Un juez bloquea las medidas contra las ciudades santuario
16 de septiembre de 2017
El fallo considera que el fiscal general excedió sus atribuciones y considera que se crearía un "daño irreparable" a las relaciones con la comunidad inmigrante.
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Un juez federal de Chicago, Illinois, bloqueó este viernes (15.09.2017) la orden del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las ciudades para que contribuyan en la implementación de las leyes federales de migración si quieren seguir recibiendo subvenciones federales. Con esas medidas el Gobierno estadounidense quería obligar a cambiar de actitud a las llamadas "ciudades santuario", aquellas que ofrecen refugio a inmigrantes.
En un fallo de 41 páginas, el juez de distrito Harry Leinenweber dictaminó que la Alcaldía de Chicago había probado la "probabilidad de éxito" de los argumentos de su demanda presentada el mes pasado contra el gobierno federal. En concreto, la sentencia había objetado la orden del Gobierno la ciudad de Chicago, pero sienta precedente para otros casos. El bloqueo preliminar se aplicará en todo el país, donde hay una 600 ciudades y condados que establecen políticas santuario y que podrían ser afectadas por la medida. Entre las "ciudades santuario" más grandes también figuran Nueva York, Los Ángeles, Houston y San Francisco.
Según la demanda, el fiscal federal Jeff Sessions excedió su autoridad al imponer nuevos estándares a la concesión de la subvención Edward Byrne Memorial Justice, destinada a los departamentos policiales. El juez señaló que también quedó demostrado que la ciudad podría sufrir un "daño irreparable" en sus relaciones con la comunidad inmigrante si cumpliera que los nuevos estándares del Departamento de Justicia. "Una vez que se pierde esa confianza, no se puede reparar y es del tipo de daño que es especialmente difícil de rectificar si tuviéramos que esperar a que la demanda sea resuelta", agregó.
LGC (dpa/EFE)
Música que cuenta las penurias de la migración
En la Documenta 14, el artista mexicano Guillermo Galindo quiere hacer oír la historia de los migrantes. Para esto recolectó objetos abandonados en las rutas de la migración y los transformó en instrumentos musicales.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
Objetos que hablan
Con su performance "Sonic Borders 2", Guillermo Galindo le cuenta al público parte de la vida de los migrantes. Ha recopilado objetos dejados por ellos en el camino, y los usa para crear música que representa la voz de esa gente. Para esto, cualquier objeto es válido.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
Botellas de agua
Por ejemplo, usa botellas para producir sonidos. Las que Galindo mostró fueron encontradas en una zona de Tejas, Estados Unidos, en la frontera con México. Dijo que podía imaginarse a los migrantes pasando por ahí, sufriendo y bebiendo el agua de esas botellas.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
Objetos con memoria
Su colección también tiene otro tipo de objetos. Entre ellos mostró una cacerola que fue donada por un campo de refugiados en Alemania, un remo de madera y un plato de metal encontrados en la playa en Lesbos, entre otros. Cada pieza guarda una historia personal.
Imagen: DW/C. Albuquerque
Evidencias de un naufragio
También presentó objetos encontrados a orillas de la isla de Lesbos, en Grecia, como estos restos de barcos que al parecer naufragaron. Ha recolectado igualmente un montón de ropa. Dice que lo que encontró en Grecia le recordó a lo que había visto en el desierto de California. Entre los migrantes de aquí y allá hay claras similitudes.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
Estas cuerdas también emiten voces
Esos barcos que naufragaron, Galindo los transformó en instrumentos de cuerdas. Esos sonidos representan para el atista la voz de los migrantes que nos cuentan sus historias y tristes travesías.
Imagen: DW/Carlos Albuquerque
No es arte, es evidencia
El artista no quiere llamarlo arte, solamente quiere mostrar evidencias de una realidad para que el público saque sus propias conclusiones. No quiere imponer ninguna posición política, solamente quiere hacer hablar a esos instrumentos que alguna vez fueron propiedad de quienes se pusieron en marcha, huyendo de la violencia o la pobreza.