UNICEF: hay millones de niños “envenenados por plomo"
30 de julio de 2020
Según la ONU, aún los niveles más bajos de plomo en la sangre pueden estar vinculados a dificultades de comportamiento y daños cerebrales “con consecuencias potencialmente fatales”.
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Un tercio de los niños y niñas del mundo -unos 800 millones en total- están intoxicados con plomo, una neurotoxina que puede causar daños irreparables en el cerebro, según alerta un informe publicado este miércoles (29.07.2020) por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la ONG Pure Earth.
El informe titulado La tóxica verdad: la exposición de los niños a la contaminación por plomo socava el potencial de una generación asegura que uno de cada tres niños y niñas tiene niveles de plomo en sangre iguales o superiores a 5 microgramos por decilitro, el margen en el que se considera necesario actuar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluso los niveles más bajos de plomo pueden estar vinculados a una menor inteligencia, dificultades de comportamiento y problemas de aprendizaje en la infancia.
El estudio -el primero que se efectúa a esta escala, según sus autores- concluye de forma inequívoca que niños y niñas en todo el mundo están resultando "envenenados a una escala masiva y previamente no reconocida".
"El plomo, que apenas genera síntomas al principio, causa estragos silenciosos en la salud y el desarrollo de los niños, con consecuencias potencialmente fatales", señaló en un comunicado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. La funcionaria agregó que "conocer el alcance de la contaminación por plomo y comprender la destrucción que causa en las vidas de las personas y las comunidades debe inspirar medidas urgentes para proteger a los niños de una vez por todas".
¿Por qué es tan tóxico el plomo?
El plomo -un metal muy utilizado desde la antigüedad para una gran variedad de aplicaciones- es una potente neurotoxina que resulta especialmente dañina para niños y niñas, sobre todo, para menores de cinco años. A esas edades, en las que el cerebro no se ha desarrollado plenamente, la sustancia puede causar un deterioro neurológico, cognitivo y físico para toda la vida.
Numerosos estudios han vinculado la exposición infantil al plomo con problemas de salud mental y de comportamiento y, posteriormente, con un aumento de la violencia. En el caso de los niños y niñas de más edad y personas adultas, se considera que una exposición prolongada al plomo aumenta el riesgo de problemas de salud, incluidas complicaciones cardiovasculares y renales.
El estudio apunta al reciclaje informal y deficiente de baterías de plomo habituales en los automóviles como uno de los principales factores que contribuyen a la intoxicación de infantes que viven en países de ingresos bajos y medios, donde el número de vehículos se ha triplicado en los últimos veinte años. Otras fuentes de intoxicación incluyen el plomo en el agua procedente del uso de tuberías fabricadas con él; el plomo de actividades como la minería, la pintura y los pigmentos o la gasolina con plomo, que ha disminuido considerablemente en las últimas décadas. También, las soldaduras de plomo en latas de alimentos y el plomo en especias, cosméticos, juguetes y otros productos de consumo.
"La buena noticia es que el plomo puede reciclarse de forma segura sin exponer a los trabajadores, sus hijos y los vecindarios circundantes. Los sitios contaminados con plomo se pueden reparar y restaurar", explicó el presidente de Pure Earth, Richard Fuller, en una nota. "Es posible educar a la gente sobre los peligros del plomo y capacitarlos para protegerse a sí mismos y a sus hijos. El retorno de la inversión es enorme: mejor salud, mayor productividad, mayor coeficiente intelectual, menos violencia y un futuro más brillante para millones de niños en todo el planeta", recalcó.
ama (efe, Reuters)
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Los 10 lugares más contaminados del mundo
Plomo en el suelo, residuos químicos, basura electrónica: unos 200 millones de personas están expuestas a este tipo de contaminación, según un informe de la fundación Green Cross. Estos son los lugares más afectados.
Imagen: Blacksmith Institute
Vertedero de Agbogbloshie, Ghana
Televisores descompuestos, antenas satelitales y todo tipo de basura electrónica se acumula en este enorme vertedero, que se cuenta entre los lugares más sucios del mundo, según el informe de la fundación Green Cross. Especialmente peligrosa es la práctica de quemar cables para extraer de su interior el valioso cobre, ya que se libera plomo, muy dañino para la salud.
Imagen: Blacksmith Institute
Río Citarum, Indonesia
El agua del río Citarum, en la isla indonesia de Java, presenta una contaminación mil veces mayor que el agua potable corriente. En ella se encuentran sobre todo grandes cantidades de aluminio y hierro. No es de extrañar, ya que cerca de 2000 fábricas utilizan este río como fuente de agua y vuelcan en él sus residuos.
Imagen: Adek Berry/AFP/Getty Images
Centro industrial de Dserschinsk, Rusia
Dserschinsk es uno de los centros importantes de la industria química rusa. Entre 1930 y 1998 se produjeron allí aproximadamente 300.000 toneladas de desechos químicos, que no fueron tratados apropiadamente. Muchos de estos residuos han ido a parar a las napas subterráneas de agua o a la atmósfera. En esta zona, el promedio de vida de las mujeres es de 47 años y el de los hombres, de 42 años.
Imagen: Blacksmith Institute
La central nuclear de Chernóbil
La catástrofe de Chernóbil es uno de los peores accidente nucleares de la historia. El 25 de abril de 1986 se produjo el desastre, que ha tenido consecuencias fatales. Hasta el día de hoy, nadie puede vivir en un radio de 30 kilómetros a la redonda de la central atómica. Los suelos siguen estando contaminados y mucha gente de la zona sufre de leucemia.
Imagen: Blacksmith Institute
Curtiembres de Hazaribagh, Bangladesh
Hazaribagh es el lugar donde existen más curtiembres en Bangladesh. La mayoría de ellas utiliza métodos anticuados e ineficientes. Cada día se vierten unos 22.000 litros de residuos tóxicos al río Buriganga, principal fuente de agua de la captal bengalí, Daca. Muchos de sus habitantes padecen de enfermedades de la piel o las vías respiratorias.
Imagen: Blacksmith Institute
Minas deplomo de Kabwe, Zambia
Kabwe es una de las ciudades más grandes de Zambia. Muchos niños sufren allí de altas concentraciones de plomo en la sangre, metal que es extraído en la zona desde hace aproximadamente un siglo. Al derretir el plomo se liberan metales pesados,cuyas micropartículas se precipitan a la tierra.
Imagen: Blacksmith Institute
Minas de oro de Kalimantan, Indonesia
Kalimantan es la parte indonesia de la isla de Borneo. Se la conoce sobre todo por la explotación de los recursos naturales. En las numerosas minas de oro se utiliza mercurio en el proceso extractivo. Ello hace que anualmente se liberen más de 1.000 toneladas de mercurio, que contaminan el medio ambiente y pueden llegar a las capas de agua subterráneas.
Aproximadamente 15.000 fábricas vierten sus desechos en el cauce del Matanza - Riachuelo, en Argentina. Según el informe de Green Cross, las empresas químicas son responsables de más de un tercio de la contaminación de este río. El agua presenta altas concentraciones de estaño, plomo, níquel y otros metales pesados. Muchos habitantes de la zona sufren de males intestinales y respiratorios.
Imagen: Yanina Budkin/World Bank
El delta del Níger, Nigeria
La región del delta del Níger es una zona densamente poblada, que abarca casi el ocho por ciento de la superficie de Nigeria. Residuos de petróleo e hidrocarburos contaminan por igual las aguas subterráneas y los suelos. Unos 240.000 barriles de petróleo van a parar en promedio, cada año, al entorno natural, debido sobre todo a accidentes o a robos.
Imagen: Terry Whalebone
La ciudad industrial de Norilsk, Rusia
En la ciudad industrial rusa de Norilsk cada año van a parar a la atmósfera cerca de 500 toneladas de cobre y óxido de níquel, al igual que dos millones de toneladas de óxido de azufre. Las expectativas de vida de los trabajadores de las fábricas de Norilsk son inferiores en 10 años a las del promedio de la población rusa. La polución provoca sobre todo males respiratorios y cáncer pulmonar.