Leipziger Volkszeitung, de Leipzig: “¿No se suponía que el peligro de que en noviembre se produjeran atentados terroristas ya había pasado? ¿No habían hablado los Verdes y la Izquierda alemanes de la instrumentalización de los atentados y de una histeria general? Después de lo sucedido en Estocolmo, Claudia Roth, que se indigna permanentemente, tendría que bajar el tono. No se trata de poner en práctica fantasías de control y vigilancia que recortarían nuestras libertades esenciales. Una mayor atención y un mayor control no implican el fin de la libertad, sino que, precisamente, la garantizan. Es lógico el rechazo a la creación de un FBI alemán como panacea universal. Y el Ejército alemán también tiene un rol delicado debido a lo sucedido durante el régimen nazi. Pero, en un país en el que los Verdes y la Izquierda se oponen a todo, los terroristas tienen el campo libre.”

Bombas en Navidad tienen mayor eco

Die Welt, de Berlín: “Las fuerzas de seguridad alemanas advirtieron sobre posibles atentados terroristas durante la época prenavideña, y eso es lo que sucedió en Estocolmo. En una calle de compras, un joven terrorista suicida iraquí se inmoló luego de haber hecho detonar artefactos explosivos en un automóvil. De haberse producido la detonación de todos los explosivos, hubieran muerto muchas más personas. A la gente le encanta el tiempo de Adviento y la Navidad. También a los musulmanes les atraen las luces y el árbol navideño, la cálida iluminación que brindan en el invierno europeo, frío y oscuro, así como el esplendor silencioso de la nieve, y la alegría por la fiesta más importante del cristianismo, el nacimiento de Jesús. Es una época llena de dulzura e invita a la reflexión. Para los enemigos del mundo occidental, es una perfecta caja de resonancia. Cada bomba que explote en estos días, que transcurren en una atmósfera especial, produce un mayor eco. No sin razón, las fuerzas de seguridad alemanas habían dado la voz de alarma a fines de noviembre.”

Objetivo de atentados es el país más tolerante de Europa

Rzeczpospolita, de Varsovia: “El objetivo del atentado es uno de los países más liberales de Europa, que recibe a los inmigrantes con los brazos abiertos y les garantiza generosas seguridades sociales. Un país cuya tolerancia y respeto por los derechos humanos son conocidos en todo el mundo. Los atentados de Estocolmo demuestran que los terroristas islámicos no tienen ningún tipo de miramientos. (…) Este atentado debería ser una señal de alarma para las fuerzas de seguridad. El terror islamista sigue en escena y continúan representando un peligro. La próxima vez, podrían tener más suerte. Por desgracia, en Occidente se tiene últimamente la impresión de que la voluntad de combatir al terrorismo islamista se ha debilitado.”

Por una solución al conflicto en Cercano Oriente

Die Presse, de Viena: “El terrorista iraquí mencionó en un mensaje de amenaza que los motivos de su atentado eran la venganza por las caricaturas de Mahoma y la ira por la misión militar sueca en Afganistán. Las guerras de Afganistán e Irak, así como las disputas permanentes entre israelíes y palestinos sirven hace años de pseudo-argumentos a grupos militantes islámicos. Sería ingenuo creer que terminar con esos conflictos pondría fin a los ataques terroristas. Los extremistas siempre volverán a encontrar una razón para agredir al odiado Occidente. Sin embargo, si se encontrase una solución al conflicto en Cercano Oriente, se ganarían puntos contra los militantes islamistas, ya que no podrían justificar tan fácilmente su batalla propagandística contra los supuestos enemigos del Islam y del mundo árabe, los estadounidenses y europeos.”

CP/dpa

Editor: José Ospina Valencia