El grupo de radicales violentos, identificados por la policía como "hooligans" de un club de fútbol local, se concentró el lunes (11.1.2016) en un barrio periférico de Leipzig, considerado como un bastión izquierdista.

Ahí lanzaron cohetes pirotécnicos, piedras y otros objetos contra ventanas, rompieron cristales y mobiliario urbano, hasta que la policía logró disolverlos hasta controlar la situación.

Los altercados se produjeron en paralelo a dos manifestaciones, una convocada por una organización local hermanada con la islamófoba Pegida -los autoproclamados Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente- y otra de signo izquierdista.

Marchas en ambiente de alarma por ataques a mujeres

Pegida decidió esta semana adherirse a esa convocatoria en Leipzig, en lugar de su acostumbrada marcha de todos los lunes en la vecina ciudad de Dresde, donde se originó el movimiento, hace más de un año. La marcha islamófoba concentró a unos 2.000 seguidores, mientras que la de signo izquierdista fue secundada por unos 2.500 simpatizantes.

Las concentraciones en Leipzig se producen en plena alarma política en Alemania, tras las agresiones sexuales contra mujeres registradas en Colonia la pasada Nochevieja, atribuidas principalmente a extranjeros, incluidos algunos refugiados.

Tras el estupor por esos ataques y los centenares de denuncias presentados en los días posteriores se produjeron también en Colonia el pasado fin de semana varios ataques xenófobos, coordinados a través de las redes sociales como "respuesta" a esos abusos.

Ataques coordinados a extranjeros en Colonia

Al menos dos paquistaníes y un sirio sufrieron lesiones en esa ciudad alemana a causa de esos ataques coordinados, cuyos autores se citaron con el propósito expreso de "atacar a personas no alemanas", informó el lunes el portavoz policial, Norbert Wagner.

Su objetivo, según las investigaciones en curso, era "hacer Justicia por propia mano" por los sucesos de Nochevieja en la estación central de ferrocarril de la ciudad renana, donde hasta ahora se han presentado 553 denuncias, de ellas 245 por delitos sexuales.

Según medios alemanes, los que respondieron a esas llamadas eran principalmente grupos de "hooligans", que se lanzaron sin reservas a la "caza del extranjero" por las calles de Colonia. El ministro de Justicia, Heiko Maas, advirtió en contra de los intentos de los neonazis y otros grupos de ultraderecha de instrumentalizar esos sucesos y llamó a "no dejar el campo libre a incendiarios extremistas".

Maas indicó que la ola de insultos contra refugiados difundidos estos días en internet hace pensar que hay gente que esperaba que ocurriera algo como lo de Colonia para dar rienda suelta a su odio racial.

CP (efe, rtr, dpa)