Corrían los tiempos de la R.A.F. (Rote Armée Fraktion), organización guerrillera de izquierda que conmovía a la sociedad alemana con sus atentados. Muchos jóvenes buscaban una realidad diferente a la de la sociedad burguesa y experimentaban con formas de vida alternativas, con drogas y con sexo libre.

Uschi Obermaier formó parte de la “Comuna 1”, la primera formada con fines políticos en Alemania. Se creó como respuesta a la moral y a los roles sexuales conservadores de esos años. Si bien Obermaier no participó activamente en política, formó parte, sin querer, del movimiento revolucionario como inspiradora de una femineidad no relacionada con los roles clásicos de esposa y madre.

¿Quién le teme a Uschi Obermaier?

Ahora su vida llega al celuloide con “Eight Miles High”, que se estrenará en noviembre. Bajo dirección de Achim Bornhak, se filmó en las playas de Goa, en la costa occidental de la India. Tuvieron que pasar ocho años para que el guión estuviera listo. “Tanto era el material que hubiesen podido filmarse diez películas”, dice el productor, Dietmar Güntsche a Der Spiegel. Más de 500 candidatas desfilaron por el casting y ya iban perdiéndose las esperanzas hasta que apareció Natalia Avelon, que, según la misma Uschi, parece su hermana menor. No se veía algo igual desde la filmación de “El tambor de hojalata”, cuando se buscaba un actor para el papel de Oscar Matzerath.

Nacida el 24 de septiembre de 1946 en las cercanías de Múnich, la vida de Uschi no puede resumirse en una sola película. Según ella misma dice, siempre la movió el deseo de “hacer simplemente lo que le interesaba”. Y para ello, nada mejor que vivir todo lo que le ofrecían aquellos movidos tiempos. Según Eberhard Junkersdorf, de "Neue Bioskop", productora del film, que costó 6,5 millones de euros: “lo que predica Alice Schwarzer, bastión del feminismo, lo vivió Uschi Obermaier”. “Muchos le temían. En otra época tal vez hubiese terminado en la hoguera”, comenta Junkersdorf. Sin intención de cambiar el mundo, sino de buscar aquello que deseaba, dejó atrás las convenciones sociales y morales de los años del "milagro alemán".

De pequeño-burguesa a hippie

La primer "súper-modelo" alemana e ícono pop de los años 60 y 70 se enamoró de Rainer Langhans y se fue a vivir a la Comuna 1 en 1968. Allí la pareja experimentaba en el marco de la "revolución sexual". Hablaban abiertamente sobre su relación en los medios, sobre los celos y el amor libre, como más tarde lo harían John Lennon y Yoko Onno. Uschi posó desnuda y fumando un porro, se enamoró de Jimmy Hendrix y se fue de gira con los Rolling Stones.

Probó todo lo que estaba prohibido, vivió la vida plenamente y disfrutando ser mascarón de proa de la contracultura. Fue feminista sin serlo, explorando su sexualidad de un modo nunca visto hasta entonces, muchas veces como conejillo de indias en el laboratorio social de la Comuna, a la que finalmente abandonó buscando otra vez la libertad.

En 1973 se unió a Dieter Bockhorn, quien fue el hombre más importante en su vida. Con él recorrió Asia, EE.UU. y México durante seis años en un autobús reciclado. En cada uno de los países que visitaban contraían matrimonio según las costumbres del lugar. En 1984, Bockhorn muere en México en un accidente de motocicleta.

Si bien ella nunca se propuso ser famosa, su desnudo en la "Comuna 1" llenó los titulares de los periódicos y revistas de la época. No era una intelectual, pero participó de reuniones en las que se pretendía cambiar el orden social, aunque confiesa haberse quedado muchas veces dormida. Acompañó en sus giras a los Rolling Stones, pero no fue "grupie". Tomó drogas, pero no se convirtió en adicta. Con soltura se deslizaba por los diferentes escenarios sociales de la época sin comprometerse con ninguno.

Uschi Obermaier cumplirá en septiembre 60 años y vive en Topanga Canyon, en las cercanías de Los Angeles, California en su primer casa propia, que compró a los 58. Trabaja como diseñadora de joyas. No tiene hijos y dice que su única riqueza son “sus amigos, que están dispersos por todo el mundo”.