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Alemania busca diversificar su comercio con Asia

17 de noviembre de 2022

El Gobierno alemán busca reducir su independencia comercial de China y busca diversificar sus relaciones con la región indo-pacífica. Una estrategia que demorará en dar frutos, cree Thomas Kohlmann.

El canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el presidente de China, Xi Jinping en Pekín
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el presidente de China, Xi Jinping en PekínImagen: Kay Nietfeld/dpa/picture alliance

Asia es más que China: este es el nuevo mantra del Gobierno alemán. Después de 16 años de enfoque unilateral hacia China bajo la excanciller Angela Merkel, Berlín da un giro, esta vez en términos de política económica. Al igual que con el gas ruso, Merkel permitió que Alemania creara una dependencia insana de China. Hoy, bajo la coalición del Gobierno alemán, liderada por el socialdemócrata Olaf Scholz,  China es considerada oficialmente como un sistema rival.

Las estadísticas de los viajes de Merkel hablan por sí solas: Merkel visitó China doce veces, siempre acompañada por un gran séquito de empresarios. ¿Cuántas veces estuvo en Singapur o Vietnam? ¿O en Indonesia, el último anfitrión del G20?  Tan solo una vez visitó la excanciller alemana cada uno de estos tres países, que -cada uno a su manera- son los pesos pesados económicos de la confederación del sudeste asiático ASEAN, con sus 650 millones de habitantes.

Indonesia es el país con mayor producto interno bruto (PIB) en 2021, con unos 1,19 billones de dólares. Singapur, por su parte, tiene una economía mucho más pequeña. Sin embargo, este estado insular altamente desarrollado, del tamaño aproximado de Hamburgo, tiene un PIB per cápita superior al de Estados Unidos o Alemania. El hecho de que Singapur opere el segundo puerto de contenedores del mundo y sea un centro financiero clave en Asia es otra ventaja.

Thomas Kohlmann.Imagen: privat

Y en cuanto a democracia y derechos humanos, Vietnam no es menos represivo y autoritario que China. El vecino del sur de China ha duplicado su producción económica en menos de diez años y pronto superará a Malasia.

China es el mayor socio comercial de Alemania en Asia

Y, sin embargo, una mirada al poder económico de China es aleccionadora. La República Popular es, con mucho, el socio comercial más importante de Alemania en la región. Alemania y China intercambian mercancías por valor de unos 250.000 millones de euros al año. En comparación, el volumen de comercio con Vietnam es de apenas 14.500 millones de euros y con Singapur apenas supera los 11.000 millones de euros.

Pero el camino hacia una mayor diversificación del comercio exterior de Alemania será una carrera maratoniana. Lo mismo ocurre con el suministro de materias primas clave para la economía alemana. No solo los nuevos proveedores de energía son vitales aquí. También se necesitan nuevos proveedores de las escasas materias primas para poder gestionar la transición energética. El cobre, el litio y las tierras raras son clave.

Es urgente abordar los errores alemanes. ¿Por qué los socios alemanes salieron perdiendo en la extracción de litio en Bolivia? ¿O qué pasó con la iniciativa de materias primas en Mongolia, donde las tierras raras esperan ser extraídas junto al cobre? Ambos son materiales esenciales para la transición energética alemana. No importa si se trata de cobre para motores eléctricos o de tierras raras para la producción de imanes permanentes utilizados en las turbinas eólicas.

Apenas en 2023, el Gobierno alemán presentará su estrategia de relaciones comerciales con China. Las empresas, por su parte, ya comenzaron a diversificar sus cadenas de suministro como consecuencia de la pandemia. ¿Cuál son los objetivos de la economía alemana en cinco, diez o veinte años? Mientras en Alemania aún no hay respuestas, China ha definido con exactitud el momento en que alcanzará sus objetivos económicos.

(jov/ms)

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