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Sociedad

¿Un sueldo del Estado para todos?

Luis García Casas
22 de mayo de 2020

Toma fuerza la idea de una renta básica para paliar los efectos más negativos de la crisis. La CEPAL pidió la medida para Latinoamérica, en Alemania lo hizo un grupo de intelectuales, y España prepara una medida similar.

Argentinien Armut
Imagen: picture-alliance/dpa/Telam/A. S. Cruz

La economía mantiene la respiración, mientras un virus recorre el mundo, sin tener claro cuánto va a poder aguantar. Millones de familias se ven afectadas no solo por el coronavirus y su sombra de muerte a lo largo y ancho del globo, sino también por el incremento del desempleo y de la pobreza que provoca la pandemia.

En este contexto toma cada vez más fuerza una propuesta que trata de paliar, al menos, las consecuencias económicas más negativas de la crisis. Se trata de la propuesta de una renta básica universal para todos los ciudadanos por el hecho de serlo, sin condiciones, que eleve a toda la población por encima del umbral de la pobreza.

¿Puede España convertirse en el primer país en implementar una renta básica universal?

"Lo que va a aprobar el gobierno, el 'ingreso mínimo vital', no se parece absolutamente en nada a una renta básica, aunque ya sé que ha habido alguna confusión en la prensa internacional", protesta Daniel Raventós, titular del departamento de Teoría Sociológica en la Universidad de Barcelona. "Lo que van a implantar, por lo que sabemos por las filtraciones y las declaraciones del ministro, es un subsidio para pobres como ya conocemos en casi toda Europa e incluso aquí, en el Reino de España, todas las Comunidades Autónomas ya tienen", explica.

Los ministros Pablo Iglesias e Irene Montero, en primera fila, pertenecientes a Podemos, el partido que impulsa el 'ingreso mínimo vital'.Imagen: AFP/P. P. Marcou

Raventós es el mayor experto en el tema en España, director de la asociación Red Renta Básica, que lleva veinte años defendiendo la medida. Aunque ningún experto de su asociación, vinculada a otras similares en multitud de países, ha sido consultado para el diseño del 'ingreso básico vital', sí que ha sido invitado "por un partido político, ni mucho menos por el gobierno" a la Comisión de Reconstrucción establecida por el Parlamento para analizar las medidas después de la pandemia. "Si tengo ocasión, explicaré el desastre que van a poner en marcha con el 'ingreso mínimo vital' y la diferencia que habría con la renta básica".

Más optimista es el filósofo Fernando Broncano, catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universidad Carlos III de Madrid, otro de los defensores en España de la renta básica desde el inicio de la idea. "La actual es una medida de emergencia para no dejar fuera de la cobertura a quienes no alcanza el seguro de desempleo; es una base que nos puede permitir adquirir experiencia para una ulterior fase incondicional", confía. Él aborda el problema desde un punto de vista ético que defina "qué significa ser ciudadano y que una sociedad acoja como tales a los suyos: no consideramos extraño que se haga cargo de los niños, los ancianos y las personas desaventajadas psíquica o mentalmente... entonces, ¿por qué no al resto?".

Del "Ganarás el pan con el sudor de tu frente" a la automatización

"Esto plantea siempre muchas objeciones, algunas muy teóricas y que vienen desde orígenes bíblicos («quien no trabaje que no coma», Tesalonicenses, 3:10), pero eso nos lleva a preguntarnos qué es el trabajo y bajo qué formas se da en una sociedad como la actual", plantea, además de contemplar otras objeciones de viabilidad económica.

Daniel Raventós, en una imagen de archivo, durante la celebración del Global Media Forum en Bonn en 2018.Imagen: DW/U. Wagner

Como "en un futuro cercano, la reproducción de la sociedad se podrá hacer con una carga de trabajo asalariado mucho más pequeña debido a una economía intensiva tecnológicamente, se plantea el dilema de dejar a una parte sustancial de la sociedad excluida (posiblemente pueda llegar a ser más de la mitad de la población activa) o plantearse otras formas de organización social", resume Broncano. "La renta básica universal es una de ellas, aunque hay otras como el reparto del trabajo, pero eso es abrir otra discusión", concluye.

La idea no es nueva

En el mundo moderno, el origen de este tipo de medidas está en los acuerdos de Speenhanland y en las posteriores leyes de pobres en Inglaterra, desarrolladas ante el peligro de que cundiera el descontento social y se contagiara en el Reino Unido la Revolución Francesa. Eso, por no retroceder al Imperio Romano, donde el gobierno era el encargado de proporcionar "pan y circo" a la ciudadanía (limitada a la capital, claro está, y con muchas limitaciones); o a las obligaciones de practicar la caridad que tanto el cristianismo como el islam prescriben.

¿Renta básica sin mover un dedo?

04:23

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En la actualidad, aparte de varios experimentos puntuales, lo más parecido a una renta básica se da en Arabia Saudí con los réditos del petróleo, aunque técnicamente se trata de un "impuesto negativo". En Alaska también reciben los habitantes un ingreso anual, mucho menor, a cargo de los beneficios de explotación del crudo. En México, en los setenta, hubo la promesa de que los beneficios del petróleo llegaran a todos los mexicanos y llegó a pedirse un dividendo para todos, aunque nunca llegó a materializarse.

Y no le faltan detractores

"Las objeciones más duras son de orden pragmático: aparentemente hundiría en la deuda a todas las sociedades", resume Broncano. "Los defensores de la renta básica aducen, creo que con razón, que una renta básica hace inútil una enorme cantidad de otras prestaciones sociales y que una reforma fiscal progresiva y razonable hace perfectamente asumible tal prestación generalizada".

Raventós incluso calculó con datos reales el coste en España y comprobó su viabilidad, al menos en este país. Y reta a los detractores de la medida: "Simplemente que vean los experimentos que ha habido; esta es la diferencia, que hace veinte años no los había, pero a lo largo de ese tiempo ha habido experiencias piloto y ninguna puede mostrar de forma incontrovertible que tienen razón". "Al revés, no la tienen", sentencia.

La pandemia como catalizador

Aunque todavía no está claro si la pandemia del coronavirus va a servir para que se adopte una renta básica universal, la idea ha tenido un gran impulso al menos en un sentido. "Es una propuesta de la que se ha hablado mucho más estas semanas que anteriormente", explica Raventós, para quien ya en los últimos años se venía hablando mucho del tema. La directora ejecutiva de CEPAL, Alicia Bárcena, se muestra en entrevista con DW de acuerdo: "Hoy estamos hablando de condiciones que en otro momento hubieran sido impensables".

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"Porque no se trata ya solo de abrir la caja de herramientas fiscales para proteger o para ampliar las transferencias condicionadas o para otorgar créditos a las empresas", afirma la mexicana. Sino poner sobre la mesa una renta incondicional "que verdaderamente le dé a las personas un cierto grado de emancipación, que no tengan que tener la lucha, en América Latina y en Europa también, por la subsistencia", tras constatarse "que muchas de las medidas sociales no han llegado a todos". "Y creo, concluye, que es un momento muy importante para la sociedad poder llegar a este ingreso básico que nosotros pensamos que es para lograr y apuntalar el mínimo derecho a la subsistencia".

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(jov/vt)

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