Víctima de Auschwitz: el miedo a Mengele aún pervive
Agnieszka Maj | Jacek Lepiarz
21 de enero de 2020
Josef Mengele se convirtió en asesino en masa de las SS en Auschwitz. Huyó a Sudamérica después de la Segunda Guerra Mundial. Las víctimas, que sobrevivieron a sus experimentos criminales, continúan sufriendo.
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"Ya no recuerdo su cara, solo sus botas pulidas. Cuando escuchaba sus pasos, me metía debajo del catre, me agachaba, cerraba los ojos. Pensaba que no me encontraría", dice Lidia Maksymowicz, víctima de Josef Mengele.
Ella llegó a Auschwitz-Birkenau en diciembre de 1943, cuando tenía tres años. Los alemanes enviaron a su familia desde Minsk, Bielorrusia, al campo de concentración. Aún no ha olvidado lo que presenció al llegar allí: en medio de la noche, la rampa con los focos, los gritos de los soldados de las SS, los perros guardianes ladrando y las familias separadas brutalmente.
A Lidia también la separaron de su madre. Fue enviada a la barraca de los niños. En lugar de colchones, había heno. Los niños sufrían de hambre y frío, pero temían más las visitas del doctor Mengele que al frío y al hambre. Con ella, el médico probó diversas vacunas que la dejaron, durante un tiempo, entre la vida y la muerte.
El "ángel de la muerte" en Auschwitz
Josef Mengele, hijo de una familia de empresarios de Günzburg del sur de Alemania, estudió medicina y antropología. Después investigó en el Insituto de Genética en Fráncfort. En 1940 se afilió al partido nazi y tres años más tarde fue destinado al campo de concentración, donde tenía especial interés en experimentar con niños, gemelos y enanos. Con ellos intentó cambiar el color de los ojos, usando inyecciones, operó a niños sin anestesia y los infectó con ciertas enfermedades. Era conocido como "el ángel de la muerte”.
Mengele logró huir
En enero de 1945, justo antes de que el Ejército Rojo llegara a Auschwitz, Mengele huyó. Se escondió cerca de su ciudad natal. En 1949 escapó a Sudamérica. Su familia apoyó económicamente al criminal nazi, buscado entonces internacionalmente. En 1979, Josef Mengele murió ahogado en una playa de Brasil. Su muerte se dio a conocer en 1985.
La familia de Mengele creó una fundación en 2009 con la que se ha donado más de un cuarto de millón de euros para fines benéficos, pero ni participa en la Fundación para Trabajadores Forzados ni en proyectos dirigidos a honrar la memoria de las víctimas de Josef Mengele.
Una ciudad a la sombra de Mengele
Hay una "sombra monstruosa" sobre esta ciudad, dice Rudolf Köppler, exalcade de la ciudad de Günzburg. Desde hace décadas, esta pequeña ciudad en el centro de Suabia ha estado viviendo a la sombra del "ángel de la muerte", quien nació y creció en el lugar.
"Günzburg no fue un bastión nazi. La ciudad no es peor ni mejor que otras ciudades alemanas", explica Köppler. Mengele "podría haber nacido en cualquier lugar", enfatiza el socialista de 83 años.
Pero no todos los ciudadanos de la ciudad están satisfechos en cómo se ha revisado la historia de esta localidad. Uno de ellos es el maestro de secundaria Siegfried Steiger. Su coraje propició la construcción de un monumento a Janusz Korczak, pedagogo judío-polaco, que fue asesinado en el campo de exterminio de Treblinka en 1942.
Para garantizar que los crímenes de Mengele no caigan en el olvido, el Teatro Experimental del profesor Steiger representa una obra desde 2005, donde se denuncia a "todos los médicos que realizan experimentos criminales con seres humanos".
La idea de un monumento en honor a las víctimas del médico de las SS también surgió de la sociedad civil. En el patio del edificio Dossenbergerhaus hay una placa con una cita de Jean Améry, rodeada de varias docenas de pares de ojos, una alusión a los experimentos de Mengele. Los ojos fueron diseñados y modelados por alumnos de secundaria de la ciudad.
Lidia sobrevivió a Auschwitz
Lidia vivió la entrada del Ejército Rojo el 27 de enero de 1945. "Después de la liberación había 160 niños en el campo de concentración con edades comprendidas entre 2 y 16 años. Yo fui la que más tiempo vivió en Auschwitz", dice. Solo en Auschwitz-Birkanau fallecieron 200.000 niños.
Después de la guerra, Lidia fue adoptada por una familia polaca. Su madre fue dada por muerta durante algún tiempo. Unos años más tarde, hija y madre se reencontraron. El miedo al doctor Mengele aún pervive.
Lidia Maksymowicz se formó como química después de la guerra, se casó y dirigió una empresa. Su vida familiar sufrió las consecuencias de su niñez en el campo de concentración. "No podía amar de manera correcta y honesta. Ni siquiera podía amar a mi hijo como una madre debería hacerlo", explica.
Un proyecto de la serie de reportajes " Culpa sin expiación” de la redacción polaca de DW: dw.com/zbrodniabezkary.
(rmr/er)
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"Nunca más": monumentos del Holocausto
El campo de concentración de Dachau fue liberado por las tropas estadounidenses el 29 de abril de 1945. Los monumentos en toda Alemania aseguran que las millones de víctimas no sean olvidadas.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Schreiber
Dachau
El régimen nazi abrió el primer campo de concentración en Dauchau, cerca de Múnich. Apenas unas semanas después que Adolf Hitler llegara al poder, los miembros de las SS ("Schutzstaffel") lo usaron para encarcelar, torturar y matar a los opositores políticos del régimen. Dachau también sirvió como prototipo y modelo para los otros campos nazis que siguieron.
Imagen: picture-alliance/dpa
Casa de Wannsee
La villa en el lago Wannsee de Berlín fue fundamental en la planificación del Holocausto. Quince miembros del Gobierno nazi y las SS se reunieron allí el 20 de enero de 1942 para planificar lo que se conoció como la "Solución Final", la deportación y exterminio de todos los judíos en el territorio ocupado por Alemania. En 1992, la casa se convirtió en un monumento y museo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Lugar de reunión del partido nazi
Nuremberg fue sede de las mayores manifestaciones de propaganda del partido nazi desde 1933 hasta el comienzo de la Segunda Guerra Mundial. El congreso anual del partido nazi, así como los mítines con hasta 200 mil participantes, tuvieron lugar en esta área. Hoy, el edificio inacabado del Palacio de Congresos sirve como centro de documentación y museo.
Imagen: picture-alliance/Daniel Karmann
Bergen-Belsen
El campo de concentración de Bergen-Belsen en Baja Sajonia se estableció inicialmente como un campo de prisioneros de guerra antes de convertirse en un campo de concentración. Los presos demasiado enfermos para trabajar fueron llevados ahí desde otros campos de concentración, por lo que muchos también murieron de diversas enfermedades. Una de las 50.000 personas que murieron aquí fue Anne Frank.
Imagen: picture alliance/Klaus Nowottnick
Monumento Buchenwald
Buchenwald, cerca de la ciudad de Weimar en Turingia, fue uno de los campos de concentración más grandes de Alemania. Desde 1937 hasta abril de 1945, los nacionalsocialistas deportaron a unas 270 mil personas de toda Europa y asesinaron a 64.000.
Imagen: Getty Images/J. Schlueter
Monumento a la resistencia alemana
El edificio Bendlerblock, en Berlín, era la sede de un grupo de resistencia militar. El 20 de julio de 1944, un grupo de oficiales de la Wehrmacht alrededor del Coronel Claus von Stauffenberg llevaron a cabo un fallido intento de asesinato contra Hitler. Los líderes de la conspiración fueron fusilados la misma noche en Bendlerblock, que hoy es el Centro Conmemorativo de la Resistencia alemana.
Imagen: picture-alliance/dpa
Centro de eutanasia de Hadamar
Desde 1941, personas con discapacidades físicas y mentales fueron asesinadas en un hospital psiquiátrico en Hadamar, Hesse. Declarados "indeseables" por los nazis, aproximadamente 15 mil personas fueron asesinadas por asfixia con monóxido de carbono o inyectadas con drogas letales. En Alemania, 70 mil personas fueron asesinadas por el programa de eutanasia nazi. Hoy Hadamar es un memorial.
Imagen: picture-alliance/dpa
Memorial del Holocausto
Ubicado junto a la Puerta de Brandeburgo, el Memorial de Berlín a los judíos asesinados de Europa se inauguró sesenta años después del final de la Segunda Guerra Mundial, el 10 de mayo de 2005. El arquitecto Peter Eisenman creó un campo con 2.711 losas de concreto. Un lugar de información subterráneo adjunto contiene los nombres de todas las víctimas conocidas del Holocausto judío.
Imagen: picture-alliance/dpa
Monumento a los homosexuales perseguidos
No muy lejos del monumento a los judíos asesinados de Europa, otro monumento de concreto honra a los miles de homosexuales perseguidos por los nazis entre 1933 y 1945. El monumento de cuatro metros de altura, que tiene una ventana que muestra alternativamente una película de dos hombres o dos mujeres besándose, se inauguró en el Tiergarten de Berlín el 27 de mayo de 2008.
Imagen: picture alliance/Markus C. Hurek
Monumento a los sinti y roma
Frente al edificio del parlamento del Reichstag en Berlín, un parque inaugurado en 2012 sirve como monumento a los 500 mil sinti y romaníes asesinados por el régimen nazi. Alrededor de un estanque conmemorativo, el poema "Auschwitz" del poeta romaní Santino Spinelli está escrito en inglés, alemán y romaní.
Imagen: picture-alliance/dpa
"Stolpersteine": bloques en el piso para no olvidar
En la década de 1990, el artista Gunther Demnig comenzó un proyecto para enfrentar el pasado nazi de Alemania. Cubos de concreto cubiertos de bronce colocados frente a las antiguas casas de víctimas nazis, brindan detalles sobre las personas, su fecha de deportación y muerte. Más de 45 mil "Stolpersteine" se instalaron en 18 países de Europa.
Imagen: picture-alliance/dpa
Casa Brown en Múnich
Justo al lado del "Führerbau" donde Adolf Hitler tenía su oficina, estaba la sede del Partido Nazi en Alemania, en la "Casa Brown", en Múnich. Un cubo blanco ahora ocupa su lugar, al interior se encuentra el "Centro de Documentación para la Historia del Nacionalsocialismo" que abrió sus puertas el 30 de abril de 2015, 70 años después de la liberación del régimen nazi.