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Un presidente, dos Méxicos

Eva Usi17 de julio de 2006

La incertidumbre post-electoral en México preocupa en Alemania y Europa. Expertos coinciden en que cualquiera que sea el futuro presidente su mayor desafío será unir el país, pues México son todos.

Un millón de manifestantes respaldó a Andrés Manuel López Obrador, en su reclamo por que se vuelvan a contar los votos.Imagen: AP


"Hay sombras sobre la victoria electoral de Felipe Calderón (PAN), que tendrán que aclarar los tribunales. Sombras sobre su presidencia de seis años, que iniciará el 1° de diciembre", escribe el Frankfurter Allgemeine Zeitung en su edición del fin de semana. El FAZ, como le llama el vox populi, tiene un perfil conservador y es un diario de referencia en Alemania. El periódico informa a sus lectores que más de dos terceras partes de los votantes que acudieron a las urnas el pasado 2 de julio en México, no votaron por Calderón.

La ventaja sobre su rival de izquierda, Andrés Manuel López Obrador (PRD), fue de 250.000 votos según los resultados oficiales. Fue un pelo de diferencia considerando que hubo 41 millones de boletas electorales. El país se encuentra dividido entre un norte industrializado con un creciente bienestar y un sur con una pobreza insidiosa. Cada año 400.000 mexicanos abandonan su tierra para buscar trabajo y progreso en Estados Unidos.

En Europa, al igual que en México, "se esperaba un resultado rápido y un proceso electoral transparente. Ahora los resultados están en duda y no hay un derrotero previsible para encauzar al país hacia una sociedad de mayor consenso", dice en conversación con DW-WORLD, el experto Günther Maihold.

Limpieza electoral

"No hubo mano negra", afirma efusivamente un seguidor de Felipe Calderón.Imagen: picture-alliance/ dpa

"Ya desde las elecciones del 2003 al Congreso mexicano en base a una mayoría entre el PRI y el PAN no se buscó incluir al PRD en el proceso para entablar una dirección conjunta entre los tres partidos. De alguna manera se está revirtiendo esta situación", afirma Maihold. "La no inclusión del PRD, es ahora utilizada por el partido para acusar al IFE (Instituto Federal Electoral) de falta de neutralidad. Sin embargo hubo observadores internacionales de la misma Unión Europea, quienes certificaron que fueron unas elecciones limpias, transparentes y por lo tanto hay una cierta ambivalencia frente a las denuncias de López Obrador", advierte.

Un millón de manifestantes se concentraron en el centro de la Ciudad de México para exigir el respeto al voto y reclamaron un nuevo conteo manual.

"Esta petición de Andrés Manuel López Obrador la vamos a escuchar cada domingo", dice Maihold, profundo conocedor de México y sus instituciones. "Hay que temer que lo que él llama resistencia civil podría escapársele de las manos y generar una situación de mayor tensión en el país. En este sentido creo que tiene una gran responsabilidad. Que no se deje llevar por el autoengaño de la izquierda, porque mover masas no significa tener mayorías", afirma Maihold.

Andrés Manuel López Obrador y sus seguidores.Imagen: AP

Brecha social desde el TLCAN

El experto señala que la división tras las elecciones es el mayor desafío que tendrá que afrontar el próximo presidente, quien quiera que sea. "El rostro de dos Méxicos ya lo conocemos desde la entrada en vigencia del TLCAN que ha agravado la brecha del desarrollo social. Sin embargo, es la primera vez que sale tan dividido políticamente porque antes había un puente institucional que era el PRI, que representaba tanto la modernidad como el retraso económico. Esto para los actores políticos significa que tienen que desarrollar una política mucho más articulada, más orientada a lograr mejores condiciones de vida para el norte y el sur del país, pues México son todos y no sólo una parte de la nación", dice.

López Obrador no es percibido como una copia de Chávez. "Esa percepción no es compartida aquí en Europa, más bien hay una visión muy clara de que proviene de un partido político consolidado, con una vía y una trayectoria institucional reconocida, que ha ejercido cargos de responsabilidad y que ha tenido éxito. En ese sentido, López Obrador no es un fenómeno extra institucional como es el caso de Chávez, sino una opción política que ha ido ganando apoyos en estos años y por eso no se le considera una amenaza ni provoca temor, de acceder él a la presidencia de México".

Evitar el estancamiento

Pancarta del candidato de la "Alianza por el bien de todos".Imagen: AP

Maihold aclara que en Alemania los actores políticos no tienen un juicio de valor para diferenciar claramente entre uno y otro candidato. "Pero sí es querido y pedido que quien resulte ser presidente oriente su política de una manera consistente. Que no haya coletazos ni impredecibles y que encontremos en México a un interlocutor confiable en la política internacional. Esto creo que es el interés inmediato. Que algunos círculos valoren la orientación tecnócrata de Calderón o a una postura más populista de López Obrador, esos son elementos adicionales, pero no lo central".

El investigador concluye la conversación señalando que la búsqueda de un consenso político será el mayor desafío, llámesele pacto o agenda. "Es necesario consensuar una agenda parlamentaria, una agenda política para que el país no caiga en el estancamiento que paralizó los dos últimos años de la presidencia de Fox. Porque si las fuerzas políticas vuelven a bloquearse mutuamente, o si se practica una política de arreglos por debajo de la mesa, eso supondría una contradicción a la consolidación democrática que se espera del futuro gobierno. Sólo así México podrá participar como una contraparte seria y convincente en el escenario internacional.

El Doctor Günther Maihold es subdirector de la Fundación alemana Ciencia y Política. Es especialista en política exterior y relaciones internacionales para Latinoamérica, y en la cooperación bilateral entre Alemania y Europa con el subcontinente americano.

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