Sismo de 7,5 grados sacude la isla de Célebes, en Indonesia
28 de septiembre de 2018
El terremoto y el posterior tsunami dejaron, según los primeros informes, al menos 30 fallecidos, entre ellos un fotógrafo de prensa. Horas antes, hubo otro de 6,1 grados con un muerto, 10 heridos y el derrumbes.
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Por el momento las autoridades no han informado de víctimas en el último terremoto, registrado a las 18.02 hora local (10.02 GMT), aunque las primeras informaciones de la prensa local hablan de al menos 30 fallecidos. El hipocentro se situó a 10 kilómetros en la tierra y su epicentro, a 56 kilómetros al norte de la localidad de Donggala, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB) Indonesia indicó en un comunicado que el primero de los terremotos duró 10 segundos y provocó el derrumbe de varias casas, mientras que la población de la zona abandono sus hogares con miedo.
"La gente entró en pánico y abandonó sus hogares. Cuando se activó la alerta de tsunami, la gente respondió dirigiéndose a un lugar seguro" dijo Sutopo en un comunicado.
La Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica emitió una alerta de tsunami tras el terremoto de 7,5 grados, con olas de un máximo de 3 metros, que retiró siete minutos después.
Vídeos en las redes sociales distribuidos por la BNPB muestran a residentes de Donggala corriendo asustados por las calles, estructuras medio derrumbadas y grietas en las carreteras.
Además el aeropuerto de Palu, que opera vuelos domésticos, sufrió daños y permanecerá cerrado hasta mañana por la noche, afirmó el portavoz.
El municipio de Donggala, donde se encuentra la ciudad del mismo nombre y Palu, tiene una población de más de 275.000 habitantes, según el último censo.
557 personas muertas en terremoto de agosto de 2018
Al menos 557 personas murieron y casi 400.000 resultaron desplazadas por los cuatro terremotos de magnitudes comprendidas entre 6,3 y 6,9 que sacudieron la isla de Lombok entre el 29 de julio y el 19 de agosto pasados.
Los terremotos de Lombok provocaron también daños más de 80.000 edificios sufrieron daños, la mitad de ellos graves, y destruyeron parte de la infraestructura de la turística isla.
En 2004, un fuerte terremoto en el norte de la isla de Sumatra generó un tsunami que mató a unas 280.000 personas en una docena de naciones bañadas por el océano Índico, la gran mayoría de ellas en Indonesia.
Indonesia se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica en la que cada año se registran unos 7.000 terremotos, la mayoría moderados.
CP (efe, dpa)
Actualizado a las 3:00 (CET) con la primera cifra de víctimas mortales.
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La erupción del volcán Agung en Bali
Un volcán situado en Bali entró en erupción. Las autoridades elevaron al máximo el nivel de alerta para la aviación y decidieron evacuar por completo la zona.
Imagen: Reuters/Antara Foto/N. Budhiana
Nube de cenizas
El Monte Agung, ubicado al noreste de Bali, hizo erupción varias veces este fin de semana, cubriendo de una fina capa de ceniza los centros turísticos y los pueblos vecinos. Las nubes gris oscuro que salen de su cráter se están alejando de la capital Denpasar y se dirigen hacia la isla vecina de Lombok.
Imagen: Reuters
Reverberación de lava
Al anochecer, un naranao profundo brilla adentro del cráter e ilumina la nube de cenizas de 6.000 metros de altura. El Agung empezó a mostrar señales de actividad en septiembre, motivando las autoridades a elevar el nivel de alerta del volcán al máximo y a evacuar a las 140.000 personas que vivían cerca. La alerta bajó el 29 de octubre, cuando el volcán presentó una disminución de actividad.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Lisnawati/AP
Un paraíso cubierto de cenizas
Las playas de Bali, sus templos y su abundante vegetación atraen a casi 5 millones de visitantes cada año. La isla indonesia se volvió destino favorito de los turistas. Pero Made Sugiri, del centro turístico de Mahagiri Panoramic, explica: “Estamos fuera de la zona de riesgo pero (...) la erupción causa una disminución en el número de visitantes.”
Imagen: picture-alliance/dpa/H. Jilin
"Todavía a salvo"
La agencia indonesia para la prevención de desastres afirma que Bali sigue siendo “sitio seguro” para los turistas, señalando en una declaración que la alerta por la actividad del volcán Agung bajó al nivel tres durante el fin de semana. Es un nivel por debajo del máximo. Pese a un importante número de erupciones, el funcionario declaró que la actividad del volcán permanece relativamente estable.
Imagen: Getty Images/AFP/S. Tumbelaka
Elevación de la alerta para los vuelos
En cambio, el nivel de alerta para la aviación, que pasó del naranja al rojo el domingo, permanece al máximo. Aunque muchos aviones despegaron como estaba previsto, cientos de personas quedaron varadas por cancelaciones. Las autoridades afirman que el aeropuerto principal de Bali seguirá abierto mientras los aviones puedan volar evitando la nube de cenizas.
Imagen: REUTERS
Zona de exclusión
Casi 25.000 personas evacuaron sus casas durante la última erupción. Las autoridades ordenaron movilizarse a la población en un radio de 7,5 kilómetros de la zona de exclusión alrededor del coloso. El Monte Agung es uno de los 120 volcanes activos en Indonesia. Su última erupción mayor, en 1963, causó más de 1.000 muertes.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Lisnawati/AP
Magma y cenizas
Los vulcanólogos califican la nueva actividad del sábado en el volcán Agund como “erupción freática”. La expulsión del humo fue generada por el calentamiento y el ensanchamiento de los mantos freáticos. El domingo, las autoridades explicaron que la situación había evolucionado hacia una erupción magmática, que acaba en un lanzamiento de cenizas.
Medidas de precaución
“El Monte Agung … está todavía botando cenizas. Tenemos que permanecer vigilantes y prudentes respecto a la posibilidad de una fuerte y explosiva erupción,” dijo el vulcanólogo del gobierno indonesio, Gede Suantika. Soldados y policías distribuyen máscaras a las personas que viven en los pueblos y en los centros turísticos vecinos para protegerlas de las cenizas.