Un mundo de juegos
7 de marzo de 2005
Düsseldorf y Dresde viven la misma pasión al mismo tiempo. No es una pasión nueva sino una de las más antiguas de la historia. Desde que el niño logra sus primeros movimientos, comienza el juego como un entretenimiento divertido y pedagógico.
Historia de los juegos en Dresde
El Museo de la Higiene de Dresde es el escenario para la mayor exposición de juegos en Alemania, un tema que acompaña al ser humano durante cada día de su infancia. Con una combinación de ciencia y diversión, nos muestra la historia de los juegos desde la antigüedad hasta terminar en un mundo moderno cada vez más racional.
El visitante se sumerge en el recinto rodeado de obras de arte, objetos históricos, videos y las más modernas computadoras ambientado con una fantástica escenificación. Entre pantallas y sonidos, la multitud disfruta incansable con juegos de mesa, flippers y juegos de ordenador. Con un poco de suerte, incluso los mayores obtendrán el beneplácito de los pequeños rivales para intentar probar con el Joystick.
Diferentes aspectos del juego
El tema del museo, uno de los más visitados en Alemania, no es sólo el cuerpo humano, sino también su salud anímica. En este sentido tiene el juego un significado importante. Ejercita la capacidad estratégica y la psicología de los contrincantes. Pero también existen peligros puesto que el juego puede llegar a convertirse en un vicio. El valor de una prometedora carta oculta o el de una bolita podrían conducir a auténticas catástrofes sociales.
Desde el antiguo aspecto religioso del juego hasta la realidad virtual, la exposición trata de temas muy variados. Talleres y discusiones sobre el doping en el deporte, la preparación psicológica de un director deportivo, la cultura del casino o las paráfrasis de Alicia en el país de las maravillas, se podrán visitar en Dresde hasta el 31 de octubre.
La ciudad a los ojos del niño
Paralelamente, el Museo Municipal de Düsseldorf acoge otra lúdica exposición. “Play! Ciudad de los juegos para niños y mayores” trata de mostrar al público el aspecto civilizador del juego. Entre las actividades más interesantes que ofrece esta exposición se encuentra la concepción infantil de la ciudad como zona de juegos. Los niños participan activamente junto con pedagogos, arquitectos y artistas que discutirán sobre nuevos modelos y definiciones de la ciudad.
El niño en la ciudad no ha sido estudiado en profundidad y la organización tiene como objetivo proponer un plano urbanístico alternativo. Para ello, el museo ha recurrido a una colección de juguetes de toda Alemania, incluidos dibujos de niños judíos y colecciones de pintura infantil. Mayores y niños podrán visitar la exposición hasta el 16 de mayo y participar en las discusiones, talleres y acciones lúdicas. No en vano, el juego es uno de los elementos originarios de las culturas, y de la inocente visión infantil del juego, siempre se pueden aprender muchas cosas.