Un paseo por museos virtuales
25 de febrero de 2004Para ver la Mona Lisa en original hay que ir a París, por que la sonrisa más famosa del mundo suele colgar en el museo Louvre. Desde que la gente empezó a conectarse a Internet, algunos museos intentaron ampliar su público montando exposiciones especiales para la Red o simplemente exponiendo las joyas de sus colecciones.
La primera euforia, sin embargo, de poder -vía Internet- apreciar las mejores obras de la humanidad sin tener que levantarse de su sillón, se desinfló y se convirtió en un estancamiento creativo.
¿Dónde están los paseos virtuales en tres dimensiones por el Coliseo romano o las pirámides de Giseh? La mayoría de los museos -y en este caso no sólo los alemanes- se limitan a presentar en Internet informaciones básicas sobre su colección. Un fallo especialmente garrafal de los museos germanos es la vergonzosa manía de pensar que todo el mundo habla alemán. Rara vez se ofrece una versión en Inglés; de español ni hablar.
Crímenes estéticos
Uno de los mejores portales para informarse sobre la inmensa cantidad de museos en Alemania se llama webmuseen.de. Esta página se presenta como un buscador y ofrece enlaces a exposiciones actuales en toda Alemania, lamentable sólo en alemán.
El renombrado Museo Histórico de Alemania (Deutsches Historisches Museum) ofrece en su sitio web una síntesis de la historia alemana del siglo XX mediante un paseo virtual por espacios tridimensionales. La idea y la concepción fue ambiciosa cuando se elaboró en 1997. Ahora ya sólo parece anticuada. En Internet siete años son como siete siglos. ¿Ya mencioné que el paseo virtual sólo se ofrece en alemán?
Buenos y malos ejemplos
Un diseño demasiado anticuado ofrecen las páginas del Museo Alemán (Deutsches Museum) en Munich. Un caso grave, ya que el campo fuerte de este museo famoso son las "ciencias naturales y la tecnología desde los orígenes hasta hoy". En alguna parte deberían mencionar que su propia página web es parte de la colección y que muestra la tecnología en sus orígenes.
Pero, por otra parte, existen también excepciones que dan esperanza. En el Museo Diáspora de Tel Aviv se expone ahora un proyecto que nació para la Red. En la Universidad de Darmstadt se realizó una reconstrucción virtual de 14 sinagogas que fueron destruidas por los nazis. El paseo tridimensional por los edificios religiosos se llevó ahora a Israel, para intentar reconstruir parte de la memoria de la cultura judía que había sido arrasada.