Un periodista tras el rastro de la “guerra sucia” en Berlín
Enrique Anarte
17 de julio de 2020
El reportero argentino Toni Hervida siguió la pista de Luis Esteban Kyburg, acusado de delitos de lesa humanidad en Argentina, quien se encuentra en la capital alemana.
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Es verano y, como buen berlinés de adopción, el argentino Toni Hervida llega a la cita en bicicleta pese a la lluvia. En este bar español del popular barrio de Kreuzberg todo el mundo parece conocerle. Son ya más de treinta años en Alemania los que lleva a sus espaldas.
Al periodista, acostumbrado a preguntar, le toca hoy responder a las preguntas. Gracias a su investigación, el diario de mayor tirada de Alemania, Bild, acaba de desvelar que un acusado de crímenes de lesa humanidad en Argentina lleva años aquí, en Berlín.
Luis Esteban Kyburg, de 72 años, era segundo comandante de la unidad de Buzos Tácticos de la base naval Mar de Plata. Dicha unidad de élite es sindicada de ser responsable del secuestro y asesinato de 152 personas opositoras a la dictadura militar entre 1976 y 1983. Kyburg es buscado desde 2013 por la Interpol por presuntos crímenes de lesa humanidad.
"Todo empezó en marzo de 2017, en una reunión de Argentinos para la Victoria, un grupo político que representamos aquí en Alemania, en la que se realizó un recordatorio del 24 de marzo, día en el que se produjo el golpe militar”, dice Hervida a DW. Durante aquel encuentro tuvo lugar una videollamada con los fiscales del megajuicio Subzona 15 en la que se mencionó que uno de los represores estaría viviendo en Alemania.
Aquel macroproceso de Subzona 15, en el que se juzgaron hechos de privaciones ilegítimas de la libertad, torturas en cautiverio y homicidios cometidos contra 272 víctimas de la "guerra sucia”, concluyó en abril de 2020 con 28 cadenas perpetuas, entre otras penas.
Pasó un tiempo hasta que Hervida, tirando de diferentes hilos logró dar con el paradero del prófugo. Durante mucho tiempo varias personas colaboraron en la búsqueda, pero finalmente lograron triangular todas las informaciones recabadas y saber dónde vivía. "Después solo hubo que esperar”, dice Hervida. Un buen día vio por fin a Kyburg paseando por el barrio berlinés de Pankow.
"Cuando lo tuve por primera vez delante de la cámara me tembló el pulso”, rememora el periodista. Con esa información se presentaron ante el abogado Wolfgang Kaleck, quien se puso en contacto con el Fiscal General de Berlín. Hasta ahora Alemania ha rechazado extraditar al acusado, por tener este la nacionalidad alemana.
Pero Hervida decidió acudir a los medios de comunicación, concretamente al diario Bild. Lo importante de todo esto”, explica, "fue ponerlo en los medios para que la gente sepa: acá hay un presunto criminal, tienen que hacer algo”.
El balón, en el tejado de los jueces
Toni Hervida espera ahora que el impacto de la historia acelere una respuesta judicial. "No creo que falte interés, sino que el Estado alemán, en su afán de proteger al ciudadano alemán, es muy cuidadoso”, reflexiona. La falta de evidencias suficientes podría obstaculizar una potencial extradición. Pero el periodista lo tiene claro: "Como explicó el abogado Kaleck en su alegato, en este caso no hace falta probar nada porque por su posición de poder, al cometer un asesinato la parte subalterna, él es responsable y lo sabe”.
El argentino no duda en responsabilizar a las autoridades alemanas de la situación. "Alemania no se puede dar el lujo de seguir permitiendo esto, que un presunto asesino que está aparentemente implicado en 152 homicidios vaya caminando por la calle libre”, subraya Hervida. Y hace referencia al caso de Hartmut Hopp, exmédico de la secta Colonia Dignidad condenado por complicidad en abuso de menores en Chile, pero que vive libremente en Alemania ante la negativa germana de extraditar a un ciudadano alemán.
Hervida espera que la sociedad alemana se conciencie respecto al caso ahora que ha saltado a los titulares, pero sostiene que, si no es así, "nosotros vamos a estar ahí diciéndoles en la cara lo que está mal”. No por venganza, ni odio, ni rabia. Por algo mucho más comprensible: "Estamos pidiendo justicia en el marco de la ley, nada más”.
(ers)
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Megajuicio a represores: un hito en la historia de Argentina
La dictadura argentina (1976-1983) fue duramente juzgada en una megacausa que condenó por crímenes de lesa humanidad a 48 militares.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/E. di Baia
El golpe
El general Jorge Rafael Videla (centro) jura como presidente de la República Argentina, el 24 de marzo de 1976, acompañado por el almirante Emilio Massera (izq.) y el brigadier Orlando Agosti (der.), miembros de la cúpula militar que derrocó a la entonces presidenta democrática Isabel Perón, esposa de Domingo Perón. Todos los que posan en la foto fueron condenados por crímenes de lesa humanidad.
Imagen: AP
Cuando empezó el horror
Dos soldados del ejército leen un periódico en la Plaza de Mayo, en el corazón de Buenos Aires, el día en que las Fuerzas Armadas tomaron el poder. Durante los siete años (1976-1983) que duró el gobierno militar, las fuerzas armadas emprendieron una campaña contra opositores políticos y movimientos culturales. Los grupos de derechos humanos elevan la cifra de desaparecidos a 30.000.
Imagen: AP
Nunca más
La CONADEP fue una comisión creada por el ex presidente Raúl Alfonsín en 1983, tras el advenimiento de la democracia en Argentina, que investigó violaciones a los DD. HH. durante la dictadura bajo la dirección del escritor argentino Ernesto Sábato. Su informe final "Nunca más" dio paso a los primeros juicios a los jefes militares, entre ellos Rafael Videla y Emilio Massera (ver primera foto).
Imagen: picture-alliance/dpa
"Perdón" a los represores
Apenas asumió en 1989, el ex presidente Carlos Menem (der.), anunció una serie de decretos que indultaron a los responsables del golpe, librándolos de toda posibilidad de juzgamiento. El beneficio extendió el “perdón oficial” a los jefes militares procesados no favorecidos por las leyes de “Punto Final” y “Obediencia Debida”, promulgadas por el expresidente Ricardo Alfonsín (izq.) en 1986 y 1987.
Imagen: Daniel Garcia/AFP/Getty Images
Juicios en marcha
El entonces presidente Néstor Kirchner promulgó, el 2 de septiembre de 2003, la ley 25.779 que declaró la nulidad de las leyes de “Obediencia Debida” y “Punto Final”, que hasta ese momento frenaban los juicios de lesa humanidad. A su tiempo y en un decisión histórica, la Corte Suprema de Justicia habilitó el juzgamiento de cientos de represores que habían sido indultados en los 80.
Imagen: picture alliance/dpa
Madres y Abuelas de Playa de Mayo
Las Madres de Plaza de Mayo, primera organización en denunciar los crímenes de la dictadura junto con las Abuelas de Plaza de Mayo, marchan con una pancarta con retratos de desaparecidos por la conmemoración, en 2015, del 39° aniversario del golpe. Los jueves de cada semana de todo el año, desde 1977, realizan su emblemática marcha alrededor de la Pirámide de Mayo frente al Palacio de Gobierno.
Imagen: Getty Images/AFP/J. Mabromata
El "Ángel de la Muerte"
Alfredo Ignacio Astiz, conocido como el Ángel de la Muerte, fue un capitán de la Armada Argentina y operó durante la dictadura militar argentina como infiltrado en las organizaciones de derechos humanos. Este jueves (30.11.2017) fue condenado a cadena perpetua por la desaparición de las monjas francesas Leonie Duquet y Alice Dumont y la muerte de la sueca Dagmar Hagelin, entre otros crímenes.
Imagen: picture alliance/dpa/picture-alliance
Arrojadas al mar
Alice Domon, apodada Caty, fue una monja católica francesa secuestrada durante la dictadura argentina y arrojada desde un avión militar entre el 17 y 18 de diciembre de 1977 en el mar argentino, cerca de la localidad de Santa Teresita, junto con Léonie Henriette Duquet, compañera de Domon en la congregación. El caso de ambas es mundialmente conocido como el de "las monjas francesas".
Imagen: Getty Images/AFP
El día de su muerte
Léonie Henriette Duquet fue una monja católica francesa detenida-desaparecida durante la dictadura militar. Al producirse el golpe militar, ella y Domon empezaron a participar en las organizaciones de DD. HH., algo que definió su participación en una solicitada crítica al gobierno militar publicada por el diario La Nación el 10 de diciembre de 1977, el mismo día de su desaparición.
Imagen: Getty Images/AFP
Los NN
Personal del Equipo de Antropología Forense (EAAF) trabaja en una exhumación de cadáveres en el cementerio de San Vicente en Córdoba, Argentina, en 2003. El EAAF es una ONG científica argentina creada en 1984 con el fin de ayudar a identificar restos de personas vinculadas a crímenes de la dictadura. Desde el año 1986 trabajó en más de 30 países, incluidos Bosnia, Angola, Kosovo y Sudáfrica.
Imagen: picture-alliance/dpa
El papa Francisco
El Premio Nobel de la Paz argentino, Adolfo Pérez Esquivel, habla con medios después de una reunión privada en el Vaticano con el Papa Francisco, en Roma, el 21 de marzo de 2013. Esquivel defendió a Francisco contra numerosas acusaciones en su contra por complicidad con las Fuerzas Armadas que gobernaron argentina aludiendo a una “diplomacia silenciosa”.
Imagen: Reuters
Reencuentro
Estela de Carlotto (der.), presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, abraza a su nieto Guido, el hijo de su hija Laura desaparecida en 1976 y la persona 114 identificada por el grupo, en Buenos Aires, el 8 de agosto de 2014. Ignacio Hurban, secuestrado durante la dictadura, nació en realidad como Guido Montoya Carlotto, hijo de un prisionero político asesinado por el régimen militar.
Imagen: Getty Images/AFP/L. La Valle
Frente al tribunal
En una vista general de la audiencia de sentencia, los 52 soldados y los dos civiles que fueron sentenciados el miércoles (29.11.2017), escuchan el veredicto del tribunal por los llamados “vuelos de la muerte” y otros crímenes cometidos en el centro de tortura Escuela de Mecánicos de la Armada (ESMA).
Imagen: Getty Images/AFP/J.G. Toledo
Obama presente
El ex presidente de EE. UU., Barack Obama (izq.), y el actual presidente argentino, Mauricio Macri (der.), arrojan flores al río desde el Parque de la Memoria en el 40º aniversario del golpe de Estado de 1976. Desde que Macri asumiera el gobierno, más de 50 represores condenados fueron beneficiados con la prisión domiciliaria, según la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Kamm
Hollande por la memoria
El ex presidente francés, François Hollande (der.), también visitó el Parque de la Memoria, el 25 de febrero de 2016, para arrojar flores al Río de la Plata en memoria de los desaparecidos durante la dictadura. Lo acompaña la presidenta de Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, movimiento que busca niños secuestrados por el régimen militar para regresarlos a sus familias legítimas.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Fernandez
Visita de Steinmeier
El entonces ministro de Relaciones Exteriores de Alemania y actual presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier (der.), y la directora de la ONG Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto (izq.), tienen flores en sus manos antes de arrojarlas el río para honrar a las víctimas de la dictadura argentina, en el Parque de la Memoria en Buenos Aires, Argentina, el 3 de junio de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/V.R.Caivano
El Megajuicio
El ex capitán de la armada Jorge Eduardo Acosta (izq.), el ex espía Alfredo Astiz (segundo a la izq.), apodado "el Ángel de la Muerte"; y otros miembros de las Fuerzas Armadas esperan la sentencia del Tribunal Oral Federal N° 5 en Buenos Aires, este miércoles (29.11.2017). Acosta y Astiz fueron sentenciados a cadena perpetua junto con otros 46 represores, que también fueron condenados.
Imagen: picture-alliance/AP Images/V.R. Caivano
Esperanza
Al cumplirse 40 años del último golpe de Estado de la historia argentina, el 24 de marzo de 2016, se hicieron públicos datos de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad de Argentina, informando que hasta entonces habían sido condenados 703 represores en 156 sentencias. Sin embargo, el informe también alertó que “únicamente el 25% de las personas condenadas tiene su sentencia firme".