China: hombre mata a cuatro personas en ataque con bomba
23 de marzo de 2021
Cuatro personas murieron en un atentado con un artefacto de fabricación artesanal contra un edificio administrativo en un pueblo del sur de China, un hecho poco común en el país, informaron las autoridades.
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El hombre que colocó este artefacto de fabricación artesanal, que tenía 59 años, también habría fallecido en la explosión, según la policía, y hay cinco personas heridas.
La explosión se produjo el lunes (22.03.2021) por la mañana en Mingjing, un pueblo de 3.000 habitantes cercano a Canton, donde hay un proyecto de urbanismo que implicará expropiaciones.
Un video difundido en la página de noticias Jiemian muestra una oficina destruida por la explosión, con sangre en las paredes y personas en el suelo, inconscientes.
La prensa local especificó que el edificio tomado como blanco albergaba el Comité del Pueblo, órgano donde se toman las decisiones relativas a la propiedad de la tierra y las viviendas.
El año pasado, las autoridades locales atribuyeron 110 hectáreas a un promotor inmobiliario de Shanghái, que previó reconstruir un pueblo antiguo para atraer a los turistas, según la prensa local.
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Este proyecto implicará que varias familias deberán dejar sus casas y ser trasladadas a otro lugar. Personas que viven en la zona dijeron que el atentado estaba sin duda vinculado a los problemas con las indemnizaciones a las personas que deben dejar sus casas.
Si bien no se han podido verificar esas informaciones, el tema de las expropiaciones es a menudo fuente de tensiones en China entre las autoridades y los ciudadanos.
Entre 2005 y 2015, hubo entre uno y cinco millones de agricultores expropiados por año, muchos sin recibir indemnizaciones, según un estudio de la universidad de Hong Kong.
CP (afp, dpa)
Wuhan, a un año del comienzo de la pandemia
A comienzos de 2020, la ciudad de la provincia china de Hubei alcanzó fama mundial debido a que se convirtió en el primer foco del coronavirus. Hoy la vida ha vuelto a la normalidad. A una "nueva" normalidad.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Hombro con hombro en mercados repletos
Wuhan estuvo confinada durante cerca de 11 semanas tras convertirse en el primer foco mundial del coronavirus. Hasta mediados de mayo, 50.000 de los 80.000 casos reportados oficialmente en China estaba ubicados en Wuhan. Pero hoy la vida ha retornado casi totalmente a la normalidad en los abarrotados mercados callejeros de la urbe.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Bailando en las calles
Durante el confinamiento, los residentes de Wuhan tenían prohibido incluso salir de sus casas. Ahora, pueden darse el gusto de bailar juntos en el parque. Según datos de la agencia de noticias Reuters, no ha habido casos de transmisión local del virus desde hace varios meses.
Imagen: Aly Song/REUTERS
¿Zona cero del coronavirus?
Verduras y todo tipo de carnes -incluso de animales salvajes- solían venderse en este húmedo mercado, que cerró sus puertas en 1 de enero de 2020 luego de que se detectara una misteriosa enfermedad pulmonar cuyo origen tuvo lugar, según los expertos, en este lugar. Los científicos aún no han podido determinar cuál fue el rol exacto del mercado en la propagación del virus, si es que tuvo alguno.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Celis
Sector culinario en riesgo
Antes de la pandemia, Lai Yun solía comprar los productos para su restaurante japonés en el mercado cubierto. "Dejaba a los niños en el colegio, desayunaba e iba al mercado", dice este hombre, de 38 años. Desde la reapertura de la vida, en junio, tiene que buscar los ingredientes en distintos lugares de la ciudad, pagando hasta 5 veces más. "Nuestra meta para 2021 es sobrevivir", dice.
Imagen: Aly Song/REUTERS
No más productos frescos
Aunque la planta baja del mercado cubierto de Wuhan permanece cerrada, el segundo nivel fue reabierto. Allí, sin embargo, la mayor parte de las tiendas vende anteojos y otros productos ópticos. "Alguna gente tiene un sentimiento extraño, pero el primer nivel es ahora solo un edificio vacío", dice una de las vendedoras, que prefiere no identificarse.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Vendedores en las calles
Desde que el mercado cerró, algunos vendedores han comenzado a comercializar carne y otros productos frescos en las calles. Si bien usan mascarillas y guantes, algunos podrían decir que no se cumplen los más mínimos estándares de higiene. Debido a la pandemia, el mercado cubierto fue duramente criticado por sus problemas sanitarios.
Imagen: Aly Song/REUTERS
Un payaso sin mascarilla
La mayoría de los vecinos de Wuhan sigue usando mascarillas en público, porque el coronavirus aún no ha sido derrotado y siguen apareciendo nuevos casos en distintos lugares de China. "Mucha gente está empezando a acumular mascarillas, desinfectantes y otros equipos protectores", revela a DW Yen, una profesora de inglés de 29 años. (dz/lgc)