A cuatro meses de que México decida su futuro político y a tan solo dos semanas de que arranquen las campañas presidenciales, miles de personas protestaron el pasado domingo (18.02.2024) en el Zócalo de Ciudad de México, en pleno corazón de la capital, con el mensaje "Nuestra democracia no se toca".

La concentración, organizada por diversos grupos de la sociedad civil, entre los que se encontraban algunos líderes de la oposición, buscaba poner el foco sobre el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a quien acusan de querer "destruir" el camino democrático que lo llevó a la presidencia, y exigió el "voto libre" en los comicios del próximo 2 de junio.

Hoy "estamos frente a un proyecto de regresión autoritaria", dijo Lorenzo Córdova, exconsejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) y el orador principal de la marcha, quién también tachó al actual Gobierno de someter a otras instituciones a un "acoso permanente". Entre las demandas se encuentra la defensa del INE como ente principal de las elecciones del país tras los intentos de reforma de AMLO que, según los manifestantes, tienen por objetivo limitar su autonomía.

Pero ¿en qué medida se sustentan estas denuncias? Expertos consultados por DW analizan ésta y otras acusaciones en un momento crucial para el país.

¿Encabeza López Obrador un "proyecto de regresión autoritaria"?

Para algunos observadores, la marea rosa de este domingo -la tercera de este tipo desde 2022-, así como el discurso del propio Córdova, plasman el temor de un sector de la población a una cierta "regresión" política en el país. Una amenaza acrecentada por el propio perfil de López Obrador, dice a DW Khemvirg Puente, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pues "lo hace de forma muy transparente".

"Está haciendo todo lo posible por asegurar el triunfo de la sucesora que él eligió, es decir, consolidar su movimiento como un partido hegemónico como lo fue el PRI durante muchos años, y al mismo tiempo, anular o reducir al mínimo el poder de los partidos que lo han desafiado a lo largo del tiempo (PAN, PRD, y PRI)", sostiene Puente.

Pero tal "proyecto de regresión autoritaria" no es compartido por otros expertos. Para el Dr. Efren Chávez, académico en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, "AMLO defiende un proyecto de nación de acuerdo con sus principios y la oposición maneja otros (...) y será a través de las elecciones que se decidirá qué proyecto seguir", dice a DW. Para Chávez, lo que verdaderamente está en juego es que la "población mexicana deje de creer en la democracia, pues ello llevaría al caos y la violencia".

En opinión de la Dra. Angélica Cazarín, directora del Centro de Estudios Políticos y Sociales del Colegio de Tlaxcala (México), el partido de AMLO (Morena) llegará a estas elecciones "con más poder que nunca en sus escasos 10 años de vida" -con gobiernos en 23 de 32 estados -por lo que "sí pudiera parecer que nuevamente regresamos a un modelo de partido único y dominante en México", dice.

¿Busca López Obrador "restar capacidades y autonomía al INE"?

"La postura del presidente López Obrador hacia los órganos autónomos descentralizados ha sido muy clara desde antes de llegar a la presidencia: los considera muy costosos y con pocos resultados tangibles para el beneficio del pueblo", dice a DW Alejandra López, profesora de la Universidad Anáhuac México. "Sin embargo, estos órganos autónomos, donde se encuentra el INE, han sido conquistas históricas dado el pasado de México, donde los comicios, hasta antes del año 2000, no tenían alternancia y eran elecciones de Estado donde siempre ganaba el PRI", remarca. 

Desde el comienzo de su mandato en 2018 hubo enfrentamientos con el entonces presidente del INE, Lorenzo Córdova, dice López, a lo que se sumó un recorte de presupuesto y se limitaron los recursos del instituto. Posteriormente, en el 2022 hubo varias iniciativas -que son las que han causado más controversia-, pues de aprobarse hubiesen limitado la actuación del INE y "darían una ventaja a Morena al permitirle opinar sobre el proceso electoral durante sus conferencias matutinas", detalla López.

De hecho, entre esas iniciativas destaca la transformación del INE en el INEC (Instituto Nacional de Elecciones y Consultas), como único órgano encargado de organizar elecciones en los estados a nivel federal y local. Una entidad que se reduciría de 11 a solo 7 consejeros, señala Cazarín, y que supondría la desaparición de los organismos públicos electorales a nivel local, aunque se mantendrían las consultas ciudadanas.

Para López, que es también directora de Consultas en Género y Gobierno (CGG), "sin duda eliminar o limitar la actuación del INE, tanto por la Ley como de facto al reducir el presupuesto, implica una regresión importante para la democracia mexicana y las instituciones que se construyeron con base en la confianza ciudadana".

¿Somete el actual gobierno a otras instituciones a un "acoso permanente"?

Puente también apunta que López Obrador está haciendo uso de sus "facultades constitucionales", pero se ha "excedido en el uso del poder presidencial, amenazando a quien piensa diferente a él o intentando capturar a las instituciones autónomas como el INE", sostiene.

Para Cazarín, la compra de votos, el uso indebido de recursos públicos y la coacción electoral, son prácticas que siguen persistiendo en México y que "pervierten el ejercicio democrático, distorsionando el resultado de las elecciones", dice.

Así y todo, el equilibrio de poderes existe en el país, demostrado en el hecho que algunas iniciativas presidenciales durante este sexenio no han sido aprobadas o algunas han quedado invalidadas, recalca Puente.

(chp)