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COP28 reconoce iniciativa mexicana contra la escasez de agua

Judit Alonso
12 de diciembre de 2023

América Latina y El Caribe, y particularmente México, han dejado su huella en la COP28 con una iniciativa que se ha sido seleccionada como ganadora de los Premios de la ONU a la Acción por el Clima.

Michelle Zárate
Talento latinoamericano en el podio. La joven mexicana (en el centro) con el diploma del premio, junto con la directora de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, desde octubre, la costaricense Grethel Aguilar (a la izquierda) que le dedicó unas palabras de felicitación en español en la ceremonia. Imagen: Privat

En la recta final de la cumbre de Naciones Unidas sobre cambio climáticoque se lleva a cabo desde el pasado 30 de noviembre en Dubái (Emiratos Árabes), la COP28, las miradas se centran en el texto que debe aprobarse al final de dicha conferencia y la posición de los combustibles fósiles en él.

No obstante, aunque las negociaciones siguen reñidas en este aspecto clave, la cumbre también es el espacio para dar a conocer laacción climática que se lleva a cabo en todo el mundo, un punto de intercambio de experiencias y fuente de inspiración de proyectos que pueden replicarse en otros lugares del planeta.

En este sentido, la región de América Latina y El Caribe, y particularmente México, han dejado su huella con una iniciativa que se ha sido seleccionada como ganadora de los Premios de la ONU a la Acción por el Clima.

Se trata del proyecto ‘Manejo de microcuencas para la autogestión del recurso hídrico para agua limpia y suficiente en Santa María Yucuhiti (Oaxaca)’, de la organización Espacio de Encuentro de las Culturas Originarias. “Es el estado más vulnerable al cambio climático y los pueblos originarios son los más vulnerables por su alta marginabilidad, pobreza extrema y porque no tienen acceso a la información”, explica a DW Michele Zárate Palomec, técnica de campo y representante de dicha organización, que fue seleccionada entre los cientos de iniciativas presentadas por 120 países por su trabajo para conseguir comunidades más sostenibles y resilientes.

Teniendo en cuenta cuatro enfoques transversales (género, cambio climático, interculturalidad y derechos), “se trabaja directamente con poblaciones indígenas de una alta marginación y contribuimos con diferentes medidas a la adaptación al cambio climático”, detalla de manera apasionada la joven de 27, involucrada en la organización desde abril de 2019. 

Enfocada en contribuir a mitigar la problemática de la escasez del agua y la contaminación, la iniciativa ganadora pretende llevar a cabo “esfuerzos de reforestación para la recuperación de las microcuencas, y en la captación de agua y la contaminación del agua entran las tecnologías para el saneamiento”, dice. “Se combinan tecnologías de manera integral para contribuir a asegurar agua suficiente y de calidad para uso y consumo humano para esta comunidad”, agrega.

"Las autoridades de las comunidades se acercaron a la coordinadora general para hablar de sus problematicas en torno al agua", explica la joven mexicana.Imagen: Aitor Sáez/DW

Reconocimiento a un trabajo de equipo interdisciplinario

“Es un trabajo de todas y todos mis compañeros. Somos un equipo interdisciplinario, que aportamos a este proyecto desde nuestras visiones por un bien en común”, puntualiza, todavía emocionada por el reconocimiento al trabajo conjunto de la organización.

Esta bióloga de formación se encarga de la construcción e instalación de ecotecnologías para el saneamiento del agua y de recogida de muestras de calidad “para poder medir y analizar qué tan contaminada está el agua a la que tienen acceso las personas en estas comunidades”.

“Las ecotecnologías son técnicas o tecnologías que son adaptadas, de manera que sean amigables con el ambiente y que tengan un uso como una tecnología, una técnica convencional”, aclara. Entrega algunos ejemplos en el caso del saneamiento del agua, como el uso de baños secos ecológicos, biodigestores y biofiltros. En el caso de ecotecnologías para la captación del agua, se trata de técnicas como la instalación de cisternas de hasta 20.000 litros para recolección de agua de lluvia.

“También se está impulsando una técnica ancestral (waru waru), que son unos canales que también permiten la captación de agua y se están combinando con atrapanieblas, lo que permite que en las zonas en que hay frío extremo y altas neblinas se pueda captar el agua de esa forma”, explica.

“A raíz de este proyecto, la contaminación ha disminuido significativamente porque con el uso de los biodigestores y los baños ecos estamos evitando que las aguas residuales se vayan directamente a los mantos acuíferos y con ello se contamine el agua a la que ellos tienen acceso para beber y para usar en sus hogares”, puntualiza.

“Me reconforta mucho poder desarrollar acciones que realmente benefician a las personas que son más vulnerables ante cambio climático y contribuir en que puedan fortalecer su resiliencia ante sus efectos”, reconoce Zárate, satisfecha de poder “generar cambios positivos y de impacto en esta comunidad que tiene más de 6.800 personas”.

Sin duda se trata de una luz de esperanza mientras el mundo aguarda el desenlace final de una cumbre poco optimista.

(ers)

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