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¿Una exigencia adecuada?

19 de mayo de 2011

La exigencia de países emergentes de designar al nuevo director del FMI encuentra tantos adversarios como adeptos en la prensa de Europa.

Sede del FMI.
Sede del FMI.Imagen: ullstein bild - JOKER/Lohmeyer


Aftenposten
, de Oslo: “El caso Strauss-Kahn no debe ser un obstáculo para que el FMI supere los muchos desafíos a los cuales se enfrentan numerosos Estados y organizaciones financieras nacionales e internacionales. (…) La aguda crisis por la que pasa el FMI ha hecho que países con un fuerte crecimiento económico, como China, India y Brasil, exijan estar mejor representados en ese organismo, probablemente hasta en los cargos directivos. Esa exigencia es totalmente adecuada. El FMI se creó en 1944 y, desde entonces, el mundo ha cambiado enormemente. Las organizaciones internacionales que no se adaptan y no son capaces de seguir el curso del tiempo sólo tienen un valor de utilidad limitado.”

¿Otro europeo al mando del FMI?

Gazeta Wyborcza, de Varsovia: “El Fondo Monetario Internacional influye sobre la política de la Unión Europea porque Alemania, en contra de la voluntad de otros países de la zona euro, impuso en 2010 que el FMI participara del rescate financiero de Grecia. No se trataba, en principio, de que la eurozona no contara con suficientes recursos financieros, sino de la desconfianza de Berlín hacia las instituciones de la Unión Europea, que no notaron la falsificación de las estadísticas de Atenas. La canciller alemana temía que la UE no estuviera en condiciones de vigilar estrictamente la reforma económica de Grecia. Por fin, luego de grandes resistencias, se logró que el FMI interviniera desde París, lo que fue interpretado en Bruselas como una humillación, entre otros, para la Comisión Europea. Y fue el reconocido francés Dominique Strauss-Kahn quien calmó los ánimos. Pero si ahora se nombrara como su sucesor a alguien que no perteneciera a la Unión Europea y que tuviera derecho a participar de las decisiones acerca de los paquetes de rescate, podría volver a hacerse presente el resentimiento que produjo la idea de Angela Merkel. ¿Será esta vez una mujer la presidenta del FMI? Tal vez por eso los medios presentan a Christine Lagarde como a una de las favoritas.”

“No se debe renunciar a que un europeo presida el FMI”

The Independent, de Londres: “Como toda gran organización internacional, tampoco el FMI es capaz de superar rápidamente sus crisis internas. Y es lamentable que se produzca un vacío repentino en su jefatura justamente en el momento en que aumenta la presión para traspasar el cargo directivo por primera vez a un candidato no europeo. No sólo se trata de quién será el sucesor de Strauss-Kahn, sino también de si se debe echar por tierra con una antigua tradición. Por un lado, hay buenas razones para regular rápidamente la sucesión, pero no se debería renunciar precipitadamente a la exigencia europea al cargo, más aún cuando los problemas de la eurozona son un asunto prioritario para el FMI. Una solución transitoria dejaría este tema en suspenso.”

“La paciencia de China será recompensada”

Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno: “La era de Dominique Strauss-Kahn en el FMI ha llegado a su fin, y aún no está claro quién será su sucesor. ¿Un europeo? ¿O alguien de los países emergentes? (…) Europa todavía no se ha puesto de acuerdo al respecto. (…) Para bien del futuro de la unión monetaria, lo mejor sería que alguien totalmente ajeno a esa organización, munido de la autoridad que otorga el cargo directivo, controlara y amonestara a los gobiernos económicamente endebles de la eurozona. Pero se da por descontado que los europeos no permitirán semejante cosa. A pesar de la probada eficacia de la división de tareas con los estadounidenses, para la elección de un director europeo del FMI prima aquel viejo axioma de que “el que paga, ordena”. A pesar del ascenso de algunos países emergentes, esa racionalidad en la distribución del cargo presidencial entre Europa y EE. UU, tanto en el FMI como en el Banco Mundial, aún no ha perdido validez. El único país que podría hacer valer seriamente la exigencia de ocupar una posición ejecutiva en ese organismo es China, la segunda mayor economía del mundo, que cobra cada vez más peso en el FMI. Y China sabe que su paciencia será recompensada y que los frutos de su éxito económico caerán sin duda sobre el escenario financiero internacional.”

CP/dpa
Editor: Pablo Kummetz

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