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Un pucho y a aprender el ABC

Claudia Herrera Pahl26 de junio de 2004

Se registra un alarmante incremento del consumo de marihuana y hachís por parte de alumnos. No solo adolescentes, incluso colegiales muy jóvenes suelen fumarse su “porro” antes o durante la escuela.

¿Inspirándose para el examen?Imagen: Illuscope

No son pocos los que llegan “por las nubes” a la escuela y tampoco son pocos los que esperan con impaciencia la hora de descanso, para fumarse un churro o joint (como se le dice en Alemania). El número de casos de adolescentes y menores que consumen cannabis ha crecido tanto que los psicólogos han dado el toque de alarma.

Un estudio realizado por el Instituto de Investigación Terapéutica de Munich, por encargo del Ministerio de Salud alemán, demuestra que se ha registrado un alarmante incremento del número de alumnos que acuden al psicólogo por problemas de dependencia grave y consecuentes daños psicológicos.

Según cálculos de expertos, cerca de 15.000 alumnos piden anualmente asesoría a psicólogos y personal especializado por sus problemas por consumo de marihuana o hachís. Hace 10 años eran unos 3.000. Una tercera parte de estos alumnos son fumadores asiduos, con un consumo de hasta 10 “joints” al día.

Fuman de todo

También en Hamburgo se presentó un nuevo estudio sobre el consumo de cannabis. Este estudio se hizo conjuntamente con autoridades sanitarias y escolares de la ciudad. Se realizaron encuestas a alumnos a partir de los 14 años de edad. Un 13,4 por ciento de los encuestados admitió haber fumado un porro o más durante excursiones de grupo. Un 7 por ciento admitió fumar antes de ir a la escuela o durante los descansos.

Los estudios demuestran además, que la tendencia a consumir cannabis es mayor entre los que fuman. De los alumnos encuestas un 2 por ciento no es fumador pero suele consumir regularmente cannabis. Un 38,4 por ciento de los fumadores también fuma “joints”.

Daños a largo plazo

Los resultados han despertado alarma generalizada. El consumo de cannabis en la pubertad puede desencadenar daños a largo plazo. Entre los daños se encuentra falta de memoria, déficit de motivación y de concentración, según explican expertos del Instituto de Investigación Cerebral de la Universidad de Brema. Diversos estudios han demostrado que el consumo de cannabis desde edad temprana menoscaba las facultades de expresarse en palabras. Se desconoce aún los procesos bioquímicos desencadenados por el consumo de cannabis, pero se sospecha incluso que existe una relación entre la esquizofrenia y el consumo de “joints”.

Imagen: AP

Aun cuando hay mucho todavía por investigar, los científicos y expertos indican que es un error pensar que el cannabis es inofensivo. Precisamente la pubertad es una fase muy sensible y por lo mismo es muy importante sensibilizar a los jóvenes sobre los peligros de consumir marihuana o hachís.

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