Argentina: los mapuches y el Ejército chocan por las tierras
8 de octubre de 2020
El grupo mapuche Millalonco Ranquehue ocupó el sector de un terreno militar y acusó tener derechos históricos sobre esas tierras. Los militares desmantelaron el vívero que habían comenzado a construir.
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Momentos de confusión se vivieron en San Carlos de Bariloche (sur), zona donde el Ejército argentino tiene en funcionamiento la Escuela Militar de Montaña, luego de que una colectividad de mapuches ocupara un sector del terreno militar y reclamara tener derechos sobre esas tierras.
Según fuentes en la zona, la comunidad de mapuches Millalonco Ranquehue había comenzado a instalarse en el predio con la intención de levantar un asentamiento en el que pretendían desarrollar un proyecto intercultural de huerta comunitaria.
Integrantes de la Escuela Militar de Montaña patrullaban la zona la semana pasada cuando se percataron de que había indicios de actividad de tala de árboles, además de un acopio de madera, la construcción de un mangrullo y otros elementos que evidenciaban que alguien pretendía de instalarse allí.
Al detectar esta situación, el Ejército argentino desmanteló la construcción improvisada y se dirigó a la Policía a entregar la evidencia correspondiente. Posteriormente, personal militar se instaló con tiendas de campaña para supervisar que no se generaran nuevos intentos de ocupar la zona.
Ante estos sucesos, la comunidad Millalonco Ranquehue se dirigió con abogados, personas vinculadas al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y medios de comunicación a la base militar. Ahí aseguraron que las tierras en disputa le pertenecen.
Un juzgado federal determinó y recomendó que era mejor retirar el puesto militar en la zona, para que la situación no escalara a un conflicto de mayor envergadura. La zona destinada para ejercicios militares por parte de Escuela Militar de Montaña corresponden a 700 hectáreas. El Ejército había denunciado que los mapuches ya han avanzado y ocupado alrededor de unas 100 hectáreas de ese terreno.
La Escuela Militar de Montaña lleva más de 50 años establecida en la zona de Bariloche. En ese lugar se realizan entrenamientos del personal militar. En defensa de los mapuches, expertos aseguran que las tierras no le pertenecen al Ejército, sino que al Estado argentino.
Los mapuches - o araucanos- son un pueblo indígena que habita principalmente en Chile, en la Región de la Araucanía, aunque también tienen presencia en Argentina. Los Estados de ambos países llevan muchos años sin poder solucionar el conflicto con el pueblo indígena que reclama las tierras de sus antepasados. La población mapuche vive discriminación racial por parte de las sociedades argentinas y chilenas, manifestado en menores índices de ingreso, educación y desempleo.
JU (lanacion.com.ar, clarin.com)
Rukas, historia y costumbres mapuches en la capital chilena
La obra 'Rukas mapuche en la ciudad' hace un cadastro de las rukas que, entre autopistas, viviendas sociales, parques, universidades, jardines y centros de salud, se ubican en comunas periféricas de Santiago de Chile.
Imagen: Rosario Carmona
Fenómeno urbano metropolitano
Un tercio de la población total mapuche vive en Santiago de Chile, porcentaje que comparte con la región de la Araucanía. Según la antropóloga chilena Rosario Carmona, a pesar de que "el fenómeno urbano se da en la zona metropolitana", se han contruido tres rukas nuevas y antiguas en la región de Valparaíso, donde también se concentra una importante población mapuche.
Imagen: Rosario Carmona
Objeto de orgullo
Actualmente existen más de una veintena de rukas en Santiago y “se siguen construyendo”, aseguró Carmona. Situadas en comunas vulnerables fruto de la “segregación que padece Santiago”, las rukas cargan historias de las distintas negociaciones, tensiones e, incluso, desencantos, a los que han tenido que enfrentarse sus creadores, así como de un profundo sentimiento de orgullo.
Imagen: Rosario Carmona
Con aires sureños
Fabricadas con madera y coligüe (una especie de paja), las rukas han introducido elementos más modernos como baldosas, ladrillos y otros materiales de construcción. También se caracterizan por no tener ventanas, pero sí orificios en el techo y un espacio en el centro para poner el fuego, “no solo para cocinar, pues el humo cumple funciones de desinfección”, aclaró la antropóloga chilena.
Imagen: Rosario Carmona
Construyendo una ciudad intercultural colectivamente
En la mayoría de las ocasiones, la construcción de estas rukas ha sido un evento colectivo, a cargo de uno o más rukafes, pero con la participación de toda la comunidad, la familia, vecinos y amigos que, a pesar de las discriminaciones que han soportado, han llevado a configurar una ciudad más intercultural.
Imagen: Rosario Carmona
Función social
Actualmente las rukas cumplen una función más social que doméstica, por lo que, al menos en la Región Metropolitana, no son habitadas como antaño, sino utilizadas en ocasiones especiales, con mayor o menor frecuencia, y alojan mesas, sillas, pizarras, pendones, ciertos utensilios de cocina y en algunos casos platería y objetos tradicionales mapuches en exhibición.
Imagen: Rosario Carmona
Diversidad de actividades
El rol que juegan las rukas en el pueblo mapuche se plasma con la diversidad de actividades que se llevan a cabo, algunas más cercanas a la costumbre ancestral mapuche como we tripantü, nguillatún, juego de palín, ferias culinarias, charlas con dirigentes y representantes tradicionales como werkén machi, lawentuchefe y üllkantufe.
Imagen: Rosario Carmona
Patrimonio inmaterial
Las rukas en la Región Metropolitana se han instalado como lugares que hacen confluir el patrimonio material e inmaterial del pueblo mapuche y, a la vez, como lugares de alto valor patrimonial en sí mismas, ya que todas toman como referencia la ruka de carácter ancestral construida en la zona sur del país.
Imagen: Rosario Carmona
Logros precarios
Para la autora, el colectivo debe hacer frente a discriminaciones y tener en cuenta que no existen garantías que les aseguren dichas rukas creadas y otros logros conseguidos, como programas de salud y educación. Igualmente, pueden ser objeto de reducciones de personal o de supresión de oficinas de asuntos indígenas en el caso que se reduzca el presupuesto municipal.