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Un viaje al futuro

24 de febrero de 2003

Una empresa alemana desarrolló un "traje envejecedor" cuyo principal objetivo es conocer y comprender mejor a un jugoso y prometedor mercado.

Un viaje al futuro que nos gustaría evitar.Imagen: Iris Maurer

En la sociedad moderna, tan orientada por la quimera de la juventud eterna, se ha ido desarrollando una falta de solidaridad hacia las personas mayores. Puesto que nuestro mundo es, según nos lo vende la publicidad a cada instante, joven, dinámico y ágil, tenemos poca comprensión de lo que significa ser viejo: artritis, sordera, falta de energías. En una sociedad como la alemana, en donde la pirámide de la población está invertida, en donde hay cada vez más gente vieja y cada vez menos jóvenes, resulta importante que estos pocos sepan que es lo que sienten esos muchos.

Solidaridad en 10 minutos

La empresa asesora de publicidad alemana Meyer-Hentschel ha desarrollado un "traje de envejecimiento instantáneo". Sólo 10 minutos bastan para saber cómo se sienten las personas mayores y por lo general, para desarrollar solidaridad y comprensión hacia ellas. Hanne Meyer -Hentschel, la creadora de este traje, explica que los jóvenes que lo han usado comprenden en corto tiempo cómo se sienten los viejos. Este túnel del tiempo transporta a sus usuarios varias décadas hacia el futuro, simulando cómo podría comportarse su cuerpo cumplidos los 70 años.

El traje consiste de un overol con 6 kilos de peso integrado. Los codos y rodillas reforzadas están reforzadas de tal forma que se impide el libre movimiento de piernas y brazos. Caminar con el traje puesto es una experiencia extenuante. La indumentaria se completa con guantes que tienen una sustancia que hace que el que se los ponga sufra de una "artritis instantánea" pues el contacto con ella desata una sensación de cientos de agujas pinchando la piel. También son parte del equipo unos audífonos de protección, que reducen en buena parte la capacidad auditiva. Finalmente un casco disminuye la periferia visual y su vidrio amarillo presenta un mundo nublado y deformado.

Imagen: Florian Brunner

Se trata de darle al usuario la sensación de aquello que uno sentirá tarde o temprano. Ciertamente no todos los que cumplan 70 años sufrirán de artritis o tendrán mala vista, pero el traje explorador trata de simular un posible futuro en el que aquello que la juventud da por un hecho, no está garantizado.

Con este traje puesto, cosas tan sencillas como recoger un pañuelo dejan de ser fáciles y requieren de concentración y tiempo. Sacar el monedero de la bolsa con dolores artríticos se convierte en una experiencia dolorosa y frustrante. Y una vez superado este obstáculo, tratar de reconocer las monedas que lleva dentro, genera una ola de desesperación.

Un mercado con gran potencial

A estas alturas, muchos estarán admirando el loable esfuerzo por incrementar el entendimiento generacional, pero ... el creador de este traje, en primera línea, lo desarrolló con motivos comerciales: permitir a los productores y publicistas comprender, sentir las experiencias y limitaciones de la gente vieja, un mercado de gran potencial.

Actualmente el 10% de la población mundial tiene más de 60 años. Según cálculos de las Naciones Unidas en los próximos 20 años tal segmento crecerá hasta el 22%. En Alemania, uno de los países con la tasa de natalidad más baja en el mundo occidental, de sólo1.3 niños por mujer, la población envejece a pasos agigantados. Los especialistas pronostican que en 30 años la mitad de la población alemana tendrá más de 50 años. El poder adquisitivo de este sector también crece. Las compañías lentamente empiezan a descubrir el mercado de los ancianos como uno muy lucrativo. De ahí que tenga gran sentido entender a este sector de la población, si se quiere desarrollar productos apropiados para ellos.

Imagen: Florian Brunner

Desarrollan la tercera generación

Por lo general las personas encargadas de la publicidad de productos para este sector son personas muy jóvenes y no pueden imaginarse lo que se siente ser viejo y los problemas que conlleva. Tiene sentido que las compañías sepan los problemas que tiene una persona mayor para desarrollar productos y servicios apropiados. Es importante conocer las dificultades que tienen las personas de edad avanzada para hacer una llamada con un teléfono móvil o para hacer funcionar una videograbadora.

El "traje explorador" fue desarrollado por Hanna Meyer-Hentschel con la ayuda de gereontólogos, después de que una empresa suiza le pidiera asesoría para construir sus tiendas según las necesidades de los ancianos. Ahora son cada vez más empresas - como la automotriz o compañías aéreas - las que envían a sus empleados a Stuttgart, a hacer un viaje al futuro. Su compañía trabaja en la tercera generación de este tipo de trajes. "Age Explorer III" incluso podrá transmitir algunas condiciones mentales, como confusión o procesos de pensamiento interrumpidos.

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