La Unión Africana suspendió a Egipto de todas sus actividades, indicando que esa es la respuesta usual de la organización a cualquier interrupción del mandato constitucional en uno de sus integrantes. El secretario del Consejo de Paz y Seguridad de la UA dijo que la medida se mantendrá hasta que se restablezca el orden constitucional.

Poco antes, el embajador egipcio en la UA, Mohamed Edrees, había negado un golpe de Estado alegando que la voz del pueblo había sido escuchada y respetada. "Al fin y al cabo el pueblo es la base de la legitimidad".

“Viernes de rechazo”

Mientras tanto, Egipto se preparaba para masivas protestas de los seguidores del derrocado presidente Mohamed Mursi. Los simpatizantes del depuesto mandatario convocaron a un “viernes de rechazo”, con manifestaciones pacíficas.

En círculos militares se indicó que el ejército permitirá las manifestaciones, pero los soldados intervendrán para separar a partidarios y detractores de Mursi. Además, las Fuerzas Armadas instaron a los manifestantes a no bloquear calles ni dañas bienes públicos, subrayando que no se debe dañar la paz social, la seguridad ni la economía.

Represalias contra los Hermanos Musulmanes.

Por otra parte, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, advirtió que "no debería haber más violencia, ni detenciones arbitrarias, ni actos ilegales de represalia", contra los Hermanos Musulmanes. Varios de sus líderes fueron detenidos tras el derrocamiento de Mohamed Mursi. Pillay pidió también que investiguen las acusaciones sobre supuestas agresiones sexuales organizadas sufridas por algunas mujeres durante las protestas.

"El país no logró hasta ahora aprovechar la oportunidad de responder a las aspiraciones de todos sus ciudadanos y caminar hacia una sociedad realmente tolerante e inclusiva, basada en los derechos humanos y la ley", dijo la alta comisionada de la ONU, en Ginebra.

er (dpa, Reuters)