Una cianobacteria mató a cientos de elefantes en Botsuana
21 de septiembre de 2020
Las autoridades del país africano informaron que la bacteria, que es capaz de producir toxinas que pueden envenenar a la fauna terrestre, marítima y a los humanos, se encontraba en el agua que bebían los paquidermos.
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Según informaron las autoridades de Gobierno de Botsuana, una cianobacteria capaz de producir una toxina en el agua fue la responsable de la enigmática muerte de más de 300 elefantes. La causa del fallecimiento de los paquidermos se determinó tras meses de pruebas científicas encargadas por el Ejecutivo de la nación austral africana, famosa por albergar la mayor colonia de elefantes del mundo.
Las cianobacterias son un tipo de bacterias que tienen la capacidad de realizar la fotosíntesis. Afloran en el agua y son capaces de producir toxinas que envenenan la fauna terrestre y marina. Además, pueden generar trastornos para el ser humano.
El número de elefantes muertos por culpa de las cianobacterias ascendió a unos 330, según detalló hoy Cyril Taolo, subdirector del Departamento de Fauna Salvaje y Parques Nacionales de Botsuana, en una rueda de prensa televisada.
Pese a la clarificación de la causa de los decesos masivos y repentinos de estos animales, que habían alarmado tanto al Gobierno botsuano como a los conservacionistas y animalistas, aún hay muchos interrogantes sobre el suceso.
"Tenemos aún muchas preguntas por responder, incluido por qué solo la especie de los elefantes (se vio afectada), por qué en el área involucrada y qué pudo desencadenar todos estos cambios que hemos visto en la zona. Tenemos varias hipótesis que estamos investigando", señaló en la rueda de prensa Mmadi Reuben, veterinario jefe del Departamento.
Las alarmas sobre la muerte de los elefantes botsuanos saltaron a primeros de mayo, cuando se localizaron los cadáveres de varios elefantes en la aledaña zona del Delta del Okavango y los expertos no pudieron conjeturar una causa de la muerte a simple vista.
Exploraciones posteriores llevaron a descubrir alrededor de 300 paquidermos muertos en similares condiciones, con signos de daños neurológicos repentinos. Ninguna otra especie se mostraba afectada, ni siquiera los carroñeros que pudieran haberse alimentado de los elefantes fallecidos como hienas o buitres.
"Es muy, muy extraño, especialmente que sean solo elefantes", explicó entonces a Efe Niall McCann, director de conservación de la británica National Park Rescue, una de las organizaciones que investigaban el problema.
Botsuana, con una colonia de alrededor de 125.000 ejemplares, es el país del mundo con más elefantes. De ellos, un 10 % se encuentra en la zona afectada por este brote, el Delta del Okavango, muy conocido internacionalmente por su turismo de safaris de lujo.
JU (efe, afp, rtre)
Los animales y sus increíbles técnicas para escuchar
Los humanos no podemos oír frecuencias tan bajas como los elefantes o tan altas como los murciélagos, tampoco podemos mover las orejas como los gatos. Sin embargo, aprendimos a mejorar nuestras habilidades auditivas.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul
Los conejos pueden rotar sus orejas 270 grados
El movimiento de las orejas les ayuda a escapar de los depredadores, pero las orejas también hablan sobre el comportamiento. Las orejas rectas significan que están escuchando. Cuando tienen una oreja arriba y la otra abajo, escuchan pasivamente. Las orejas apoyadas en la espalda, indican un estado mental relajado, si se tocan. Pero si están separadas en la misma posición son señal de miedo.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul
Los gatos y los perros son muy atentos
Un perro reacciona incluso cuando parece que no hay nada. Los perros pueden diferenciar los pasos de su dueño de los de los extraños. Los oídos de los gatos son aún más sensibles. Los perros tienen 18 músculos en las orejas, mientras que los gatos tienen 30 y pueden incluso rotarlas 180 grados. Así que no intente acercarse sigilosamente a su gato, no tiene sentido.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Faber
Los murciélagos usan ondas ultrasónicas para oír
Los murciélagos envían ondas sonoras ultrasónicas desde sus bocas y luego el eco rebota en su cuerpo. Los murciélagos utilizan esta estrategia para determinar el tamaño y la ubicación de los objetos y para encontrar comida en total oscuridad. Además, los murciélagos tienen 20 músculos para cambiar la forma y la dirección de sus orejas, para afinar su recepción del eco.
Imagen: picture-alliance/Mary Evans Picture Library/J. Daniel
El título de "mejor oído del mundo" es para un animal sin orejas
En la eterna lucha depredador-presa-depredador, las grandes polillas de cera han logrado escapar de la depredación de los murciélagos gracias a la evolución de los oídos sensibles a los ultrasonidos. Tienen la mayor sensibilidad de frecuencia registrada en el mundo animal y oyen 150 veces mejor que los humanos. Incluso pueden oír frecuencias 100 hertzios más altas que los murciélagos.
Cuando los escarabajos, grillos y polillas escuchan las ondas ultrasónicas de sus depredadores, huyen o vuelan en zigzag o en ondas. Algunos grillos y escarabajos producen chasquidos para ahuyentar a los depredadores.
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Las ballenas son submarinos vivientes
Un submarino usa técnicas de ecolocalización similares a las de los murciélagos y que las ballenas emplean en las oscuras profundidades de los océanos. Se cree que los silbidos y chasquidos producidos por las ballenas les proporcionan una vista tridimensional del espacio, ty ambién son importantes en la comunicación entre los individuos.
Imagen: picture-alliance/WILDLIFE/W. Poelzer
Los delfines pueden escuchar a través de su mandíbula
Los delfines navegan gracias a un mecanismo similar a la ecolocalización de los murciélagos. Envían impulsos sónicos desde sus frentes que son reflejados por los alrededores y luego recibidos por los receptores de sonido en sus mandíbulas y dientes.
Imagen: picture-alliance/WILDLIFE/W. Peolzer
Los elefantes pueden pronosticar una tormenta eléctrica
Con sus enormes orejas, pueden oír el sonido de las nubes agrupándose antes de la lluvia. Los elefantes pueden captar las ondas infrasónicas, una baja frecuencia que los humanos no podemos oír. También pueden oír con sus pies, usando terminaciones nerviosas que detectan las vibraciones del suelo. Algunos animales tienen receptores que transmiten vibraciones y ondas de sonido al sistema nervioso.
Imagen: picture-alliance/M. Reichelt
Los búhos son la cámara de vigilancia de la naturaleza
Los búhos no solo tienen una excelente visión nocturna y la capacidad de rotar su cabeza 360 grados, sino que también tienen una audición notable. Los búhos pueden escuchar en forma asimétrica, así que cuando vuelan, un oído recoge los sonidos de arriba mientras el otro escucha los de abajo. Este sistema que trabaja en tándem con su visión nocturna les garantiza que su presa siempre sea atrapada.
Imagen: DW
Algunas personas invidentes “navegan” como los murciélagos
Algunos ciegos han aprendido a usar la ecolocalización para "escuchar" su entorno. Una forma de hacerlo es haciendo chasquidos con la boca y luego escuchando reverberaciones para estimar el tamaño de una habitación o la distancia a una pared o una valla. Algunos dicen que pueden describir un lugar basándose sólo en la ecolocalización.