Ursula von der Leyen sabe cómo poner temas sobre la mesa. Y acá tenemos un tema. Ya el día anterior, la ministra de Defensa había invitado a los periodistas de los medios más reputados a una conversación. Así, en la mañana sus planes ya estaban plasmados en tinta en los grandes periódicos del país. A media tarde, Von der Leyen se puso frente a las cámaras para entregarles el material también a los canales de televisión.

En un antiguo cine de la RDA, el Ministerio ofreció una conferencia sobre ciberseguridad. Para la comparecencia de tres minutos de la ministra, se preparó una pared de color azul con el lema del encuentro. Todo perfectamente organizado, incluso los equipos de los camarógrafos fueron revisados por perros adiestrados, aunque esto quizás haya sido parte de la puesta en escena. Salvo eso, no había medidas de seguridad especiales a la vista.

Hackers y jerarquía militar

Para acompañar la conferencia, la Universidad de la Bundeswehr preparó material informativo. En la pared proyectaron animaciones donde pequeños rayos de colores destellaban sobre un mapa del planeta, simulando ciberataques. Militares discutían con activistas de internet sobre si los hackers más preparados podrían llegar a poner en aprietos a la jerarquía del Ejército alemán. “Llegó el momento”, dijo alguien cuando la ministra se puso de pie frente a la pared azul. “Queremos ser más actuales, modernos y efectivos“, explicó ella. “Un cibercomando” se encargará, en el futuro, de coordinar las actividades del Ejército en la red.

Cerca de 15.000 personas trabajan actualmente en la división de IT. Todos ellos quedarán bajo las órdenes de este comando, sin importar el lugar desde donde trabajen. Entre ellos no solo hay especialistas en guerra cibernética. De hecho, solamente 320 soldados trabajan en ciberdefensa, el resto hace más o menos lo mismo que quienes trabajan en las grandes compañías de IT: actualizan los programas de los computadores, se preocupan de la página web o se encargan del servicio de correos electrónicos. Con el nuevo comando, explicó la ministra, se le dará más valor al tema de la seguridad de la información. Al mismo tiempo, el comando central se encargará de relacionarse con ejércitos amigos. A nivel ministerial, lo que se busca es asegurar la capacidad de acción en una ciberguerra. El Ejército, este es el mensaje, ingresa a la era de internet.

Poco a poco sale a la luz

Con total seguridad, la Bundewehr no es el primer ejército en ingresar a este mundo. El virus Stuxnet, atribuido a Israel y Estados Unidos con el objetivo de atacar el programa nuclear iraní, es un ejemplo claro del trabajo en esta área. Y ya en el año 2007 presuntos hackers rusos atacaron la administración y partes importantes de la economía estonia durante varios días. Como reacción, Estonia reclutó a un grupo de hackers voluntarios para defenderse.

En Alemania, este tema lentamente sale a la luz. Hace poco se hizo evidente que el país también era objetivo para los ciberatacantes. A comienzos de año, la administración del Bundestag descubrió que su sistema computacional estaba tan infectado con virus que se tornó irreparable. Para solucionar el problema, se debió desconectar la red e instalarla nuevamente. El ejemplo se ha citado en reiteradas ocasiones, pues de la protección de la red del Bundestag es responsable la Oficina Federal para la Seguridad en la Información, que, a su vez, responde al Ministerio del Interior. Las capacidades cibernéticas del Ejército y del Ministerio del Interior deben “superponerse”, dijo Von der Leyen. Qué tan preparado está el Ministerio del Interior para esa “superposición” será tema en los próximos días en Berlín, sin duda.

La ministra no quiso entregar muchos detalles más. El nuevo departamento busca ofrecer una “estrategia defensiva”, dijo. Si eso significa que la Bundeswehr realizará ataques, como preguntó un periodista, no quedó suficientemente aclarado. “Debemos ponernos en la situación de proteger a nuestro país y debemos ponernos en la situación de proteger a nuestros aliados”, respondió Von der Leyen. Por la tarde, el Ministerio envió la declaración de la ministra por mp3, por si el mensaje no había quedado claro.