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Economía 2008

Rolf Wenkel (vb/chp)22 de diciembre de 2008

2008 fue un año turbulento para la economía mundial. Muy pocos imaginaron las consecuencias de la crisis inmobiliaria e hipotecaria que comenzó a mediados de 2007 en EE.UU. Resulta difícil predecir lo que traerá el 2009.

2009: el año de las liquidaciones.Imagen: picture-alliance/ dpa

A principios de 2008 nadie imaginó que hacia fines del año términos tales como impasse crediticio, ayudas o fondos de estabilización para el mercado financiero, serían comunes en la todos los medios de comunicación.

En Alemania el año comenzó tranquilo con la presentación de la previsión económica anual. Ante la prensa, el ministro de Economía, Michael Glos, precisó "que no era Moisés ni tampoco un profeta" refiriéndose al futuro siempre incierto. En esa ocasión indicó que no tenía ningún sentido difundir una serie de pronósticos negativos.

En enero el precio del barril de petróleo alcanzó por primera vez los 100 dólares. El fabricante finlandés de teléfonos móviles, Nokia, anunció el traslado de su planta en Bochum, Alemania, a Rumania por razones de costos, lo que se tradujo en la pérdida de 2.300 puestos de trabajo. Pocos días más tarde, Nokia anunció un récord de ganancias. Por otra parte, un solo empleado del gran banco francés "Societé Generale" provocó una pérdida de casi 5.000 millones de euros.

Klaus Zumwinkel y los paraísos fiscales

El jefe de Deutsche Post, correos alemanes, Klaus Zumwinkel, es citado hacia inicios del año diciendo: "Nací en Renania y estoy feliz de vivir en Renania porque aquí me siento muy bien y aquí pago mis impuestos".

Pero una mañana nublada de febrero llegó a su oficina una caravana de vehículos policiales. La fiscalía ordenó un registro de su oficina en la torre de correos en Bonn y de su domicilio particular en Colonia. Se le acusa de haber evadido impuestos por varios millones de euros a través de una fundación privada en Liechtenstein. Poco después renunció a su puesto y a otros cargos.

Zumwinkel y un asunto nebuloso.Imagen: AP

"El gobierno alemán estuvo totalmente de acuerdo con la renuncia de Zumwinkel", indicó Thorsten Albig, portavoz del Ministerio de Finanzas. Eso significó el fin de una carrera. Entretanto, paraísos fiscales como el de Liechtenstein están cada vez más en entredicho y son blanco de fuertes críticas.

Quedó demostrado que Zumwinkel no fue una excepción. Alguien vendió a las autoridades alemanas un CD que contenía datos y cientos de nombres de evasores fiscales. Algunos de ellos formularon su propia denuncia a tiempo y evitaron así su encarcelamiento. Otros aún tienen pendientes procesos judiciales.

150 dólares por barril de petróleo

A comienzos del verano europeo los alemanes se enfrentaban a otras preocupaciones: el aumento de los precios. El precio de los combustibles se encareció como nunca antes. Un litro de gasolina super llegó a costar 1,60 euros y un litro de diesel 1,58 euros. Los consorcios petroleros rechazaron toda responsabilidad en el alza de los combustibles. El precio del petróleo llegó a costar 150 dólares el barril.

Imagen: picture-alliance/ dpa

Los especuladores retiran su capital del inestable mercado inmobiliario y provocan nuevas burbujas especulativas. Descubren las bondades de la especulación con productos agrícolas. Los alimentos registran un rápido incremento de precio a nivel mundial. Se responsabiliza de este alza a la globalización y la demanda gastronómica cada vez más exigente.

Joachim von Braun, director general del Instituto Internacional de Investigación y Política Alimentaria en Washington (International Food Policy Research Institute), explica que "los índices de crecimiento de la productividad mundial del sector agrario se calculan entre un 1 y un 1,5 por ciento anual. Cada vez crece más la brecha porque el crecimiento de la población y de los ingresos mundiales requiere de un 4 por ciento de aumento de la productividad anual. El mundo consume más de lo que produce".

Euro/dólar: tipo de cambio favorable

En Alemania los ciudadanos casi no perciben esa realidad. Las grandes cadenas de supermercados libran una batalla sin cuartel por los precios que se mantienen bajos para alegría de los consumidores.

Comparativamente los precios que pagan los europeos por las importaciones de todo lo que tienen que cancelar con dólares se mantuvieron bajos. A fines de junio, el euro alcanzó la tasa de cambio más alta frente al dólar: un euro equivalía a 1,65 dólares para la alegría de los vacacionistas, no así para la economía alemana dependiente de las exportaciones.

En un principio la debilidad del dólar no afectó tanto a la economía como se esperaba. Casi dos tercios de las exportaciones alemanas van a la eurozona en donde la industria alemana es bastante competitiva. Pero otros países de la Unión Europea, especialmente Italia y Francia, han sufrido más por las consecuencias de un dólar débil lo que no deja de afectar la coyuntura económica alemana.

David Milleker, economista en jefe de Union Investment, explica que el efecto de terceros países será el responsable de una disminución de la demanda de productos alemanes. "Alemania exportará menos".

Es probable que los alemanes detenten en el 2008 el título mundial de exportadores antes de que China se los arrebate. Pero ambas naciones exportadoras tendrán que reducir sus expectativas; la crisis bancaria exige cada vez más víctimas y desembocará en una recesión global.

EE.UU. y el efecto dómino

Imagen: picture-alliance/ dpa

En marzo, el gran banco estadounidense J.P. Morgan Chase tuvo que interceder para apoyar a Investment Bear Stearns víctima de sus especulaciones con hipotecas sin respaldo. En septiembre el Gobierno de Estados Unidos asume el control sobre Fannie Mae y Freddie Mac, compañías que controlaban las hipotecas en ese país. Este fue el inicio de una maratón de salvatajes sin precedentes cuyo fin aún no se ve. Poco después se registró el "lunes negro" en Wall Street: el banco de inversiones Lehman Brothers quiebra.

Dinero perdido

El presidente del Partido alemán de la Izquierda, Gregor Gysi, se indigna al escuchar la noticia de que el Banco Alemán de Crédito para la Reconstrucción transfirió 300 millones de euros a Lehman Brothers aunque se sabía que este banco había quebrado.

"Esperamos una pronta aclaración de este error técnico inexplicable. Esperamos que se adopten medidas contra los responsables", precisa Thorsten Albig, portavoz del ministerio de Finanzas. Horror y burla por doquier.

Entretanto, en Estados Unidos la compañía aseguradora AIG y la caja de ahorros Washington comienzan a tambalearse. El Gobierno aprueba un paquete de rescate de 700.000 millones de dólares para el sector financiero.

La crisis financiera también llega a Alemania. Muchos bancos regionales públicos registran pérdidas millonarias. El instituto bancario Hypo Real Estate que financia inmobiliarias se salva sólo gracias a un aval inicial del gobierno por 35 millones de euros. Una semana después se aumenta la garantía estatal a 50 millones de euros.

"Con la decisión de asegurar los riesgos de liquidez para los bancos pudo evitarse una profundización de la crisis financiera en Alemania. De este modo se protege del endeudamiento a otros actores del mercado financiero, que sin la intervención del Estado habrían perjudicado al sistema financiero en su conjunto", declara el portavoz del Gobierno, Ulrich Wilhelm.

Siga leyendo "Un año de locura para la economía mundial"

Crece la desconfianza

El sistema financiero aún corre peligro. Puesto que ningún banco sabe con certeza la realidad de los balances de la competencia, se reduce la disposición a prestarse dinero sin interés a corto plazo entre ellos. El llamado comercio interbancario queda paralizado.

Buscando salidas.Imagen: AP

Seis grandes bancos emisores bajan en una acción concertada los intereses después de haber inyectado, sin mayor éxito, miles de millones en el mercado de dinero. Crece la preocupación de los ciudadanos por sus ahorros. Finalmente el 13 de octubre el Gobierno alemán aprueba un paquete de rescate por un volumen de 500.000 millones de euros.

"Creo que con esta medida se ha logrado un importante avance político. Ahora, le corresponde a los bancos solicitar esta ayuda", indica la canciller, Angela Merkel.

Los bancos se tardan en aceptar la ayuda estatal. Recibirla es asumir una derrota. Algo inaceptable en palabras de Josef Ackermann, director de Deutsche Bank.

La ayuda estatal no es gratuita, está ligada a condiciones. Entre las exigencias vinculadas está el que no se paguen bonos ni dividendos durante el período de saneamiento. Ninguna inyección de capital superior a los 10.000 millones de euros, ningún salario superior a los 500.000 euros para los directivos. Poco después, Ackermann matiza su postura y declara:

"Las autoridades administrativas tienen el deber y el derecho de examinar críticamente los modelos de negocio. Por lo que hemos visto en Alemania y otros países, hay que preguntarse cómo fue posible que estos modelos perdurarán tanto tiempo".

La canciller Merkel afirma en el Parlamento alemán, el Bundestag: "No hay cheques en blanco ni tampoco protección para los ejecutivos que cometieron errores. Por el contario, estas medidas buscan apuntalar el funcionamiento de nuestra economía y principalmente a los ciudadanos de este país. En este contexto debe entenderse la declaración del Gobierno de que ningún ciudadano debe temer por sus ahorros. Repito una vez más: esta declaración es válida".

La crisis financiera alcanza la vida real

La crisis bancaria llega a la economía real. La primera en anunciar pérdidas y caída en el nivel de sus ventas es la industria automotriz. Ordenan reducir la jornada laboral de sus trabajadores. El consorcio químico BASF detiene la producción en 80 de sus fábricas e instalaciones. Opel, la filial alemana de General Motors, pide ayuda al Gobierno.

Imagen: AP

La Comisión Europea aprueba un paquete de ayuda a la coyuntura de 200.000 millones de euros y el Gobierno alemán elabora un paquete de apoyo por 50.000 millones de euros para la economía. Evita hablar de un programa para impulsar la coyuntura económica.

"Queremos asegurar los puestos de trabajo y el buen desarrollo de muchas áreas. En ese sentido, el Gobierno alemán otorgará ayuda a la inversión orientada a una rápida inversión para los diversos sectores. Pienso que con este paquete, apoyamos a los empresarios y también aseguramos los puestos de trabajo. Esa es exactamente la meta del Gobierno", explica Angela Merkel.

La locura tiene dos caras

Un año de locura el 2008. Los bancos se desplomaron como fichas de dominó, el Fondo Monetario Internacional recortó los pronósticos de crecimiento, Gran Bretaña y Estados Unidos están a la puerta de una recesión, la economía mundial en retroceso. Los inversionistas occidentales retiran su capital de Europa del Este y América Latina porque lo necesitan con urgencia para tapar agujeros en su casa. Los empresarios implementan drásticos programas de ahorro.

¿Nada positivo que informar? La medalla siempre tiene dos caras: la caída de la demanda ha hecho bajar el precio del barril de petróleo por debajo de los 50 dólares, ha detenido la elevada cotización del euro, disminuye el precio de los alimentos. El mercado laboral alemán se muestra robusto: dos veces, en octubre y en noviembre, la cifra de desempleados se situó por debajo del nivel de los tres millones. Por lo menos algunas buenas noticias... por el momento.

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