación con la oposición se vuelva imposible”.

Nadie sabotea tulipanes en la EU

Tages-Anzeiger, de Zurich: “En Europa, uno puede servirse hoy impunemente de un extremista de derechas para llegar al poder. El pacto de tolerancia entre el Gobierno de minorías en La Haya y Geert Wilders provoca desazón; sin embargo, la crítica es más bien aislada. Esto no fue siempre así. Hace casi 10 años, la Unión Europea (UE) aplicó sus así llamadas ‘sanciones’ a Austria porque el cristianodemócrata Wolfgang Schüssel se sirvió del liberal Jörg Haider para proclamarse canciller federal. Holanda pertenecía entonces a los Estados de UE que se escandalizaron sobremanera por el ‘pacto diabólico’ entre Schlüssel y Haider. Los Estados europeos congelaron temporalmente sus relaciones con Austria (…) Hoy no hay ningún llamado, por ejemplo, a no comprar más tulipanes holandeses”.

Lula, superstar…

La Stampa, de Turín: “El superpresidente Luis Inácio Lula Da Silva ya ha ganado las elecciones. Brasil se prepara para ir a las urnas este domingo con una certeza: nunca en la historia del país tuvo un presidente saliente tanta aceptación como él. Que el 80 por ciento (de la población) se exprese positivamente sobre él, es un récord, doblemente significativo porque se trata de su segundo mandato. Esta es también la mejor provisión para su candidata, Dilma Russeff. Ella aventaja a sus rivales. Si se convierte el presidenta, se convertirá también en la tercera mujer más poderosa del mundo, tras la (canciller alemana) Angela Merkel y la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton”.

… y un superstar internacional

La Croix, de París: “Brasil, que aparece como un pacifista poder regional, despierta entre nosotros frecuentemente una suerte de curiosidad llena de simpatía. Pero no debemos olvidar que ese país, en primer lugar, representa sus propios intereses – sobre todo, los intereses de una agricultura que no se preocupa mucho por la protección del medio ambiente. Lula entra ahora, a sus 65 años, a la corte de los antiguos jefes de Estado que siguen ejerciendo influencia gracias a su imagen. Con el apoyo a la candidatura de su estrecha colaboradora Dilma Rousseff, se ha ocupado de que su política tenga continuidad en Brasil. En la ONU, se le considera (…) como posible sucesor del secretario general Ban Ki Moon”.

Autora: Rosa Muñoz Lima (dpa, AFP)

Editor: José Ospina Valencia