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Unión Europea: cruzada contra los monopolios de energía

Bernd Riegert/mb20 de septiembre de 2007

La Comisión Europea quiere acabar con el poder absoluto de los consorcios de energía y despojarlos del control de sus redes. Por verse está si con ello el consumidor europeo se beneficiaría.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y la comisaria de Competencia, Neelie KroesImagen: AP

A una cruzada contra los consorcios energéticos llama la Comisión Europea. Los precios para electricidad y gas son excesivos, sobre todo en Alemania. Una investigación, realizada por encargo de esta institución europea demuestra que en muchas partes del Viejo Continente no existe mercado libre. Hay monopolios. En Alemania cuatro consorcios se dividen todo el mercado, y la energía es, por ende, para los germanos un tercio más costosa que en otras partes, por ejemplo Gran Bretaña.

La comisarioa europea de Competencia, la holandesa Neelie Kroes, critica duramente que sea el consumidor y los clientes comerciales quienes tengan que pagar por esta situación, “la libre competencia en este sector está más que retrasada”.

Que el consumidor alemán tenga cuentas tan altas de electricidad, se debe a la falta de libre competenciaImagen: AP

Una propuesta ya vieja

Por espacio de diez años se ha intentado, con pequeños pasos, liberalizar los mercados europeos. Sin éxito. Ahora es necesario un salto cuántico, pues en líneas generales todos los jefes de Estado y de Gobierno estuvieron de acuerdo al respecto en la Cumbre de marzo.

El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, propone que todos los productores de energía se desprendan de sus redes de distribución, de sus gasoductos y oleoductos. “El modelo que preferimos exige que una empresa separe producción de distribución. Eso favorece la competencia libre”, aseveró.

Gran Bretaña, pionera

¿Consorcios energéticos bajo presión?Imagen: AP

En Gran Bretaña se ha dado ya el paso. Y los consorcios alemanes temen una expropiación. Debido a que Alemania y Francia, junto con otros siete Estados europeos se oponen a los planes comunitarios, la Comisión tiene lista otra oferta: los consorcios podrían conservar sus redes de tuberías, pero deben permitir su uso por otras empresas. De que cumplan esta estipulación se encargaría una especial instancia de control. Esto, confiesa el presidente Barroso, es obviamente un procedimiento burocrático que se ofrece solamente para dejar contentos a Alemania y a Francia.

Francia y Alemania se sienten amenazadas

El jefe del consorcio energético francés GAZ de France calificó de peligrosa e inefectiva la propuesta de la Comisión. Se está ahogando con ella la inversión extranjera en las redes paneuropeas. El peligro de que empresas extranjeras, como la rusa Gazprom, compre redes europeas debe ser enfrentado con cláusulas específicas. Según Barroso: “Para proteger nuestros mercados y conservar las ventajas de la desmonopolización debemos elaborar condiciones estrictas para los inversionistas de Estados no europeos. Todos deben jugar de acuerdo a las mismas reglas”. Esto significaría, por ejemplo, que Gazprom debería poder comprar gasoductos europeos si, en retribución, los europeos pudiesen adquirir acciones del consorcio estatal.

Habrá que esperar años hasta que estas reformas en el mercado energético europeo entren en vigor. Por lo pronto, el Parlamento Europeo y los gobiernos tienen la palabra. “Por supuesto que ahora comenzará el debate en torno a propuestas concretas. Seamos sinceros: será una negociación dura. Lo sabemos”, concluyó Barroso. Por su parte, la comisaria Kroes aún no puede estimar si el consumidor alemán, finalmente, pagará sólo dos tercios de su factura actual. “Por lo menos”, así lo espera la comisaria Kroes, “el precio no crecerá tanto como en este momento”.

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