La oposición rechaza el plan de transición en Malí
13 de septiembre de 2020
La coalición M5-RFP que encabezó las protestas contra el gobierno dice que el acuerdo alcanzado entre los militares golpistas y las fuerzas políticas podría permitir la continuidad del gobierno interino de los militares.
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La oposición maliense, agrupada en el movimiento M5-RFP, se desmarcó este domingo (13.09.2020) del plan de transición, acordado ayer por los golpistas y varias fuerzas políticas, por dejar la puerta abierta a que los militares sigan dirigiendo el gobierno interino.
Después de tres días de conversaciones con líderes políticos y grupos de la sociedad civil, la hoja de ruta de la junta militar contempla una transición de 18 meses de duración. El grupo opositor lamentó en un comunicado que el plan no cumplió con las reivindicaciones de la mayoría de los participantes sobre que el presidente interino y el primer ministro durante la etapa de la transición sean personalidades civiles.
Asimismo, criticó que la hoja de ruta de la transición no reconoce "el papel de M5-RFP (actor clave en la lucha contra el régimen anterior y que en su momento apoyó abiertamente el golpe) y de los mártires en la lucha del pueblo de Malí por el cambio". El M5-RFP también denunció en su comunicado de hoy los anexos al documento de transición, "que nunca han sido objeto de debate", como la composición y el método de nombramiento de los miembros del consejo que designará al presidente interino, o las prerrogativas de su vicepresidente.
Un acuerdo inicialmente bien recibido
El plan anunciado ayer estaba destinao a trazar una transición acordada después del golpe del 18 de agosto y tranquilizar a las potencias internacionales, que temen que la agitación política de Malí pueda desestabilizar aún más la región.
Pese a la firme oposición mostrada hoy por parte del liderazgo del M5-RFP, anoche pudo verse, durante la clausura del diálogo nacional, a miembros de esta coalición celebrando la victoria en los pasillos del Centro Nacional de Conferencias en Bamako, donde tuvieron lugar las negociaciones políticas.
"El deseo de apoderarse y confiscar el poder en beneficio del CNSP no justifica los medios", dice el M5-RFP en su comunicado, refiriéndose a la junta, que se autodenomina Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP). Aún no está claro cómo responderá la junta al rechazo del M5-RFP, bajo cuya influencia se llevaron a cabo las protestas contra el presidente Ibrahim Boubacar Keita en el período previo al golpe.
lgc (efe/reuters)
Los años sangrientos de Mali
Pese a la misión de la ONU y los acuerdos de paz, la violencia en Mali no cesa. Desde 2012, tuareg e islamistas luchan contra el Gobierno en Bamako. En varias ocasiones también extranjeros se han convertido en blanco.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Traore
Ataque en el corazón de la capital
Los grupos terroristas Al Qaeda del Magreb Islámico y Al Murabitun reivindicaron el atentado contra el hotel Radisson Blu en Bamako, en el que los islamistas tomaron como rehenes a 170 personas. Decenas de huéspedes y empleados del hotel lograron escapar. 18 personas podrían haber muerto. El hotel alberga a muchos diplomáticos y periodistas de todo el mundo.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Traore
Islamistas en el norte
En el país existen muchos grupos armados. Por ejemplo, las milicias islamistas Ansar Dine, que se autodenominan “Defensores de la Fe” y que están bajo el mando de Iyad Ag Ghaly. Desde 2012, luchan por un Estado islámico en el norte de Mali.
Imagen: Romaric Hien/AFP/GettyImages
Terror y destrucción del patrimonio cultural
En 2012, Ansar Dine se hizo en poco tiempo con el control de amplias regiones del norte de Mali. Allí las milicias establecieron un régimen de terror, por ejemplo, cortaban las manos a presuntos ladrones y lapidaban a presuntos adúlteros. Ansar Dine llamó la atención mundial por la destrucción sistemática del valioso patrimonio cultural del país, como esta mezquita del siglo XV en Tombuctú.
Imagen: Getty Images
Bombas sobre Trípoli, con réplicas en Mali
También la guerra en Libia atizó el conflicto en Mali. Como consecuencia del caos y de los enfrentamientos armados tras el derrocamiento del dictador Gadafi, a partir de 2011 grandes cantidades de armas y numerosos combatientes cruzaron la frontera de Mali.
Imagen: picture alliance / dpa
¿Azawad o Estado islámico?
Después de haber luchado conjuntamente durante cierto tiempo, las milicias islamistas desplazaron también a los rebeldes tuareg más moderados. Por ejemplo al Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), que lucha por un territorio independiente de la tribu tuareg en el norte de Mali.
Imagen: picture-alliance/dpa/Bindra
Operación Serval
A principios de 2013, los islamistas amenazaban con entrar en la capital, Bamako, ante lo cual el presidente francés, François Hollande, ordenó una operación militar contra los rebeldes. Hasta el verano de ese año, los franceses lograron reconquistar, con el apoyo de tropas malíes y de África Occidental, las ciudades más importantes del norte de Mali, en el marco de la llamada Operación Serval.
Imagen: dapd
MINUSMA deberá garantizar estabilidad
Alrededor de 10.000 soldados de la ONU deberán preservar la frágil paz en Mali. También el Ejército alemán ha enviado a 200 soldados al sur del país. Además, en la capital de Bamako están estacionados otros 50 soldados germanos, en el marco de una misión europea de entrenamiento para el ejército local. En la imagen se puede ver a la ministra de Defensa alemana visitando a las tropas en Mali.
Imagen: Reuters
Un poco de paz
No obstante, rebeldes y delincuentes no dejan que el país recobre la tranquilidad. Las noticias sobre atentados y secuestros están a la orden del día. En años recientes, cientos de miles de malíes se han visto obligados a abandonar su país. Los niños en la imagen viven en un campamento de refugiados en el país vecino, Burkina Faso.