El partido socialdemócrata alemán (SPD) logró hoy la aprobación de una propuesta de su grupo parlamentario, que prevé multar a aquellos empresarios que no ofrezcan puestos de formación profesional. El canciller alemán, Gerhard Schröder, y la cúpula de su partido obtuvieron una clara mayoría de votos a pesar de las serias advertencias, expresadas por la industria y la resistencia del ministro de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement.

Sanciones y premios

Según el modelo del SPD, el 30 de septiembre de cada año se verificará si la industria alemana ofrece un número suficiente de puestos de formación profesional para jóvenes. De constatarse que faltan plazas, el gobierno determinará una cifra que deberán pagar las empresas que no empleen aprendices. El dinero, que será ingresado en un fondo común, servirá para financiar puestos de formación adicionales, pero también para premiar a aquellas empresas que se hayan destacado por su nivel de formación. Con este sistema se espera que las empresas asuman una mayor responsabilidad y que cada joven tenga acceso a una formación profesional.

El denominado sistema dual de formación profesional, vigente en Alemania, consiste en combinar las clases teóricas, ofrecidas en escuelas especializadas estatales, con un puesto en una empresa. Actualmente faltan puestos de formación para unos 25.000 jóvenes alemanes.

Discrepancias en el SPD

Wolfgang Clement, que en su función de ministro de Economía y Trabajo debe velar por los intereses de las empresas, expresó en la discusión final nuevamente sus dudas respecto a la nueva regulación, pero no pudo impedir su aprobación. El secretario general del SPD destacó que la ley, que será sometida a votación en febrero del 2004, sólo se aplicaría si en el futuro los empresarios realmente siguieran sin ofrecer el número necesario de puestos.

Industria y oposición en contra

La oposición calificó la propuesta de “error fundamental”. Según el ministro presidente de Baviera, Edmund Stoiber (CSU), este nuevo modelo impediría la creación de nuevos puestos de formación. Stoiber anunció que erradicará la multa prevista apenas cambie el gobierno. También Guido Westerwelle, jefe del partido liberal (FDP) criticó la contribución, que describió como “monstruo burocrático”.

La industria rechazó la propuesta socialdemócrata unánimemente y teme la nacionalización de la formación profesional, que había estado organizada hasta ahora de modo privado. Según el comercio alemán al por mayor y de exportación, el modelo del SPD no contribuirá a crear puestos de formación adicionales.

Sindicatos intentando mediar

El sindicato de metalúrgicos (IG Metall) trata de calmar las aguas y exigió que la industria “discuta de modo serio y objetivo”, ya que “la multa no significará en absoluto la ruina para la industria alemana”. Los aproximadamente 800 millones de euros, necesarios para financiar el primer año de los puestos adicionales, serán repartidos entre 1,7 millones de empresas, que en total cuentan con unos 9,6 millones de empleados. En opinión de los sindicalistas se trata de cifras totalmente abarcables.