20 políticos alrededor de una mesa

STANDARD, Viena: “Todos aquellos que critican la cumbre del G-20 están de acuerdo: será la cumbre las promesas vacías. Incluso en aquellos temas en que sólo importan los contenidos, cada uno de los Estados defenderá sus intereses particulares, impidiendo todo acuerdo. Los propios países integrantes del G-20 tienen la culpa de ello. En el 2008, el año de la crisis, prometieron una nueva arquitectura financiera, pero hasta ahora nada ha sucedido. No obstante, esos críticos pasan por alto varias cosas. El G-20 representa el 90 por ciento del PIB del mundo, pero 20 políticos sentados alrededor de una mesa no pueden reformar la economía mundial. Así no funcionan ni la política ni la economía.”

Grandes discursos, poco contenido

RZECZPOSPOLITA, Varsovia: “Lo más importante serán las conferencias de prensa. Los participantes son los conductores de los 20 países más ricos del planeta. Y abandonarán la cumbre como los salvadores del mundo. En Pittsburgh se sucederán numerosas reuniones. El rebosante orden del día se ve imponente, pero al mismo tiempo vacío. Problemas medioambientales, asistencia financiera para países débiles, lucha contra la ambición desmedida de las grandes instituciones financieras: todos temas que se prestan para pronunciar grandes discursos, sin decir concretamente si superaremos la crisis o nos hundiremos en un marasmo global.”

Menos riesgosos y más valiosos

NEUE ZÜRCHER ZEITUNG, Zúrich: “En aquellos países en los que la regulación tenía grandes déficits, sobre todo en el riesgoso negocio con créditos comerciales, se necesita un substancial aumento del capital propio en el sistema bancario. Además se debe crear a nivel mundial un adecuado límite de endeudamiento, como ya existe en Suiza, Estados Unidos y Canadá. Además debe asegurarse que los bancos posean un suficientemente robusto colchón de liquidez. Más capital propio tiene como consecuencia que quizás los bancos se vuelvan algo más aburridos y obtengan menos ganancias, pero ello redundará en bancos menos riesgosos y más valiosos para la economía global.”

Es bueno que exista el G-20

FRANKFURTER RUNDSCHAU, Fráncfort del Meno: “Durante toda la crisis, Estados Unidos ha aparecido sólo al margen. Se lo puede lamentar, porque el G-20 no es un evento democrático, sino que deja entrar sólo a los ganadores de la economía mundial. Por otra parte, los países presentes en Pittsburgh representan el 90 por ciento del poder económico y dos tercios de la población mundial. (…) Un gobierno económico democrático es una ilusión, con o sin la ONU. Por ello es bueno que exista el G-20.”

PK/dpa

Editora: Emilia Rojas