Sylt, la isla favorita de los alemanes ubicada en el Mar del Norte se vuelve cada vez más cara. Pocos habitantes pueden permitirse vivir en esta isla de lujo. Los alquileres se han disparado, y pueblos enteros están siendo comprados por los más ricos. Por ello muchas personas originarias de Sylt viven ahora en el continente y se desplazan hasta la isla sólo para trabajar.