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Una pequeña revolución financiera

Nicolas Martin/PK23 de abril de 2013

El sistema financiero clásico pierde terreno, tanto en los negocios bancarios como en la participación en empresas. Los competidores apuestan por Internet y el contacto con los clientes.

Imagen: Fidor Bank

Matthias Kröner, Raphael Otten y Boris Janek tienen algo en común: los tres quieren crear un sistema financiero transparente, más próximo al cliente. Kröner tiene experiencia en la materia. Como director del Direkt Anlage Bank (DAB), uno de los primeros bancos de Internet en Alemania, creó el lema: “El banco es usted”. Desde hace cuatro años funciona ahora su nuevo proyecto: el Fidor Bank, con el que quiere perfeccionar aún más el modelo. “En el Fidor Bank queremos transmitirle al cliente: escuchamos lo que dices y nos orientamos por lo que discutimos conjuntamente”, dice Kröner.

En total 26.000 clientes fijos y 160.000 usuarios registrados discuten en la “comunidad Fidor”, por ejemplo, acerca de los intereses que paga el banco. En el Foro Fidor, los usuarios intercambian opiniones sobre productos financieros, realizan comentarios y plantean preguntas. Quien aporta ideas particularmente interesantes recibe del banco un par de céntimos en su cuenta. “Nuestros clientes deben saber que pagamos por sus opiniones e ideas. Imagínese la cara de un empleado de banco tradicional si le plantea una pregunta y al mismo tiempo le exige dinero por ello”, dice Kröner y sonríe.

Matthias KrönerImagen: Matthias Kröner

El Fidor Bank ha duplicado hasta ahora anualmente su número de clientes. Además de los negocios bancarios tradicionales, Kröner aspira a obtener ganancias de la puesta a disposición de sus plataformas técnicas: “impulsamos innovaciones junto con la comunidad y queremos llegar a ser líderes en el sector de los servicios online”.

Democratizar el mundo de las finanzas

También la empresa de Raphael Otten utiliza para el procesamiento de pagos la plataforma del Fidor Bank. Otten tiene 26 años de edad, terminó sus estudios hace unos dos años y tiene grandes planes. Junto con su socio Adrian Porger quiere nada menos que “democratizar al mundo de las finanzas”.

United Equity se llama su nueva empresa, con sede en en Colonia, y su principio de negocios es el “crowdinvestig” (inversión colectiva). A diferencia del “crowfunding”, en el que personas donan dinero para proyectos que encuentran particularmente atractivos, en el “crowdinvesting” se trata de obtener beneficios para los inversionistas. “Ya con cinco euros puede participarse a través de nosotros en las ganancias de una empresa”, dice Otten. Participaciones directas en empresas, hasta ahora posibles solo para personas adineradas y a través de sociedades de “private equity” , pueden realizar ahora inversores con un par de clics a través de la empresa de Otten y Porger. “Queremos que las personas comunes y corrientes tenga más influencia en el mundo de las finanzas y crear un contrapeso a las grandes instituciones financieras”, agrega Otten.

United Equity se ha especializada en la participación en pequeñas y medianas empresas. Su última mayor participación: la compra de un buldózer para una empresa de construcción de la región. Necesaria era una inversión de 25.000 dólares. Al final se logró reunir 33.000. Si todo marcha bien, los inversionistas recibirán durante cinco años intereses del cinco por ciento anuales. El volumen de las participaciones solo despiertan sonrisas despectivas en los grandes bancos. No obstante, “también los bancos tradicionales se percatan de que algo está cambiando”, dice Otten.

Raphael OttenImagen: United Equity

Un blog innovador: Finance 2.0

Boris Janek tiene un blog sobre ideas financieras innovadoras: Finance 2.0. El negocio bancario debería volver a orientarse por las necesidades de la economía real y no por la maximización de las ganancias financieras, dice Janek: “Debería impulsar la sociedad, la cultura y la economía, y no solo aspirar a una maximización de las ganancias financieras”. El crowdfinancing y el crowfunding pueden ayudar a implementar consecuentemente esas ideas, escribe en su blog, ya que a través de Internet la gente puede decidir en qué invertir sobre la base de sus propios criterios.

Janek está seguro de que dentro de 20 o 30 años, el sistema bancario se verá muy diferente al de hoy. “Los bancos que hoy abren sucursales a la manera tradicional deberían repensar su enfoque”, advierte, “ya que las operaciones vía Internet cobran cada vez más importancia”.

Boris JanekImagen: Boris Janek

Las cifras no hablan todavía necesariamente a favor de Kröner, Otten y Janek. Si bien las inversiones en las plataformas de crowdfunding se han más que triplicado en los últimos tres años, estas aún ocupan los últimos puestos en el mercado financiero. El Fidor Bank todavía no arroja ganancias y también Raphael Otten admite que su empresa no las tiene fácil.

Los pioneros de los negocios bancarios a través de Internet apuestan por el principio de la esperanza y las nuevas generaciones, que dentro de 20 años no sabrán ya qué es una sucursal bancaria y querrán decidir autónomamente qué sucede con su dinero.

Autor: Nicolas Martin/PK
Editora: Emilia Rojas

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