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Unión Europea: el dinero ¿para quién?

Deutsche Welle5 de diciembre de 2005

Los editorialistas europeos analizan las diferencias sobre el presupuesto 2007-2013 de la Unión Europea y los alemanes el examen interno de la cristiano-democracia tras su "descalabro" en las pasadas elecciones.

"Visita con bolsillos rotos". El premier británico Tony Blair en casa de su homólogo húngaro Ferenc Gyurcsany, en Budapest.Imagen: AP


El diario muniqués Münchner Merkur es escéptico: "Pelearse por los decepcionantes resultados de la cristiano-democracia alemana después de 11semanas de las últimas elecciones parlamentarias es un asunto espinoso. 'Al regreso de la alcaldía siempre se es más sabio', reza un dicho popular. Si lo que ahora se quiere es satisfacer placeres, a pesar de haber logrado la cancillería y conformar la Gran Coalición de gobierno, es muy probable que aquí de lo que se trata más bien es de protagonismo de sabelotodos y de saldar algunas cuentas personales".

Errores de mercadeo en campaña política

El periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung advierte: "Se puede y se tiene que hablar sobre las consecuencias de una errada política de mercadeo (de los conservadores) en la pasada campaña política. Se puede y se tiene que hablar sobre el bloqueo de comunicación poco antes del día de los comicios y el desamparo en el trato con populistas con Schröder y Fischer".

UE: ¿reparto equitativo del dinero?

El rotativo húngaro Nepszabadsag, de la capitalina Budapest critica: "El propuesto nuevo plan de recortes del presupuesto de la Unión Europea afectaría a los pobres y se volvería al mercado de los ricos. Pero si el viejo sistema de distribución sigue vigente, perdura el mal de que casi la mitad del presupuesto de Bruselas se utiliza para subvencionar la producción agrícola. Ahí sí que ni siquiera a los ricos les va alcanzar el capital para desarrollar programas de interés para todos los europeos. Y ni hablar de que no se podrán financiar innovaciones científicas y técnicas. Sin partidas mayores para los nuevos miembros del Este y un reparto mejor del dinero común, no cambiará la situación".

Gran Bretaña: recortes a espensas de los pobres

El País, de Madrid analiza: "Si para desatascar el acuerdo sobre el marco presupuestario de la Unión Europea de 2007 a 2013, Tony Blair propone reducir los gastos, el efecto inmediato será que Europa dejará de avanzar en su vertebración, en su cohesión y en su solidaridad interna. El paso de un 1,06% del PIB al 1,03% en el presupuesto de la Unión beneficiaría, por supuesto, a los que hoy pagan más, y los primeros damnificados serían también, por lógica, los más pobres, que son los nuevos miembros, que recién llegados se encontrarían con una Unión menguante y avara que en absoluto responde a las expectativas creadas.

Parece claro que, así las cosas, si no se llega a un acuerdo, se agravará la crisis profunda provocada por el no francés y holandés a la Constitución europea. Cabe temer que el europeísmo escasamente cálido de estos nuevos miembros se enfríe aún más. Y para España, que inevitablemente pasará a ser contribuyente neto a las arcas de Bruselas al final de este periodo, el resultado sería aún peor que la propuesta rechazada por el presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, en el Consejo Europeo de junio, bajo la presidencia luxemburguesa.

Estamos no sólo ante un enfrentamiento sobre cuentas financieras, sino sobre concepciones de Europa. Y existe un creciente peligro de que al final, por mera desidia, acabe triunfando la visión de la Unión Europea como un simple mercado en un mundo globalizado en el que cada cual ha de intentar salvarse como pueda. Es una concepción nefasta, porque ni siquiera salvaría previsiblemente lo único que intenta proteger, ya que, sin una estructura política europea, incluso ese mercado languidecería y podría retroceder.