Aunque surgió con muchas expectativas, Unasur se enfrenta a su fin con la salida de Colombia. El subcontinente debe cumplir con muchos requisitos previos para una integración exitosa.
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Apenas tres días después de asumir el cargo, el gobierno del nuevo presidente colombiano Iván Duque anunció la salida de su país de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). La confederación se ha convertido en “cómplice de la dictadura venezolana”, argumentaron las autoridades colombianas.
La decisión no fue una sorpresa. Ya en abril, Colombia, todavía bajo el mando del presidente Juan Manuel Santos, junto con otros cinco países había suspendido su membresía. Cabe recordar que este grupo tenía solo 12 miembros, y actualmente están considerando la posibilidad de abandonarlo Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Perú, todos con gobiernos conservadores. Los que permanecerían son Bolivia, Ecuador, Guyana, Surinam, Uruguay y Venezuela.
Unasur hace rato que no tiene secretario general. Desde la salida del colombiano Ernesto Samper en enero de 2017, el puesto está vacante. Los estados de Unasur no pudieron ponerse de acuerdo sobre un sucesor hasta el día de hoy. El proyecto no termina con un estallido, sino con un gemido.
“Siguiendo el patrón de la UE”
El proceso de integración se lanzó con mucha esperanza en 2008. Iniciado por el entonces presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, la nueva confederación debía seguir “el modelo de la UE”, establecer una comunidad de seguridad en América del Sur y promover la integración económica. La creación de la Unasur sucedió en una “fase particular, en la que Estados Unidos activó una política de expansión de los acuerdos de seguridad con Colombia y con otros países como Paraguay”, dice Günther Maihold, de la Fundación Ciencia y Política, con sede en Berlín.
No faltaron objetivos ambiciosos. El plan era tener una moneda común llamada “Sucre”, incluso una ciudadanía sudamericana con los pasaportes correspondientes. Para 2025, el objetivo era alcanzar el nivel de integración europea. El subcontinente dará un “salto gigante en el desarrollo económico y social” gracias a los nuevos esfuerzos de integración, aseguró Lula en 2008. Pero el gran salto nunca llegó.
“La Unasur llegó a su fin, ha perdido su base política”, dice Maihold. “Brasil actualmente no tiene ambiciones en el área de seguridad que lo lleve a tomar medidas de garantía para otros países”. Está enfocado en sus propios problemas, dice Maihold. Otro factor es la pérdida de la unidad ideológica entre fuerzas antaño unidas de la región como Ecuador, Venezuela, Bolivia, Argentina y Brasil. “Unasur es, pues, un elemento del pasado, estrechamente vinculado a la ola de gobiernos de izquierda de la región”, señala Maihold.
“Esto parece ser el fin de Unasur”, dice también Gerhard Dilger, jefe de la Oficina Regional de la Fundación Rosa Luxemburgo en Sao Paulo. Las fuerzas impulsoras que llevaron a la creación de la Unasur fueron los gobiernos de izquierda de Lula en Brasil, Chávez en Venezuela, Kirchner en Argentina, Correa en Ecuador, e incluso Michelle Bachelet en Chile. Unasur contribuyó a “desactivar muchas crisis” y dio un impulso “al menos para pensar en una política de defensa común”, dice Dilger. “Pero en los últimos años todo se derrumbó”.
Buenas condiciones para la integración y la cooperación
Sudamérica tendría muy buenas condiciones para desarrollar una comunidad multilateral basada en el modelo de la UE. Los estados comparten la experiencia de períodos históricos similares: conquista, colonización e independencia. Han desarrollado una identidad común basada en experiencias históricas similares. La región está dominada por dos idiomas: español y portugués brasileño. Comparado con la diversidad lingüística babilónica de la UE con sus 24 idiomas oficiales, este aspecto resulta bastante cómodo. No por casualidad, la idea de una Sudamérica unida ya está muy difundida y surge en forma de “Patria Grande” en la lucha por la independencia y su refundación por parte de Simón Bolívar y José de San Martín en el siglo XIX. Entonces, ¿cuál es el problema?
“América Latina tiene una larga historia amplia de multilateralismo y una orientación limitada al regionalismo, que tiene sus limitaciones cuando se trata de perturbar la soberanía nacional”, dice Maihold. Los intentos de integración siempre habrían tenido el carácter de coordinación de políticas y no el carácter de una integración real en el sentido de la fusión de la soberanía de los diferentes actores. Especialmente con respecto a la seguridad, la desconfianza y el instinto prevalece en muchos países sudamericanos para preservar la soberanía nacional en cualquier circunstancia. En esas condiciones, destaca Maihold, solo un “organismo con funciones de emergencia” es concebible, es decir, un órgano que actúe en situaciones humanitarias y políticas excepcionales.
Fijación con EE.UU. y su propia soberanía
Para Gerhard Dilger hay un claro ganador en la crisis de Unasur: "La derecha conservadora en América del Sur y, geopolíticamente, el gobierno de Estados Unidos". Los perdedores son todos aquellos que han trabajado por una Sudamérica más independiente y segura, según Dilger.
Colombia se retira de la Unasur
02:03
Los países de la región siempre han considerado la integración y la cooperación como un intento de preservar y recuperar la soberanía por sobre su gran vecino del norte, dice Maihold. Todavía no han reconocido su propio valor agregado en la cooperación regional. Mientras esta fijación se mantenga y no entiendan su propio espacio como una región de crecimiento, no solo en términos económicos sino también en términos políticos, los intentos de cooperación siempre permanecerían en la superficie. Por lo tanto, Unasur es el primer intento fallido de una integración sudamericana, y ciertamente no será el último.
Hasta que se inicie un nuevo comienzo, solo tiene que encontrar un nuevo inquilino para la pomposa sede de Unasur en Quito. La construcción se inauguró en 2014 y costó 46 millones de dólares. Pero el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, ya tiene una propuesta: el edificio debería convertirse en una universidad. Allí se podrían hacer estudios sobre integración.
Autor: Gabriel González Zorrilla (MN/EAL)
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Sedes de Gobierno de América Latina
Las sedes o casas del Ejecutivo en América Latina han sido centros de decisiones, pero a veces también la residencia presidencial. Unas son casas y otros palacios, muestra de la arquitectura europea en suelo americano.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Gammert
Argentina: La Casa Rosada
Sede del Poder Ejecutivo de Argentina. Un edificio del romanticismo italianizante, “sitio Histórico Nacional”. Bajo la presidencia de Sarmiento, el edificio se pintó de rosa, color que conserva, con variaciones de tonalidad. Dicho color representaría la fusión de los partidos de las guerras civiles del siglo XIX, mezcla del blanco de unitarios y rojo de federales. Una leyenda no confirmada.
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Bolivia: Casa Grande del Pueblo
El "Palacio Quemado", llamado así tras un incendio en 1875, y que había sido hasta este 10 de agosto de 2018 sede de Gobierno, pasará a ser "un museo", según el presidente Evo Morales, quien inauguró un moderno edificio como nueva sede presidencial. Criticado como un "exabrupto arquitectónico y estético" en pleno casco colonial, Morales disfrutará ahora de sauna, gimnasio y helipuerto.
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Chile: Palacio de La Moneda
Conocido como La Moneda, es la sede del presidente y del Ministerio del Interior. Una construcción del neoclásico italiano, hoy “monumento histórico”. La Moneda tiene 40 habitaciones, una para el presidente, que tiene otras residencias, como el palacio de Cerro Castillo, lugar de descanso en Viña del Mar, o la mansión de la comuna de Machalí, en la región de O'Higgins, conocida como La Casa 100.
La "Casa de Nariño" es la residencia del presidente y sede de gobierno. En el casco histórico de Bogotá, esta construcción es una joya del neoclasicismo. Fue inaugurada el 20 de julio de 1908 en predios de la casa natal de Antonio Nariño. En su jardín está el primer Observatorio Astronómico de América. Nariño tradujo del francés “Los derechos del hombre” y fue presidente de Colombia (1811-1813).
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Costa Rica: Casa Presidencial de Zapote
La Casa Presidencial es residencia y oficina del Presidente, así como sede de varios ministerios. Se encuentra en el distrito de Zapote, cantón de San José. Desde 1980 la Casa Presidencial se encuentra en el edificio de Zapote, estructura diseñada por el arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez.
Imagen: picture alliance/dpa/EPA/J. Arguedas
Cuba: Capitolio Nacional de La Habana
El Capitolio Nacional es la sede institucional de la Asamblea Nacional. Desde 2018, la Asamblea Nacional sesiona aquí. Fue construido por Eugenio Rayneri Piedra en 1929 por encargo de Gerardo Machado. Inspirado en el neoclasicismo del Panteón de París, San Pedro de Roma y el Capitolio de Washington tiene una cúpula de 91,73 m de altura. Es considerado uno de los palacios más importantes del mundo.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Reboredo
Ecuador: Palacio de Carondelet
Es la sede del Gobierno y residencia del Presidente. Ubicado en la Plaza de la Independencia o Plaza Grande. Habría sido Simón Bolívar quien le llamó Palacio de Carondelet, alabando el buen gusto de Francisco Luis Héctor Barón de Carondelet, un francés al servicio de España, quien ordenó la construcción de su fachada, cuyo principal elemento, una columnata, se mantiene hasta la actualidad.
Imagen: imago/imagebroker
El Salvador: Casa Presidencial
La Casa Presidencial de El Salvador es la sede principal del Presidente de la República. Se encuentra ubicada en la ciudad capital de El Salvador en las instalaciones del antiguo Country Club, que posteriormente albergó al Ministerio de Relaciones Exteriores. No es utilizada como residencia del presidente y su familia.
Imagen: Creative Commons
Guatemala: Palacio Nacional de la Cultura
El Palacio Nacional de la Cultura, monumento histórico y artístico, también llamado "Palacio Verde" es utilizado por el Ejecutivo para actos protocolarios. Allí sesiona el Consejo de Ministros conformado por el presidente, vicepresidente y ministros de Estado. El presidente y su familia viven detrás de la edificación, en la “Casa Crema”, residencia oficial en Art Deco y kilómetro 0 de Guatemala.
Imagen: Getty Images/O. Sierra
Honduras: Palacio José Cecilio del Valle
El Despacho Presidencial establece una conexión con los orígenes mayas de Honduras, de ahí su forma de letra "Q" que viene del "Altar Q" en Copán. El Palacio José Cecilio del Valle es un edificio que comenzó a construirse en 1988 y fue diseñado por Jorge Luciano Durón Bustillo, quien centró la obra en la cultura e historia de Honduras. La edificación resalta las raíces del pueblo maya.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bildfunk/R. Escobar
México: Palacio Nacional
El Palacio Nacional es la sede del Poder Ejecutivo Federal de México. Ubicado al oriente de la Plaza de la Constitución en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la Delegación Cuauhtémoc. La fachada tiene portal, arcos y balcones, y en el centro el Escudo Nacional y una réplica de la campana de Dolores. La Residencia Oficial de los Pinos es la casa temporal del Presidente.
Imagen: imago/robertharding
Nicaragua: Casa de los Pueblos o "Casa Naranja"
La Casa de los Pueblos, llamada “Casa Naranja”, también es conocida como "Casa Mamón" y fue la residencia y sede de la presidencia de Nicaragua entre 1999 y 2007. Se encuentra ubicada en el centro histórico de Managua. Desde el ascenso a la presidencia de Daniel Ortega, funciona como sede del Gobierno y es utilizada, por lo general, para ceremonias importantes o visitas de Estado.
Imagen: Getty Images/AFP/H. Retamal
Panamá: Palacio de Las Garzas
El Palacio de Las Garzas, inaugurado en 1922, es la sede del Presidente. La construcción es una muestra de la arquitectura colonial y el arte almudéjar. El palacio ha sido utilizado como residencia y oficina principal de la mayoría de los presidentes, a excepción de algunos, como Varela, Martinelli, Torrijos, Moscoso y Pérez, que optaron por mantener sus residencias y viajar diariamente a éste.
Imagen: imago/imagebroker
Paraguay: El Palacio de López
La sede del gobierno de Paraguay es uno de los edificios más emblemáticos de la capital paraguaya, Asunción. Construido en estilo neoclásico, es "Tesoro del Patrimonio Cultural Material" de Asunción. El Palacio ofrece un espectáculo lumínico durante la noche y tiene una hermosa vista desde la costanera de Asunción.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/J. Saenz
Perú: Casa de Gobierno
Casa de Gobierno, o “Casa de Pizarro”, es la sede principal del poder ejecutivo y la residencia oficial del Presidente. Se encuentra en la Plaza Mayor del centro histórico de Lima, a orillas del río Rímac. Su fachada es de estilo neobarroco de inspiración francesa. Su primera versión la mandó a construir el fundador español de Lima, Francisco Pizarro, en 1536.
Imagen: picture-alliance/dpa/Wiegand
República Dominicana: El Palacio Nacional
Esta es la residencia del Presidente y sede del Poder Ejecutivo. Construido por el italiano Guido D' Alessandro Lombardi, esta es una de las obras arquitectónicas más emblemáticas de República Dominicana, que comparte la isla con Haití. Se encuentra en Santo Domingo. La construcción es fruto de varios estilos: victoriano, neoclásico, renacentista italiano, barroco grecorromano y el galo Luis XVI.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Gammert
Uruguay: Palacio Estévez
Hoy se le llama “Edificio Independencia” y es una de las sedes del Ejecutivo. Durante el gobierno de Tabaré Vázquez su oficina se mudó a la contigua Torre Ejecutiva, en el centro de Montevideo. Tras la restauración democrática de 1985, Julio María Sanguinetti resolvió mudar la sede principal del Poder Ejecutivo al Edificio Libertad. El "Estévez" se usa para actos protocolarios.
Imagen: picture-alliance/robertharding/
Venezuela: Palacio de Miraflores
La sede del Gobierno es una construcción neoclásica que está cerca del Palacio Federal Legislativo. Su construcción se inició en 1884, bajo la dirección de Giussepe Orsi de Mombello, siendo presidente Joaquín Crespo (1884-1886). La residencia del Presidente se encuentra fuera de Miraflores, en “La Casona”, en Santa Cecilia, aunque Nicolás Maduro vive dentro del Fuerte Tiuna, "por seguridad".