El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, se apresuró en felicitar a Angela Merkel por su victoria electoral. Ahora, las relaciones están claras y la canciller alemana tiene vía libre para poner en marcha sus nuevas iniciativas europeas, planeadas desde hace tiempo. "Me alegro de poder contar con su compromiso personal", escribió Sarkozy casi eufóricamente a Merkel. "Tu amigo", añadió.

En París nadie teme que el futuro ministro del Exterior, el liberal Guido Westerwelle, pueda estorbar a la política europea de Merkel y Sarkozy. La canciller germana y el mandatario galo tienen planes para los sectores de defensa, cultura e investigación. También quieren avanzar en la política industrial, especialmente en el desarrollo de vehículos electrónicos. Y París está expectante sobre qué camino adoptará el nuevo Ejecutivo alemán en la política nuclear. Sarkozy siempre ha amenazado a Berlín con abandonar la política de reducción nuclear y promueve el reactor francés EPR, en cuya construcción participa Siemens.

La reelección de Merkel es "una noticia buenísima para la alianza franco-alemana, que se sitúa a la cabeza de la regulación del capitalismo en Europa y en el mundo", señaló el partido de Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). Merkel y Sarkozy se han presentado codo a codo en las cumbres del G20 y la UMP desea "construir el mundo que mañana necesitaremos" junto a la CDU/CSU. (dpa)