UNICEF reporta 50 millones de niños desplazados en el mundo
7 de septiembre de 2016
UNICEF presenta nuevos datos que describen la situación de millones de niños y familias afectados por conflictos violentos. Actualmente la población infantil constituye casi la mitad de todos los refugiados en el mundo.
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La población infantil constituye un tercio de la población mundial, pero actualmente también conforma casi la mitad de todos los refugiados en el mundo, anuncio este martes (07.09.16) un reporte de UNICEF.
El documento denominado “Desarraigados: Una crisis cada vez más grave para los niños refugiados y migrantes”, presenta nuevos datos que describen la situación en la que se encuentran millones de niños y familias afectados por conflictos violentos.
Entre los 50 millones de niños que detalla el reporte, 28 millones carecen de hogar, 17 millones se encuentran desplazados dentro de sus propios países, 10 millones son refugiados en el exterior, y 1 millón son solicitantes de asilo. Los niños representan un porcentaje desproporcionado y creciente de todas las personas que han buscado refugio fuera de sus países de nacimiento. También denota el reporte que el 45 por ciento de los refugiados infantiles provienen de Siria y Afganistán.
El documento comenta que los niños refugiados migrantes enfrentan grandes peligros cuando están en transito, como lo son el ahogo durante travesías marítimas, desnutrición, deshidratación, secuestro, violación, y muerte. Cuando se establecen como refugiados en un nuevo país, muchas veces son victimas de la discriminación y la xenofobia. El reporte también informa que los niños refugiados tienen cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuela que un niño no refugiado.
UNICEF recomienda varias medidas para proteger y ayudar a los niños desplazados, refugiados y migrantes, en los países que los reciben. Entre ellas está acabar con la detención de niños migrantes, proporcionarles educación, acceso a la salud y a otros servicios, así como también promover medidas para combatir la xenofobia, la discriminación y la marginación.
JCG (Reuters, DPA)
Inusual campo de refugiados en Grecia
En la península griega del Peloponeso existe un inusual albergue para refugiados. Myrto Papadopoulos fue hasta allí para conocerlo de primera mano.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Conexión con el exterior
Un adolescente navega al atardecer por Internet. Los celulares inteligentes suponen en la mayoría de los casos la única conexión de los refugiados con el mundo exterior.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Equipamiento básico
Estos bungalows alojan a ocho personas en dos dormitorios. En cada casa hay un cuarto de aseo y una cocina pequeña equipada con una cocinilla de camping y un fregadero, pero no hay agua caliente ni frigorífico.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Descansando
Ranee Mousa, de 27 años, posa con su bebé de 8 meses, nacido en Siria poco antes de que Renee y su esposo huyeran hacia Grecia.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Momento de paz y tranquilidad
Mujeres del campo llevan de paseo a un grupo de niños por las afueras del pueblo de refugiados. Antes de que comience la temporada turística en junio, los alrededores de Myrsini son relativamente tranquilos y poco frecuentados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Reflexionar sobre el futuro
Un grupo de hombres charla durante la puesta de sol en la playa a las afueras del campo de refugiados. En el campo viven menos de 60 hombres acompañados por sus mujeres e hijos.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un hogar lejos de casa
Mujeres y niños sentados bajo la luz del atardecer frente a los bungalows turísticos. En total, hay 340 habitantes en el pueblo, 209 de ellos tienen menos de 18 años y 69 son mujeres.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Vida de familia
Una mujer siria posa frente a su alojamiento con su bebé de 6 meses en brazos. Algunas mujeres del campo que ya tienen niños pequeños están de nuevo embarazadas.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Una bendición para la economía local
Tarek Alfelou acude junto a sus hijos Wedad, de 11 años, y Ziad, de 7, al pequeño supermercado de Myrsini, situado a una media hora a pie del campo. La ciudad ha experimentado un pequeño auge económico gracias a las compras de los refugiados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un rostro conocido
El alcalde de la ciudad de Andravida, Nabil-losif Morant, procede de Siria. Asegura no ser el único alcalde de origen no griego en Grecia y que la idea del campo fue suya. El consejo municipal la aprobó de forma prácticamente unánime.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Cultivo de fresa
Un trabajador de Bangladés en su granja de fresas, situada cerca del campo de refugiados. Muchos trabajadores de las granjas de la región son migrantes del sur de Asia sin papeles válidos. Durante la temporada de recogida de la fresa, reciben entre 22 y 25 euros por ocho horas de trabajo.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Ayuda local
Giorgos Aggelopoulos es un habitante de Myrsini que colabora como voluntario en el campo de refugiados y ha trabado amistad con algunas de las familias. Asegura que la oposición de la gente contra el pueblo de refugiados ha amainado considerablemente después de que los habitantes vieron que se trataba, sobre todo, de familias con niños.