Un español y siete bolivianos fueron detenidos este lunes (02.04.2018) en una operación antinarcóticos en el este de Bolivia, en la que se decomisó más de media tonelada de cocaína que iba a ser enviada a Brasil, informó una fuente oficial.
La Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (FELCN) realizó el operativo en la localidad de El Palmar del Oratorio, en el departamento oriental de Santa Cruz, dijo a los medios en esa región el ministro de Gobierno (Interior), Carlos Romero.
La intervención fue producto de una "pesquisa del departamento de Inteligencia de la FELCN, que estableció que en una hacienda" en el lugar se estaba acopiando cocaína, explicó el ministro.
Los agentes incautaron más de 600 paquetes de droga con un peso de 649 kilos, "que había sido acopiada por una organización vinculada al narcotráfico que articula a siete súbditos de nacionalidad boliviana y uno de nacionalidad española", agregó.
Las ocho personas fueron detenidas y la Policía continúa con las investigaciones del caso. Según Romero, se presume que la organización acopiaba la cocaína, valorada en más de 2,5 millones de dólares, para enviarla a Brasil. (EFE)
Filipinas y la guerra contra las drogas
El presidente filipino libra una guerra sangrienta contra las drogas, que ya se ha cobrado miles de víctimas. Los familiares sufren. Pero no todos rechazan la política de mano dura.
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La zona más deprimente de Manila
Barangay en Caloocan, en el norte de Manila. Fue destruido por un incendio provocado por dos drogadictos, y los vecinos lo reconstruyeron con sus propias manos sin ayuda oficial.
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En la cárcel
Detenidos por varios delitos en la comisaría de Pasay, en Manila. Bajo el presidente Duterte muchos jóvenes fueron encarcelados o matados por delitos de drogas.
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Sufriendo las consecuencias
Barangay es una de las zonas más deprimentes y pobres de la capital y con más víctimas en la guerra contra las drogas.
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Madre soltera
Jocelyn Bellarmino. Perdió a dos maridos en menos de un año, ambos tiroteados por hombres enmascarados que llegaron de noche a su barangay de Caloocan. Sobre la tabla en la imagen conserva los únicos recuerdos de su segunda pareja.
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El cementerio de Nabotas
Niños juegan en el cementerio de Nabotas, donde son enterradas todas las víctimas de la guerra contra las drogas de los barrios del norte.
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Una cancha inusual
Todos los días jóvenes juegan voleibol entre las tumbas porque, según dicen, no tienen ningún parque cerca de sus casas.
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El hijo ya no está
La familia en duelo junto al féretro de Tano en su vivienda en Manila. Mataron al hijo por un delito de drogas.
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Jugando bingo para el funeral
La familia de Tano organiza entre sus amigos y vecinos un bingo para recaudar dinero para pagar el entierro y funeral. Es una costumbre en Filipinas.
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Mucho más trabajo
Emong Ramos, de 50 años. Es enterrador en el cementerio de Nabotas desde los 10 años. Dice que su trabajo se ha disparado desde que Duterte llegó al poder. Para él es una buena noticia: cobra por cada entierro.
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No todos están en contra de Duterte
Rosita Opiasa, 59 años. Líder social en Caloocan y defensora a ultranza de Duterte, a pesar de que uno de sus hijos murió en su campaña contra las drogas. Muestra el tatuaje de la misma organización de la que es miembro Duterte.
