"Cachorro", que se ha presentado en la sección "Panorama" de la Berlinale, es una comedia sentimental con tintes dramáticos. Trata de Pedro, un dentista gay cuyo hobby es el sexo. Pero eso queda en el pasado: su promiscua vida cambia cuando un día se compromete a cuidar a su sobrino de 11 años.

Imagen paternal

En esta película, del español Miguel Albaladejo, los protagonistas homosexuales tienen la panza gordita, poco pelo en la cabeza pero mucho en el cuerpo. ¿Por qué eligió a ese tipo de hombres? "La imagen paternal encaja ahí mejor que el gay superguapo", nos explica Albaladejo en la entrevista.

Su intención era mostrar la contradicción que experimenta un personaje homosexual, de vida disipada al máximo, que tendrá que conjugar sus hábitos sexuales nada ortodoxos con la responsabilidad de cuidar a un niño.

La España de hoy

Humor, sexo y la vida gay -una mezcla no muy insólita para una película. Tanto más le sorprendió a Albaladejo la reacción del público alemán cuando presentó su sexto largometraje en Berlín: "Se sorprendieron muchísimo de que una película tan abierta como´Cachorro` se pudiera producir en España . Creo que los alemanes tienen la idea de que España es un país parecido a Irán."

Albaladejo subraya que España ya no es el país reaccionario, conservador y católico de antes. Sin embargo reconoce que la homosexualidad en España es todavía algo menos "natural" que en Alemania: "Se nota que en Alemania hay más años de libertad. Es algo que en España se ha conquistado desde hace menos tiempo."

Influencia del comic alemán

Quizá es por eso que para el guión de "Cachorro" se inspiró en el trabajo de un alemán: el dibujante de comics Ralf König. "Me encantan sus relatos. Tienen un sentido de humor maravilloso", dice Albaladejo, quien se entusiasma y añade: "Uno aprende mucho sobre el costumbrismo gay y sobre la sociedad alemana en general."

No es la primera vez que un comic de König sirve de inspiración para el cine: la película: "Der bewegte Mann"(El hombre deseado) se basa en uno de sus trabajos y ha tenido gran éxito.

El humor, según Albaladejo, hace falta en todo: Es bueno para hablar sobre homosexualidad, pero es igual de bueno para hablar sobre la vida, la política e incluso sobre la muerte.