Desde hace un año, Rusia libra una guerra contra Ucrania. Pese a que el Ejército ucraniano ha logrado reconquistar importantes territorios, grandes partes del país siguen bajo control ruso. El 19 de enero de 2023, las fuerzas armadas ucranianas se retiraron de la ciudad de Soledar, que, desde entonces, es controlada nuevamente por Rusia.

Millones de refugiados

Según datos de la Agencia de la ONU para los Refugiados ACNUR, la guerra ha desatado la segunda mayor crisis de refugiados a nivel mundial. Hasta ahora, Europa ha acogido a unos 6,3 millones de refugiados ucranianos. Otros 6,6 millones de personas han sido desplazadas en Ucrania. 

De acuerdo con la ONU, sobre todo en los territorios del este de Ucrania muchas personas son deportadas a Rusia u obligadas a emigrar ahí. De ahí que se explique el alto número de refugiados en Rusia. Algunos de ellos han intentado llegar del país agresor hasta Europa. 

Pobreza y recesión

ACNUR señala que la situación humanitaria en Ucrania ha "empeorado rápidamente": alrededor de un 40 por ciento de la población depende, actualmente, de ayuda humanitaria para sobrevivir.

También la situación económica es desoladora. Según el Banco Mundial y el Ministerio de Agricultura de Ucrania, en 2022, el Producto Interno Bruto del país disminuyó en un 35 por ciento. Hoy día, el 60 por ciento de la población vive en el umbral de la pobreza.

Rusia resiliente

A diferencia de Ucrania,la situación en Rusia es menos crítica de lo que se pronosticó. No obstante, como consecuencia de las sanciones adicionales que la Unión Europea impuso a Rusia en febrero, expertos creen que esto podría cambiar.

Los pronósticos para el desarrollo económico ruso varían mucho: mientras que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) calcula que la economía rusa se contraerá este año un 5,6 por ciento, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un crecimiento mínimo de un 0,3 por ciento.

Tras la explosión de los precios energéticos en marzo de 2022, los ingresos de Rusia procedentes de las exportaciones de energía aumentaron notablemente y después bajaron continuamente. Actualmente, se encuentran en el nivel de preguerra de diciembre de 2021. 

De cara a la caída de los precios del gas y del petróleo, así como de una caída de la demanda, sobre todo de la Unión Europea, pero también como consecuencia de la paralización de las importaciones chinas, se calcula que los ingresos rusos procedentes de las exportaciones de combustibles seguirán disminuyendo.

(vt/ms)