Unión Europea concluye “misión democrática” en Kosovo
13 de junio de 2018
La misión Eulex de la Unión Europea en Kosovo, centrada en la construcción de un sistema legal, concluye este 13 de junio tras diez años e inicia nueva fase de cooperación entre el bloque y la nación más joven de Europa.
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Hasta la fecha, policías, agentes de aduanas, jueces, fiscales y expertos en administración pública procedentes de la Unión Europea tenían amplias facultades legales, pero en el futuro tan sólo fungirán de asesores.
Su labor será asumida por las autoridades de Kosovo. Durante años se criticó la falta de eficacia de Eulex, la mayor misión de la Unión Europea en el extranjero y también la más costosa.
Desde hace varios años Bruselas intenta acercar posturas entre Serbia y Kosovo, un país que nació hace una década tras haberse escindido de Serbia. Hasta la fecha, más de 110 Estados han reconocido al país, pero entre ellos no figura España.
Serbia aspira a recuperar la región en su territorio. "Fue un tremendo error que vinieran", dijo el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, sobre Eulex, la misión que debía ayudar en la construcción del país con principios democráticos.
Cien juicios por crímenes de guerra y 38 sentencias
Tampoco la mayoría albanesa que reside en Kosovo parece guardar un buen recuerdo de esta misión, que comenzó con un presupuesto anual de 200 millones de euros y 2.000 trabajadores, pero que al final contaba con una dotación de 60 millones de euros y 800 personas.
Eulex consiguió que se desarrollaran cerca de un centenar de juicios sobre crímenes de guerra y se dictaran 38 sentencias. Pero cientos de casos siguen sin resolver y ahora pasarán de manos de los jueces y fiscales de la UE a sus colegas kosovares.
A pesar de que dentro y fuera de Kosovo se señala como los principales males la extendida corrupción y la infiltración de la mafia en la política, Eulex no se atrevió, probablemente por precaución política, a llevar a los dirigentes ante la justicia. Además hubo numerosas acusaciones de corrupción a la propia misión.
JOV (dpa, deutschlandfunk)
La intervención de la OTAN contra Serbia
El bombardeo de Serbia por parte de la OTAN terminó con la violencia de las tropas serbias contra los albano-kosovares. Sin embargo, esa guerra, que se realizó sin el mandato de la ONU, sigue siendo controvertida.
Imagen: picture-alliance/dpa
Huellas de la guerra
El conflicto en Kosovo escaló a fines de 1990. Decenas de miles de personas huyeron y, cuando todas las tentativas de restablecer la paz se vieron frustradas, la OTAN inició un ataque aéreo a las bases y objetivos militares serbios, el 24 de marzo de 1999. Once semanas después, Slobodan Milosevic se rendía.
Imagen: Eric Feferberg/AFP/GettyImages
El fracaso de la resistencia pacífica
Ya a mediados de los 80 comenzaron en Kosovo las protestas contra los intentos de Belgrado de recortar los derechos de la población albana. En los 90, las represalias aumentaron. Ibrahim Rugova, que lideraba el movimiento político en Kosovo desde 1989, creía en la resistencia pacífica y trató de convencer a Slobodan Milosevic de un cambio de rumbo, pero sin éxito.
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Guerra de guerrillas
En Kosovo comienza a formarse la resistencia armada. La autoproclamada Armada de Liberación UCK empieza una cruel guerra de guerrillas perpetrando violentos ataques contra los serbios, pero también contra los albanos, a quienes considera colaboradores. Serbia responde a los actos terroristas incendiando viviendas y saqueando tiendas. Cientos de miles personas huyen.
Imagen: picture-alliance/dpa
Expulsión sistemática
La guerra se vuelve cada vez más brutal. Para romper la resistencia de la UCK y el apoyo que le brinda la población, las fuerzas serbias atacan cada vez más a civiles. Muchas personas huyen a los bosques. Miles de kosovares son llevados en trenes y camiones a las fronteras del país, sin documentos que probaran que provenían de Kosovo.
Imagen: picture-alliance/dpa
El último intento
En febrero de 1999, EE. UU., Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania llaman a las partes en conflicto a una conferencia en Rambouillet para lograr un acuerdo limitado de autonomía para Kosovo. Los representantes kosovares aceptan, pero los serbios no están dispuestos a hacer concesiones, y las negociaciones fracasan.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Intervención humanitaria"
El 24 de marzo de 1999, la OTAN comienza a bombardear objetivos militares y estratégicos en Serbia y Kosovo para frenar la violencia contra los albanos. También Alemania participa en los ataques. La operación “Allied Force” es la primera guerra de la OTAN en 50 años que no cuenta con el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Rusia juzga severamente la intervención
Imagen: U.S. Navy/Getty Images
Infraestructura paralizada
Además de los ataques a instalaciones militares, la OTAN también toma como objetivo vías de abastecimiento, líneas de ferrocarril y puentes. En 79 días y noches arriban más de 37.000 misiones de la alianza, y cerca de 20.000 misiles y bombas caen sobre territorio serbio. Muchos civiles pierden la vida. “Daños colaterales”, según el lenguaje que utiliza la OTAN.
Imagen: picture-alliance/dpa
Nubes tóxicas sobre Pancevo
También son atacadas las fábricas, como en Pancevo, cerca de Belgrado. Allí, las bombas de la OTAN destruyen un depósito de químicos y una fábrica de fertilizantes liberando grandes cantidades de sustancias químicas que contaminan suelos, ríos y el aire. Las consecuencias para la población son gravísimas. Serbia acusa a la OTAN de utilizar munición enriquecida con uranio, así como bombas racimo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Guerra contra la propaganda de guerra
Para privar a Milosevic de un importante órgano de propaganda, la OTAN ataca la televisión estatal en Belgrado. Aunque se informó con anticipación al Gobierno serbio del ataque, éste no difunde la información. En el edificio de la emisora mueren 16 personas.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Daños colaterales"
En Kosovo, las bombas de la OTAN caen por error sobre una caravana de refugiados albanos. Mueren cerca de 80 personas. La OTAN califica, además, de “daño colateral” el bombardeo de la embajada china en Belgrado, en el cual mueren cuatro personas. El incidente provoca una grave crisis diplomática entre Pekín y Washington.
Imagen: Joel Robine/AFP/GettyImages
Balance del horror
A comienzos de junio llegan las primeras señales de Belgrado que indican que Slobodan Milosevic está dispuesto a ceder. El 19 de junio la OTAN detiene los ataques aéreos. El balance de la guerra: miles de muertos y 860.000 refugiados. La economía serbia está por los suelos, y amplios sectores de su infraestructura están destruidos. Kosovo es puesta bajo administración de la ONU.