El vórtice polar probablemente causará un invierno extremamente frio en América del norte y Europa. Así es como se produce este fenómeno meteorológico.
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En el caso que usted viva en América del Norte o Europa, no perdamos tiempo: necesitará buena ropa de invierno, mucha leña y suficientes provisiones (harina, levadura, papel higiénico, lo de siempre) para no tener que salir de casa durante una o dos semanas.
Bromas aparte, para la contención de la pandemia, probablemente ayudaría que todos nos quedáramos en casa, pero como medida de precaución contra el vórtice polar que se aproxima, sería realmente exagerado. Honestamente. Probablemente hará mucho frío, pero no nos espera un escenario de invierno apocalíptico.
Desde hace algunos años, especialmente desde el invierno frío norteamericano de 2013-2014, el término "vórtice polar” ha sido un término meteorológico cada vez más discutido y se le culpa -a veces con razón, a veces no-, de cualquier episodio de clima invernal o de temperaturas muy frías. Así que las inusuales nevadas extremas en España podrían estar relacionadas con este fenómeno. Podrían.
El vórtice polar se describió por primera vez en 1853 y fue observado por primera vez por radiosondas durante el invierno del hemisferio norte de 1952.
Sin embargo, con frases como "El vórtice polar se acerca" o "¡El vórtice polar está aquí!" probablemente rompemos el gélido corazón de cualquier meteorólogo. El vórtice polar no va y viene, está siempre presente en nuestra atmósfera en invierno y gira alrededor de los hemisferios, una especie de rotonda tormentosa, por así decir.
Eso significa que no hay un vórtice, sino dos. Arriba y abajo. Su dinámica y potencial se expresan con la ayuda del llamado Índice de Oscilación del Ártico y de Oscilación del Antártico. En resumen: AO y AAO.
¿Qué es un vórtice polar?
El vórtice polar ártico es una circulación de viento en lo alto de la atmósfera, un fenómeno muy ordinario. Se forma cada año en otoño, cuando el sol apenas llega al Polo Norte. En primavera, se desvanece lentamente de nuevo.
El aire allí es extremadamente frío en invierno. El vórtice polar puede fortalecerse y debilitarse. Las velocidades de los vientos que superan los 250 kilómetros por hora son típicas a una altitud de 10 a 50 kilómetros en la estratosfera (¡donde a veces hay temperaturas por debajo de los 70 grados bajo cero!). Esta zona se encuentra directamente por encima de la tropósfera.
Por lo tanto, el vórtice polar no tiene un efecto directo en nuestro clima, pero hay interferencias: la corriente en chorro está influenciada por el vórtice polar. Esta fuerte banda de viento actúa a una altitud de diez kilómetros y controla los sistemas de alta y baja presión.
En un invierno típico, la corriente en chorro es bastante fuerte y trae un tiempo suave, ventoso y lluvioso desde el Atlántico a Europa. El aire polar permanece en el vórtice. Sin embargo, si la corriente en chorro es débil, se producen protuberancias en la banda de viento y el vórtice polar podría romperse.
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¿Se acerca el frío?
De vez en cuando, cada dos inviernos más o menos, hay un fuerte calentamiento de la estratósfera debido a aire más caliente. Se dice que Groenlandia y el Atlántico Norte, por ejemplo, desequilibran particularmente el vórtice con su calor.
El vórtice polar tropieza - o más bien se tambalea - y entonces las corrientes de aire del este o noreste pueden imponerse con mayor frecuencia. Esta división hace que las temperaturas en la estratósfera aumenten en un tiempo muy corto.
Entonces muchas cosas se mueven ahí arriba, lo que también tiene un efecto aquí en todo el hemisferio norte: el aire del Ártico produce temperaturas glaciales.
Esto es exactamente lo que pasó el 5 de enero de 2021, y en parte también el 17 de enero. Los pronósticos dicen que se espera una ola de frío a mediados o finales de enero, que podría durar en oleadas hasta febrero. Podría. De nuevo, el subjuntivo es importante.
O no...
El fenómeno de la interacción entre el vórtice polar y la circulación del viento es complicado, y aún no se entiende del todo. Los meteorólogos no están del todo seguros de si realmente habrá una ola de frío o no.
La razón: la aproximación de una zona de baja presión del Atlántico. En ese caso, el aire invernal debería moverse desde el oeste a Rusia, la línea de nieve debería elevarse a más de 1000 metros.
En fin, los fenómenos meteorológicos hacen lo que quieren.
(gg)
Madrid, en medio de la nieve y el frío
El fin de semana, la peor nevada en 50 años atravesó España. La tormenta "Filomena" paralizó completamente la capital, Madrid. La ciudad se recupera lentamente del caos, pero ahora llega el frío extremo.
Imagen: Gabriel Bouys/AFP/Getty Images
España, hundida en la nieve
Una vista de la blanca y nevada Plaza de Oriente en Madrid, con el Palacio Real al fondo. La capital española y gran parte del centro de España fueron golpeadas por la peor tormenta de nieve en décadas durante este fin de semana (9 y 10 de enero). La metrópoli está luchando por recuperarse del caos.
Imagen: Manu Fernandez/AP Photo/picture alliance
El colapso del tráfico continúa
En esta foto, los bomberos empujan un automóvil hacia un lugar más seguro. La fuerte nevada causada por la tormenta "Filomena" también cortó las dos carreteras de circunvalación de Madrid M30 y M40. El lunes (11.01.2010), incluso en gran parte de las calles principales, como la calle Atocha, en el centro de la ciudad, todavía solo un carril estaba libre.
Imagen: Oscar Del Pozo/AFP/Getty Images
Esperando en la oscuridad
En este punto de la autopista urbana M30 de Madrid, nada funcionaba: una excavadora estaba limpiando la nieve a un lado para allanar el camino a los coches atascados. "Por suerte tenía suficiente gasolina y pude seguir encendiendo la calefacción de mi coche", dijo Giovanna Alfaro, de 58 años, al periódico El País. Las autoridades también instaron a la gente a quedarse en casa el lunes.
Imagen: Oscar Del Pozo/AFP/Getty Images
Operación para salvar vidas
Paleando la nieve frente al Hospital Gregorio Marañón, de Madrid: así los voluntarios despejaron el camino a la entrada del hospital después de la fuerte nevada. Las instalaciones públicas como escuelas, guarderías y universidades permanecerán cerradas en la región de Madrid hasta el martes (12.01.2020).
Imagen: Pablo Blazquez Dominguez/Getty Images
Madrid, sin metro ni autobuses
El metro de Madrid también dejó de funcionar durante un tiempo. El tráfico se interrumpió en amplias zonas del país. Los servicios de autobús seguían suspendidos el lunes, pero el metro volvió a circular.
La línea ferroviaria entre Madrid y la ciudad de Burgos, en el norte de España, también estaba cubierta de nieve. Las fuerzas de emergencia tuvieron que despejar cientos de carreteras en el centro de España y rescatar a más de 1.500 personas de sus vehículos.
Imagen: Bernat Armangue/AP Photo/picture alliance
Aguantando en temperaturas bajo cero
Después de las fuertes nevadas, ahora llega el frío glacial, con hielo resbaladizo. Los meteorólogos predicen temperaturas de más diez grados bajo cero. La situación es particularmente peligrosa para los sin techo. Se ha instalado un comedor para ellos en una estación del metro de Madrid.
Imagen: Pablo Blazquez Dominguez/Getty Images
Peligro de congelamiento
Aquí, una persona sin hogar se ha construido un techo improvisado. Pero las fuertes nevadas hacen que la vivienda sea aún más insegura: el techo se está hundiendo y parece que pronto se derrumbará. En todo el país, al menos cuatro personas han muerto en España hasta ahora como resultado de la tormenta de nieve, incluyendo un hombre sin hogar.
Imagen: Fer Capdepon Arroyo/Pacific Press Agency/imago images
Coches en hibernación
Las pocas personas que salieron de sus casas caminaron por la carretera. Estos coches, en una zona residencial de Madrid, no volverán a circular tan rápido.
Imagen: Benjamin Cremel/AFP/Getty Images
Paisaje blanco: ¿es esto realmente Madrid?
En estas calles nevadas de Madrid, hay que mirar de cerca para descubrir lo que se oculta bajo el profundo manto de nieve. Muchos barrios de Madrid no pudieron ser despejados todavía el lunes.
Imagen: Benjamin Cremel/AFP/Getty Images
En trineo por la capital
Mientras algunos luchan contra la nieve y el frío, otros aprovechan las inusuales temperaturas para divertirse un poco, como esta mujer que se deslizó por una pista con un niño en su regazo.
Imagen: Manu Fernandez/AP Photo/picture alliance
Esquiando en la ciudad
Este hombre también trasladó su deporte de invierno al centro de la ciudad y cruzó la Plaza de Cibeles, una de las plazas más famosas de Madrid, con esquís. Los inviernos severos no son infrecuentes en la capital española, pero tales masas de nieve son extremadamente raras. (gg/cp).