Una deliciosa medalla para Suecia
21 de octubre de 2004![](https://static.dw.com/image/1368341_800.webp)
Suecia es el ganador de la Olimpada de los Cocineros en Erfurt: Convincente y contundente fue su combinación de canapés (pastrami de rodaballo, terrina de zanahorias, tartar de mariscos, corazones de alcachofas y semillas de judías verdes en salsa de limón), su plato fuerte (lomo de gamo gratinado, albóndigas asadas de ciervo, combinación de verduras y espuma de papas y salmón) y su postre (variación de cerezas y almendras, helado de cereza y biscocho de almendras, bavaroise de almendras con jalea de cereza en chocolate).
Y aunque el capitán del equipo sueco, Gert Klötzke, declarara que "Suecia ha aprendido mucho de Alemania", el equipo alemán no pudo ocultar la decepción que representa ocupar "sólo" el sexto lugar. En segundo lugar quedó Suiza, seguida de Estados Unidos, Canadá, Escocia y Alemania. En la categoría juvenil, el equipo alemán tuvo que entregar su corona a los jóvenes suizos y ocupar el cuarto lugar. Oro lograron los teutones en la categoría individual de repostería militar.
Una brillante participación
Aunque su "Mundo acuático" -siluritos rellenos y colas de cigalas rellenas con mousse de ostras- no lograra el triunfo, la gloria alemana es el concurso en sí. Como nunca antes en los cien años de vida que tiene esta sabrosa olimpiada, la participación ha sido apabullante: 32 equipos nacionales, 16 equipos juveniles, 12 equipos para comida militar y 8 equipos especializados en grandes comedores.
Un desafío para cada cual
La idea que hay detrás es que a pesar de las duras condiciones, como son las de un campamento militar o del poco tiempo y la cantidad imperante en la gastronomía industrial, la comida puede seguir siendo sana, alimenticia, creativa y bella. Para la categoría de cocina militar, con utensilios de campamento de la OTAN, los cocineros tuvieron que prepara dos menús de tres platos cada uno. Lo único "civil" en cuanto a instrumentario era una olla a vapor. Los suizos enviaron al equipo de la Armada Suiza, que se llevó la medalla de oro en esa categoría.
Elementos nacionales en contexto internacional
Las dificultades de los equipos nacionales eran otras. Más allá del desafío que plantea el presentar muestras de comidas frías, platos fuertes y postres en un espacio de 3,5 x 4 metros, además de una "Menú nacional" -que consta de tres platos-, los ingredientes deben ser del lugar de origen, pero "preparados con tecnología europea", opinaba el capitán del equipo ruso, Igor Artamonov. El menú de su equipo, por ejemplo, llevó el nombre de Piotr Chaikovski, y fue preparado según las costumbres de la cocina aristocrática del siglo XIX.
"El problema consiste en que los restaurantes se niegan a permitir que sus cocineros se marchen a semejantes concursos y olimpíadas, pues los preparativos suelen llevar mucho tiempo, por lo que muchos participantes potenciales desisten, optando por no perder su puesto en un restaurante de renombre", manifestó Artamonov a la cadena rusa RIA.
El desafío para los 60 jueces de 18 países consiste es medir la calidad basándose no sólo en la destreza del equipo, sino en el equilibrio nutritivo de la creación, en su belleza, sabor, elegancia. Y no por último en su estilo moderno. Se trata también de que las creaciones surgidas en Erfurt lleguen pronto a fogones de todo el mundo. Un criterio adicional es que el sabor de cada alimento se distinga en el conjunto de la creación.
Así, el equipo nacional finlandés sirvió "Lomo de ciervo blanco asado en salsa oscura de pimentón" y Austria, por el estilo, se lució con "Variaciones de ciervo y codorniz de los bosques del Emperador" . que se acompaña con puré de setas y polenta con semillas de calabaza, peras y castañas con salsa de bayas de enebro y vino joven. Cabe esperar que el presidente de la Asociación de Cocineros Alemanes no se equivoque cuando dice que en Erfurt se ve ahora "lo que habrá sobre los platos en los próximos años".