UE celebra ratificación del cambio de nombre de Macedonia
25 de enero de 2019
La UE celebra la ratificación del acuerdo entre Grecia y Macedonia para que este país pase a llamarse Macedonia del Norte, que consideraron histórico, y afirmaron que es "un ejemplo de reconciliación para toda Europa".
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El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, y el comisario europeo de Política de Vecindad, Johannes Hahn, subrayaron el "coraje político, liderazgo y responsabilidad" necesarios para resolver "una de las disputas más arraigadas en la región".
El Parlamento griego ratificó el acuerdo por mayoría absoluta, con el respaldo de 153 de los 300 diputados de la Cámara, después de varios días de debate. "Ambos países han aprovechado esta oportunidad única que es un ejemplo de reconciliación para Europa y dará un impulso a la perspectiva europea de la región", afirmaron. "Ya podemos decir con confianza que Atenas y Skopje han escrito juntas una nueva página de nuestro futuro común de la Unión Europea", añadieron, aunque señalaron que esperan "los próximos pasos para la implementación completa del acuerdo".
Integración de Macedonia del Norte a Europa
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, escribió en su cuenta de Twitter para felicitar a los líderes de ambos países, Zoran Zaev y Alexis Tsipras, por conseguir una "misión imposible". "Tuvieron imaginación, asumieron el riesgo, estuvieron preparados para sacrificar sus propios intereses por el bien común", reconoció.
El pacto alcanzado era una de las condiciones previas para que Grecia levantara su veto al ingreso de la exrepública yugoslava en la OTAN y al comienzo de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
Stoltenberg espera adhesión a OTAN de Macedonia del Norte
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló que espera que la República de Macedonia del Norte se adhiera a la Alianza tras la ratificación en el Parlamento griego del acuerdo entre Atenas y Skopje. El pacto alcanzado era una de las condiciones previas para que Grecia levantara su veto al ingreso de la exrepública yugoslava en la OTAN y al comienzo de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea.
El Parlamento de Skopje ya ratificó los cambios en su Constitución necesarios para cambiar el nombre del país el pasado día 11.
jov (efe, wdr)
Atrapados en la "jungla" de los Balcanes
Cientos de refugiados acampan a cielo abierto entre Serbia y Croacia. Mantienen la esperanza de llegar a Europa occidental y escapar de la vida en la "jungla". Dimitris Tosidis informa desde Sid.
Imagen: Dimitris Tosidis
La vida en la "jungla"
Más de 150 personas se esconden en la "jungla", una frondosa zona junto a una vía ferroviaria que une a la fronteriza ciudad serbia de Sid con Croacia. La mayoría de sus habitantes llevan en la mochila varios intentos de llegar a Europa central: con ayuda de traficantes, solos o en grupo, como polizones en camiones o trenes de carga.
Imagen: Dimitris Tosidis
El rastro de las lágrimas
A primera vista parece fácil seguir los raíles del tren. Pero el camino les ha costado la vida a muchos, cuentan los habitantes del campamento. Dos personas se quedaron dormidas en las vías y fueron arrolladas por el tren.
Imagen: Dimitris Tosidis
Las penurias del día a día
El afgano Ibrahim aprovecha el frío riachuelo que discurre bajo un puente para su higiene personal. Como él, todos los refugiados de la "jungla" viven en condiciones insostenibles: no hay servicios ni instalaciones para lavarse. En realidad, en Sid no hay nada para los migrantes.
Imagen: Dimitris Tosidis
Desayuno sobre ruedas
No todos los habitantes de la ciudad tratan igual a los refugiados. "No Name Kitchen" (cocina sin nombre), así se llama la iniciativa llevada a cabo por voluntarios que reparten el desayuno en el campamento. De parte de las autoridades serbias, en cambio, no llega ayuda de ningún tipo para la "jungla".
Imagen: Dimitris Tosidis
Un bocado caliente, por fin
Una comida caliente como la que cocinan estos dos refugiados en una fábrica abandonada es una rareza en la "jungla". El hambre, la escasez y la violencia diaria caracterizan la vida de los habitantes de este campamento en un remoto rincón de Serbia.
Imagen: Dimitris Tosidis
Una excepción entre muchos
También Dragan (en el centro de la imagen), que viene de Macedonia, se esconde en los bosques cercanos a Sid. Como el resto de los refugiados de aquí, también intenta abrirse camino hacia Europa central. Entre los cientos de Siria y Afganistán, Dragan es una especie de curiosidad, junto con otro refugiado chino.
Imagen: Dimitris Tosidis
La larga espera
Algunos solicitantes de asilo afganos matan el tiempo en el tejado de una fábrica abandonada. La espera al siguiente intento de llegar a alguna parte de Europa central es a menudo tormentosa.
Imagen: Dimitris Tosidis
Polizón
Un refugiado, un tren de carga, una posibilidad. En apenas un instante este hombre se esconderá en un vagón con la esperanza de alcanzar Croacia y desde allí poder seguir su camino hacia otro país europeo.
Imagen: Dimitris Tosidis
Siguiente parada: ¿Europa occidental?
Aquellos que pueden permitirse pagarle a un traficante intentan atravesar Croacia en taxi rumbo al oeste de Europa. El precio ronda los 1.200 euros.
Imagen: Dimitris Tosidis
La esperanza es lo único que muere
Jadali tiene 22 años y es afgano. Acaba de volver a Sid. Durante su último "intento de fuga" del campamento fue capturado en Croacia y pasó dos días en prisión. Las autoridades croatas, según cuenta, lo trataron muy mal. Autor: Dimitris Tosidis (EAL/VT)